El cuidado del planeta, ¿cosa de mujeres?
Me hizo mucha ilusión cuando desde FuturENVIRO me pidieron esta tribuna para compartir mi visión de un futuro más sostenible y limpio, y cómo las mujeres pueden contribuir a ello. Sin embargo, cuando me puse seriamente a documentarme y a investigar para este artículo, encontré mas sombras que luces. Empezando por el propio concepto de cómo realmente se consigue esa sostenibilidad sin que las ideologías puedan con la ciencia, y sin arruinarnos por el camino…
Marta Perez Dorao, Presidenta de Fundación Inspiring Girls y Directora General de Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos (FECE)
No hay dudad de que un futuro más sostenible requiere de trabajo, el talento y la visión de todos, hombres y mujeres. Pero, y empezando por el tema del cambio climático, a pesar de que el 67% de las activistas por el clima son mujeres, y que las mujeres son las mayores afectadas por las catástrofes climáticas, en la actual COP menos del 25% de los puestos influyentes en los equipos negociadores son ocupados por mujeres. Por eso más de 400 líderes climáticas han firmado una carta abierta* reclamando mayor transparencia y contabilización de la igualdad de género en estas cumbres.
En este sentido, la mayor cercanía a las necesidades primarias de sus entornos, y la defensa de sus hogares e hijos, influye en el enfoque práctico y eficaz de las mujeres ante cualquier cambio. Y en relación a la «ideologización» del tema medioambiental, este enfoque es esencial para proteger los ecosistemas.
Estamos sufriendo un bombardeo de mensajes no suficientemente contrastados sobre el tema climático, que priman las posiciones políticas e ideológicas sobre la evidencia científica. Ayer todos los coches debían ser eléctricos, ¿y de dónde saldrá la energía para tanto enchufe?, esto no se explica, ni se explica que toda nuestra producción de energía eólica y solar no será suficiente para mantener todo nuestro parque automovilístico -si este fuera eléctrico-, si queremos también calentar las casas y ducharnos con agua caliente. Hoy es el metano el que hay que reducir a toda costa: todos contra la ganadería. Pero no se dice que los vertederos generan más metano, y que una adecuada gestión de residuos biogénicos reduciría sensiblemente este gas de efecto invernadero. Se alega que fenómenos climáticos se deben al calentamiento sin tener una serie histórica suficientemente documentada para probarlo. Se demoniza la energía nuclear, pero la compramos a Francia. Está muy bien querer proteger la tierra, pero siendo conscientes de que alguien tiene que pagar la fiesta.
Artículo publicado en el Nº84 Octubre – Noviembre 2021