Sigaus vuelve a cumplir con los objetivos de recogida y tratamiento establecidos para el aceite industrial usado
Sigaus ha remitido recientemente sus informes oficiales al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd) y a los organismos correspondientes de las comunidades autónomas para dar cuenta de la gestión del aceite industrial usado llevada a cabo en España durante 2022, que incluye el cumplimiento, un año más, de los objetivos ecológicos que establece la normativa. Como se recoge en estos informes, 129.509 toneladas de aceite usado fueron recogidas y gestionadas para obtener nuevos productos, siendo regeneradas 102.000 toneladas para producir nuevos lubricantes que, a su vez, evitaron la emisión de más de 68.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.
La regeneración es el tratamiento más alineado con los principios de la Economía Circular, ya que permite obtener bases lubricantes del aceite usado de forma que vuelva a ser utilizado como lubricante.
Los informes oficiales de Sigaus suponen la principal herramienta para trasladar a las administraciones públicas la gestión realizada sobre el aceite industrial usado, así como el cumplimiento de los objetivos ecológicos definidos en el Real Decreto 679/2006, informaron fuentes de Sigaus.
Tal y como se recoge en estos informes, remitidos a finales de marzo al Miterd y a los organismos correspondientes de las comunidades autónomas, durante 2022 el mercado de aceites industriales sufrió una caída del 2,1%, “debido al progresivo deterioro de las expectativas económicas, además de la creciente inflación”, asegura el colectivo.
Así, las empresas adheridas a Sigaus comercializaron 288.770 toneladas de lubricantes, la mayoría (un 57%) en el mercado de automoción, y el resto en el ámbito industrial y otros sectores consumidores de estos productos. Por procedencia, cerca de un 70% del producto se fabricó en España, mientras que el resto fue importado.
Además de la información relativa a la puesta en el mercado, los informes ofrecen un detallado análisis de la gestión del aceite industrial usado a través de tablas, gráficos y mapas que ponen de manifiesto el servicio universal de recogida que ofrece Sigaus en España, “incluso en zonas de vacíos de población, áreas de montaña o cercanas a espacios protegidos”. Según la información ofrecida, el pasado año se recogieron 160.016 toneladas brutas de residuo (antes de descontar agua y otros impropios), atendiendo a más de 67.000 establecimientos productores en cerca de 4.800 municipios. Para ello fue necesario realizar 172.352 operaciones de recogida, de lo que se encargó la red de más de 160 empresas gestoras que colaboran con Sigaus.
Tras descontar el agua y otros sedimentos, la cantidad total de aceite usado que finalmente fue gestionada ascendió a 129.509 toneladas, que se valorizaron en su totalidad mediante distintos tratamientos que generan materias primas secundarias.
Catorce puntos porcentuales por encima del objetivo
La gran mayoría del aceite usado fue destinado a regeneración, alcanzando una tasa sobre el aceite usado regenerable del 79,4%, catorce puntos porcentuales por encima del objetivo mínimo establecido en la normativa vigente. Sigaus — que destaca que un coeficiente de generación de aceite usado superior al 40% garantiza el cumplimiento del objetivo de recuperación, ya que las autoridades admiten que, en su utilización, el aceite lubricante, pierde hasta un 60% de su volumen— recuerda que este uso, la regeneración, es el tratamiento más alineado con los principios de la Economía Circular, que consiste en obtener bases lubricantes del aceite usado de forma que éste vuelve a poder utilizarse como lubricante.
Tanto este tratamiento como la valorización energética —consistente en la fabricación de combustible a partir del aceite usado— “permitieron ahorrar energía y minimizar las emisiones contaminantes en comparación con la producción primaria a partir del refino del petróleo”.
Así, en 2022 se regeneraron 102.455 toneladas de aceites usados, con las cuales fue posible devolver al mercado 64.137 toneladas de bases regeneradas para la producción de nuevos lubricantes. Gracias a este proceso, también se evitó la emisión de 68.000 toneladas de CO2 y se ahorraron los 30 millones de barriles de petróleo que habrían sido necesarios para generar la misma cantidad de lubricante a partir del primer refino del petróleo.
Después de descontar el agua y otros sedimentos, la cantidad total de aceite usado que finalmente fue gestionada ascendió a 129.509 t, que se valorizaron en su totalidad mediante distintos tratamientos destinados a producir materias primas secundarias, en un perfecto ejemplo de Economía Circular.