La desaladora de Cap Djinet, en Argelia, ejemplo de buenas prácticas para Naciones Unidas
El proyecto de la planta desaladora de Cap Djinet, en Argelia, diseñada para afrontar la grave crisis de escasez de agua en el país, ha sido seleccionado como caso de buenas prácticas por parte de Naciones Unidas y como ejemplo de los beneficios de la colaboración público-privada en el sector de agua. El documento publicado por la ONU ha sido elaborado por el IESE y Aqualia en el marco de colaboración del programa PPP for Cities.
El estudio destaca el valor de la colaboración público-privada al aportar las empresas especializadas el “saber hacer” necesario para el diseño y la puesta en marcha de una instalación técnicamente tan compleja como una desaladora. Gracias a este esquema, el sector privado aporta la tecnología, experiencia, inversiones y eficiencia, mientras que el sector público puede proporcionar las garantías y requisitos administrativos necesarios en este tipo de operaciones.
El proyecto ha tenido un impacto socioeconómico muy destacado en la zona y ha contribuido al desarrollo del territorio. Por un lado, la administración argelina se ha beneficiado tanto de la transferencia parcial del riesgo financiero al sector privado, como de la disminución de los costes, al asumir la empresa la operación del servicio.
Por otro lado, como destaca el estudio, la desaladora de Cap Djinet alcanzó el objetivo prioritario de aumentar la cantidad de agua disponible para la población. Este hecho también incidió positivamente en la industria agrícola, uno de los sectores más afectados por la falta de agua. La desaladora está diseñada para producir un total de 100.000 m3 al día de agua potable y preparada para abastecer a una población de más de 500.000 habitantes en Argel y sus alrededores. Además, se crearon unos 150 puestos de trabajo locales en las diferentes fases del proyecto.
Tal y como recoge el caso de estudio, con este proyecto Aqualia ha contribuido de manera directa en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En concreto, los autores del caso señalan que la planta desaladora ha tenido “un alto impacto” en cinco de los ODS: el número 6 “Agua limpia y saneamiento”, el 13 “Acción por el Clima”, el 14 “Vida Submarina”, el 15 “Vida de Ecosistemas Terrestres”, y el 17 “Alianzas para lograr los objetivos”. Además, la infraestructura impacta de manera moderada en otros seis ODS (2,3,8,9,10 y 11).
Cuarto caso de Aqualia destacado por Naciones Unidas
Esta nueva publicación se suma a los otros tres casos de estudio analizados por la ONU: la depuradora de New Cairo, en Egipto; el acueducto El Realito, en México; y la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales El Salitre, en Colombia; en los que Aqualia ha participado.
Aqualia forma parte del proyecto PPP for Cities, iniciativa que acoge en España la Escuela de Negocios IESE, en asociación con Naciones Unidas a través de su Comisión Regional UNECE y su programa «International Centre of ExcellenceonPPPs» (ICoE). Aqualia lidera el área de Agua aportando su experiencia en los diversos grupos de trabajo y actividades, que tienen por objetivo desarrollar acciones de investigación, innovación y apoyo a las administraciones de todo el mundo en la planificación, gestión y desarrollo de proyectos de partenariado público privado (PPP) en el entorno de las ciudades.