La ampliación de Sogama definirá el futuro de la gestión de los residuos urbanos en Galicia
La ampliación del complejo medioambiental de Sogama en Cerceda (A Coruña) constituye todo un hito en el histórico de la compañía, configurándose como el proyecto industrial de mayor envergadura acometido por ésta desde hace más de una década.
Así lo aseguró su presidente, Javier Domínguez Lino, en el programa de clausura del espacio educativo Ecovoz. Desde los micrófonos de Radio Voz Galicia, expresó su más sincero agradecimiento a la empresa gallega Valtalia, adjudicataria del contrato, por haber cumplido con creces los plazos establecidos, permitiendo que, a día de hoy, ya esté construida y equipada la nueva planta de clasificación para los envases contenidos en la bolsa negra, y ello a pesar de las inclemencias meteorológicas de los últimos meses.
Tal y como explicó, a partir de este momento la instalación entra en período de pruebas, previendo que entre en operación a finales de este mismo año. Acto seguido, se acometerá la remodelación de la actual planta de reciclaje, tratamiento y elaboración de combustible y, una vez culminado este trabajo, a finales de 2019 Sogama logrará posicionarse entre las plantas de sus características más grandes y eficientes de Europa y del mundo, afianzándose en el primer puesto del ránking nacional.
CERRANDO EL CÍRCULO DE LA RECUPERACIÓN
La ampliación permitirá incrementar la capacidad del complejo en un 81%, pasando de las 550.000 toneladas anuales a 1 millón, y, con ello, multiplicar por cuatro la aportación de la empresa al reciclado, así como reducir el uso del vertedero a mínimos. La pretensión última es llegar al vertido técnico cero, que afectaría únicamente a la fracción de residuos que no se pueda reciclar ni valorizar material o energéticamente.
Domínguez también se refirió a la necesidad de trabajar en la recuperación de la parte orgánica de la basura y para ello ensalzó el cometido que desempeñará la planta de compostaje industrial puesta en marcha en el vertedero de residuos no peligrosos y que comenzará a operar una vez que los ayuntamientos más próximos implanten la recogida selectiva de la materia orgánica a través del quinto contenedor. Con una capacidad para procesar 15.000 toneladas anuales, la planta logrará producir entre 3.000 y 4.000 toneladas de compost de buena calidad y apto para ser aplicado en la agricultura y jardinería.
En referencia a la nueva legislación en el ámbito de los residuos, Javier Domínguez abundó en que ésta refuerza la gestión jerarquizada de los mismos como elemento clave para transitar hacia una economía circular, previéndose para ello el uso de instrumentos económicos. Así, avanzó que lo que quiere Europa es que se aplique primero la prevención y la preparación para la reutilización, continuando con el reciclaje y la valorización energética de la fracción no reciclable, y relegando el vertido a último lugar por su negativo impacto sobre el medio ambiente y la salud. De hecho, éste ha sido limitado a un máximo del 10% para 2035. En este nuevo escenario, y tal y como avanzó su presidente, Sogama está preparada para contribuir al cumplimiento de estas nuevas normas por parte de España.
Respecto a la campaña lanzada por la sociedad para ayudar en esa incesante lucha que debe librarse contra el desperdicio alimentario, dijo sentirse muy satisfecho con los resultados provisionales. La iniciativa se ha nutrido con distintos elementos divulgativos, esto es, una guía didáctica, un juego escolar online “En esta casa no se tira nada”, una cuña radiofónica y seis microvídeos a través de los cuales se pretende mostrar las negativas consecuencias que, desde la dimensión económica, ambiental, social y mismo moral, tiene arrojar comida a la basura. Y todo ello reforzado con charlas informativas y formativas impartidas en distintas localidades (Ourense, Marín, Baiona, Monforte de Lemos y A Coruña) por educadores especializados y dirigidas a asociaciones vecinales y consumidores.
Constituye, tal y como manifestó, “una pequeña contribución a ese gran objetivo del Parlamento Europeo de reducir en un 30% el desperdicio de alimentos para 2025 y en un 50% para 2030 y, sobre todo, representa una gran oportunidad para concienciar a la población de que la comida es un bien valioso que, lamentablemente, no está al alcance de todo el mundo y que, cuando la desperdiciamos, estamos tirando recursos naturales”.
Respecto a los objetivos de Sogama a corto plazo, Domínguez se refirió sin dudarlo a la culminación del proyecto de ampliación. “Este es nuestro objetivo más inmediato, y seguir trabajando cada día con la máxima dedicación y el mayor esfuerzo, entusiasmo e ilusión para prestar el mejor servicio público a todos los gallegos”, sentenció.