Ambar, junto a Saica, da una segunda vida al 95% de los residuos generados en su fábrica
Ambar ha logrado el sello medioambiental ‘Residuo Zero’, entregado por el Grupo Saica y avalado por TÜV SÜD, lo que convierte a la compañía zaragozana en una de las primeras 25 empresas cerveceras de España y Portugal en obtenerla. Esta distinción confirma que más del 95% de los residuos generados en la fabricación de la cerveza Ambar tienen una nueva oportunidad para ser utilizados y menos del 5% termina en el vertedero.
Este logro se ha alcanzado gracias al trabajo conjunto realizado con Saica Natur, división especializada en la gestión de residuos y servicios medioambientales de la multinacional aragonesa: La cervecera ha conseguido el sello ‘De residuos a recursos: zero a vertedero’ que avala la certificadora internacional TÜV SÜD.
Al acto de entrega del reconocimiento realizado en la fábrica de La Cartuja asistieron el consejero familiar, Mario Roehrich, y el consejero delegado del Grupo Agora, Sergio Elizalde, acompañados de distintos responsables del proyecto. Por parte del Grupo Saica, participaron su presidente, Ramón Alejandro, y el director general de Saica Natur, Guillermo Vallés, junto a otros directivos de esta empresa, informaron en una nota de prensa fuentes de Ambar.
Los máximos representantes de las dos empresas familiares manifestaron su satisfacción por el trabajo de sus respectivos equipos. En palabras de Alejandro, “estamos muy orgullosos de Ambar en este camino imparable de responsabilidad con el medio ambiente, integrando la economía circular en su modelo de negocio”.
Elizalde, tras recibir la certificación, se dirigió a los trabajadores de Ambar allí presentes, agradeciéndoles su importante labor “para seguir haciendo la mejor cerveza respetando el planeta” y añadió que “sólo pensando en generar el menor impacto se puede tener futuro”.
Por parte de Saica, Vallés, tras felicitar a Agora, destacó “el exigente cumplimiento que la norma requiere” y que “sólo con la voluntad decidida de la dirección de la empresa y de los trabajadores se puede alcanzar y mantener”. La colaboración entre los equipos de las dos empresas ha facilitado la formación de la plantilla de los centros de producción y envasado de La Zaragozana y de Cobecsa, así como el impulso de la nueva cultura de segregación de residuos en origen. Para alcanzar tan altos niveles de desempeño se ha requerido de una información en detalle que analizada conjuntamente ha mejorado el flujo de los residuos más complejos.
Más de 826 toneladas de residuos valorizadas
En el periodo auditado durante seis meses se consiguió reciclar o valorizar energéticamente más de 828 toneladas de residuos. Tras conseguir la ratio de valorización del 95%, Ambar deberá conservar tan alto estándar durante todos los años para poder mantener el sello ‘Residuo Zero’. Se gestionaron 33 toneladas de papel y cartón que fueron recicladas y convertidas en el equivalente a 200.000 cajas de cartón, 100% reciclado y reciclable; también 22 toneladas de residuo de polietileno de baja densidad transparente fueron transformadas en granza reciclada, que pudo ser utilizada de nuevo para la fabricación equivalente de 100.000 metros cuadrados de film de agrupación. Los residuos que no pudieron ser reciclados directamente, unas 108 toneladas, fueron valorizados energéticamente, generando 223.000 kWh de energía eléctrica, lo que equivale al consumo medio anual de 68 hogares españoles.
Apuesta por la circularidad y la sostenibilidad
Tal y como manifestaron los directivos Ambar y Saica Natur, ambas compañías seguirán trabajando en un modelo de gestión circular que permita convertir los residuos en materias primas utilizadas en su propia cadena de suministro. Ambar ya promueve la circularidad de los subproductos resultantes de la elaboración de sus cervezas como el dióxido de carbónico de la fermentación, o el bagazo y la levadura que son utilizados para la alimentación tanto humana como animal. Así, Panishop comercializa un pan elaborado con bagazo desde 2011. Además, más del 60% de sus envases comercializados son retornables.
La decidida política de sostenibilidad de la cervecera aragonesa le ha llevado a poner en marcha, también en La Cartuja, una de las mayores plantas solares sobre techumbre de Aragón con cuatro mil placas que le autoabastecen del 25% de la energía necesaria para su fabricación.
Además, la marca ha lanzado una nueva botella con un 85% de vidrio reciclado y de menor peso y sustituido más de cinco millones de anillas de plástico de sus packs de latas. Además, ha innovado con la primera Triple Zero que, sin alcohol y sin azúcar, compensa las emisiones de CO2 que no se han podido reducir, a través de los Bosques Ambar. La empresa Cobecsa que también ha recibido la certificación cambió todas sus botellas de agua ‘Lunares’ de litro y medio a PET reciclado.