La EDAR de Orense triplicará su capacidad actual y corregirá los problemas de la actual depuradora
La nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Ourense permitirá tratar las aguas utilizadas por una población cercana a los 355.000 habitantes/equivalentes cumpliendo las condiciones de vertido que exigen las Directivas Comunitarias, así lo ha anunciado la directora general del Agua del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Liana Ardiles, durante su visita a los trabajos que ejecuta la Sociedad Estatal Acuaes.
La directora general de Acuaes, Aránzazu Vallejo ha señalado además que la nueva EDAR corregirá los problemas estructurales y operativos que presenta la depuradora actual, en concreto, el elevado riesgo de sufrir inundaciones así como su falta de capacidad.
La nueva instalación tendrá capacidad para tratar un caudal medio de 72.192 m3 al día, el triple de la capacidad de la actual planta. Un agua que, una vez tratada, se devolverá al río Miño en las condiciones adecuadas, lo que contribuirá al mantenimiento y conservación de sus ecosistemas asociados.
La actuación, impulsada por el Plan CRECE y que cuenta con un presupuesto de 59,3 millones de euros, está financiada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente–a través de Acuaes, con ayudas del Fondo FEDER de la Unión Europea–, la Xunta de Galicia y el Concello de Ourense
Está previsto que las obras terminen a finales de este año, a continuación se iniciará un periodo de pruebas de tres meses que dará paso a un periodo de puesta en marcha de un año. En la actualidad ya se ha ejecutado el 100% de las cimentaciones y el 95% de la obra civil de los grandes elementos como los digestores, el pozo de agua bruta, el tratamiento primario y los reactores biológicos. Asimismo, se ha gestionado la compra de prácticamente el 100% de los equipos y se encuentran en fase de montaje los tratamientos primario y biológico.
La EDAR presenta un diseño que cubre todas las superficies de los elementos del proceso, de manera que todas las actividades se realizarán en recintos cerrados, lo que permitirá agrupar los tratamientos con el mínimo movimiento de fangos, evitando la emisión de olores y de ruidos al exterior.
También incluye una galería de servicios en la que se instalarán todas las conducciones y los cableados eléctricos y de comunicación, lo que facilitará las labores de explotación y mantenimiento.
En la línea de agua, la EDAR contará con el sistema de decantación lamelar compacta, que combina en un solo tratamiento la decantación primaria y el desarenado-desengrasado, obteniendo una instalación con menor ocupación y la disminución de las afecciones ambientales.
La incorporación de las más modernas tecnologías de depuración también permitirá reducir la cantidad de biosólidos producidos, de manera que se puedan valorizar los fangos para su aplicación agrícola al tiempo que se reduce el consumo de reactivos.
El resultado es una instalación más eficiente y con un menor coste de explotación.
Una vez entre en funcionamiento la nueva planta, se demolerán las actuales instalaciones y se procederá al acondicionamiento y revegetación de los terrenos en los que se ubica, como parte de la recuperación ambiental y paisajística de todo el espacio afectado de la margen izquierda del río Miño.
Esta actuación está impulsada por el Plan de Crecimiento, Competitividad y Eficacia (CRECE) que prevé una inversión total de 1.100 millones de euros para avanzar en materia de depuración.
Con cargo a este Plan se están ejecutando este año en Galicia 15 actuaciones con un presupuesto total de 317,8 millones de euros (5 en A Coruña, 1 en Lugo, 6 en Ourense y 3 en Pontevedra) destinadas a conseguir que todos los municipios depuren adecuadamente sus aguas, ya que un agua mejor depurada incide directamente en el bienestar de los ciudadanos y en el mantenimiento de los ecosistemas.