Problemática y retos de la gestión de los RAEE en América Latina
El exponencial desarrollo tecnológico de las últimas décadas tiene como contrapartida la acumulación de basura electrónica: el tipo de residuo de mayor crecimiento a escala mundial. Cuando este material, que recibe el nombre de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) no es gestionado de forma adecuada resulta contaminante para el medio ambiente. En este contexto de crecimiento, los países de América Latina y el Caribe no son la excepción. Conscientes de esta problemática deriva en el leitmotiv del presente artículo.
El aumento de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (en adelante RAEE) en la región es indiscutible; se pronostica que los RAEE crecerán un 17,5% en los próximos años, de 4.22 kilotones en 2012 a 4.96 kilotones en 2015, según datos de la Universidad de Naciones Unidas. En números de producción, se destacan Brasil con más de 1600 kilotones, México con 1200 kilotones y Argentina con alrededor de 500. Según la misma fuente, en 2012 se generaron alrededor de 50 millones de toneladas de RAEE. Debido al aumento del uso de la tecnología móvil, esta cifra ascenderá a los 57 millones en 2015, de los cuales alrededor del 9% – unos 5 millones – corresponderá a los países de América Latina y el Caribe
En Latinoamérica, el reciclaje formal de los RAEE, que, en su mayoría, se limita al desensamble, es una actividad relativamente nueva. En países como Chile, Argentina, Perú, Colombia y Brasil, empresas tradicionales de reciclaje de metales han descubierto el mercado de reciclaje de los RAEE. Sin embargo, las cantidades recicladas están todavía en un nivel modesto ya que ni el marco político, ni la infraestructura logística permiten mayores volúmenes.
Artículo publicado en: FuturENVIRO Diciembre 2014