TENER PRESENTE EL PASADO PARA NO COMETER LOS ERRORES EN EL FUTURO
Este artículo es de opinión sobre el resumen del 2018, año intenso que para mí, sienta las bases para un cambio de modelo económico, social y empresarial. El 2019 lo encaro con optimismo e ilusión, porque creo que será año para la consolidación de muchos objetivos y también barreras que pueden tornarse grandes oportunidades, pero sin duda será un gran año. El crecimiento es imparable, durante el siglo XX se creció en conocimiento humano más que en los 9 siglos anteriores, pero es que en 2018, solo con 18 años del S. XXI, se ha crecido lo mismo que en los 100 años anteriores.
La sociedad tardó casi 105 años en adoptar el teléfono como herramienta de uso diaria, pero en cambio, solo 15 en hacerlo con internet. Esto quiere decir que cada año que pasa marca un antes y un después, puesto que los conocimientos que se adquieren en esos 365 días son lo suficientemente importantes como para desencadenar un efecto mariposa que repercuta y condicione a la sociedad de los años posteriores.
Obviamente el crecimiento no se puede limitar, pero debemos tener cuidado con crecer de manera irresponsable, esto nos ha llevado a necesitar un cambio de modelo, la transición entre la economía lineal y la economía circular.
El 2018 ha sido un año de trabajo intenso, son muchas las iniciativas legislativas que se han llevado a cabo este año, quizá no en su
publicación, pero si en su entrada en vigor. Por ejemplo, este año se ha aprobado el paquete de economía circular de la UE, del que ya hemos hablado, pero que según nuestra opinión ha impuesto unos objetivos de valorización correctos, teniendo en cuenta que no todos los estados miembros parten del mismo punto de salida.
Este paquete también incide mucho en cómo deben contabilizarse estos objetivos, y esperemos que en 2019 se publique el método de calculo estandarizado, que para nosotros debe dejar claro lo que entra en el recuperador final y lo que sale como materia prima secundaria, indicando la merma de lo no reciclable y por tanto los impropios de lo recogido selectivamente, porque un residuo de calidad es imperativo para que sea reciclado.
También se ha aprobado la prohibición de plásticos de un solo uso, a partir del 2021, ya no se podrán producir envases o productos de un solo uso como bastoncillos desechables. Esta prohibición es más un reto de consumo y de cambio social que industrial, aunque obviamente hay modelos de negocios que deberán reinventarse. También entró en vigor la obligación de los tramites telemáticos con la administración, que afortunadamente y por deficiencias en los canales de comunicación fue aplazada por dos años más. En materia de gestión de residuos la tecnología avanza igualmente, ya sea con los vehículos de transporte de los residuos, o en el modelo de contenedores con sistemas de identificación para el pago por generación, o incluso con los sistemas de gestión propio que nos permiten automatizar procesos y hacer más eficiente todo lo relacionado con los trámites burocráticos.
Victoria Ferrer Maymo
Directora General, Gremi de Recuperació de Catalunya General
Publicado en: FuturENVIRO Nº 62 Julio 2019