El proyecto LIFE Phoenix, liderado por Aqualia, pionero en soluciones para la regeneración de aguas residuales y el tratamiento de microplásticos y contaminantes emergentes
Aqualia liderará durante los próximos cuatro años el proyecto de innovación LIFE Phoenix, que abordará la problemática de la reutilización de aguas residuales a nivel europeo, además de la creciente amenaza que suponen los contaminantes emergentes y microplásticos en nuestras aguas.
El proyecto, enmarcado en el programa europeo LIFE, cuenta con un presupuesto superior a los 3 millones de euros. El consorcio internacional, liderado por Aqualia, está formado por 8 entidades e incluye socios internacionales como Águas de Portugal y la compañía holandesa MicroLAN; otras nacionales como CETIM o Newland EnTech; y entidades públicas españolas como la Universidad de Almería, la Diputación Provincial de Almería y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).
Frente a un escenario de estrés hídrico cada vez más generalizado, incrementado en los países mediterráneos debido al cambio climático, la reutilización de aguas se plantea, no ya como una opción, sino como una necesidad para poder afrontar los retos futuros de la Unión Europea relacionados con la producción de alimentos y la política de aguas. El uso de este recurso en el sector agrícola, el mayor consumidor de agua potable de la UE, ayudaría a aliviar los escasos recursos hídricos de muchas zonas del continente
LIFE Phoenix, además, se enfrenta al creciente reto de los contaminantes emergentes y microplásticos, que causan problemas en los actuales sistemas de depuración, ya que son difícilmente eliminables, y suelen acabar en los mares y ríos, suponiendo un grave riesgo medioambiental.
La idea detrás del proyecto LIFE Phoenix surgió en 2018 ante la necesidad de atender el inminente endurecimiento por parte de la Unión Europea de los requisitos legales para el reúso de aguas residuales con fines agrícolas respecto de la actual normativa nacional vigente (RD 1620/2007). Por lo tanto, Aqualia y sus socios buscan convertir las aguas residuales en un elemento de alto valor para su reutilización en riego agrícola de forma segura y eficiente, de acuerdo con los nuevos requerimientos más restrictivos impuestos por Europa. En este sentido, el nombre del proyecto evoca al mítico “ave fénix”, que resurgía de sus cenizas de igual manera que en el futuro los efluentes tendrán una “nueva vida” y ya no serán considerados un mero residuo, sino una materia prima fuente de nuevos recursos de alto valor añadido (biocombustibles, biofertilizantes, agua regenerada, etc…).
Pedro Rodríguez, director de Estudios y Operaciones de Aqualia, destaca que este proyecto se alinea con el compromiso de la propia empresa en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en especial con el OD6 (agua limpia y saneamiento) y el ODS 12 (producción y consumo responsable). “La regeneración y
reutilización de las aguas residuales resulta vital para garantizar el equilibrio hídrico; dar una segunda vida al agua residual no debe ser una opción sino una obligación, siempre garantizando la calidad y seguridad”. Rodríguez recuerda que se recogen y tratan más de 165.000 millones de m3/año de agua en el mundo, de los cuales tan solo el 2% se reutiliza, a pesar de que se estima que la necesidad de agua en 2030 aumentará en un 40%.
El Organismo de cuenca del Guadalquivir se ha revelado en los últimos años como ejemplo de gestión sustentada en el conocimiento y la innovación para abordar la crisis climática que nos amenaza. En este sentido, las aguas regeneradas suponen para el presidente de la CHG, Joaquín Páez, “una vía fundamental para la agricultura andaluza, en una cuenca con estrés hídrico y un índice de explotación de agua para regadío muy alto”. Por ello, “proyectos como LIFE Phoenix, suponen una herramienta altamente eficaz para los gestores del agua que, cada vez con mayor frecuencia, debemos tomar decisiones desde la incertidumbre a la que nos aboca el cambio climático. Una situación, en la que no podemos actuar con ambigüedad sino con las certezas que nos proporciona el conocimiento para salvaguardar nuestros ecosistemas, única garantía de futuro para nuestra sociedad”, ha citado Páez.
El nuevo reglamento europeo sobre reutilización de agua será aplicable dentro de tres años en todos los países miembros. En este contexto, el proyecto LIFE Phoenix es pionero y posicionará a Aqualia y a sus socios a la vanguardia de la regeneración de aguas residuales y la eliminación de contaminantes emergentes y microplásticos.
Los objetivos-retos que afronta Phoenix son:
- Desarrollar soluciones innovadoras de regeneración de aguas residuales urbanas para pequeñas, medianas y grandes depuradoras, ajustando las soluciones a cada caso específico, en función del tamaño de población, calidad del agua, así como capacidad económica. Para cada tamaño de población se desarrollarán soluciones a medida, acorde a sus necesidades, para así alcanzar la sostenibilidad total, que se traduce en viabilidad técnica, económica y medioambiental.
- Cuantificar y eliminar contaminantes emergentes mediante procesos de oxidación avanzada.
- Cuantificar y eliminar microplásticos mediante procesos de filtración avanzada.
- Diseñar una planta demostrativa transportable con más de 12 tecnologías diferentes basada en un concepto multi-barrera flexible.
- Optimización del riego mediante gestión inteligente.
- Diagnosticar los sistemas terciarios existentes en la provincia de Almería para su optimización, con el fin de alcanzar los nuevos requisitos de calidad para uso agrícola, viabilidad de upgrading de plantas existentes para alcanzar los nuevos requisitos.
- Finalmente, desarrollar una herramienta de diagnóstico que permitirá seleccionar la mejor combinación de tecnologías para cada caso, realizando, además, un mapeo de los tratamientos terciarios de las depuradoras existentes tanto a nivel nacional como internacional.
El proyecto Phoenix diseñará y construirá varias plantas demostrativas integradas en contenedores marítimos. Dichas plantas serán itinerantes y se testarán en varias localizaciones por toda la península ibérica.
El proyecto comenzará su andadura en dos depuradoras de la ciudad de Almería (El Bobar y El Toyo), operadas por Aqualia como concesionaria del Servicio Municipal de Aguas del Ayuntamiento. En este sentido, el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, ha mostrado su satisfacción por el hecho de que la ciudad acoja este nuevo proyecto demostrativo, vital para la economía local, que tiene en la actividad agrícola uno de sus pilares: “El Phoenix tiene un gran potencial medioambiental y de sostenibilidad en cuanto a que está ya buscando soluciones a posibles problemas que podrían hacer peligrar la subsistencia del agua de riego para la agricultura, un sector de vital importancia para Almería en particular y en España en general”, ha declarado el primer edil, para quien la participación almeriense en este proyecto “demuestra la implicación y el compromiso del Ayuntamiento de Almería con el futuro de nuestra agricultura y de nuestros agricultores”.
En declaraciones de Carmen Navarro, Diputada de Empleo, Promoción Económica e Iniciativas Europeas de la Diputación de Almería, “el proyecto surge tras detectarse de forma temprana que la obligada transposición de la futura directiva europea a la normativa nacional podía no permitir que las infraestructuras de regeneración de aguas residuales, que con tanto esfuerzo se han venido ejecutando en la provincia de Almería, asegurasen los estándares de calidad necesarios para su uso en cultivos de invernadero y de hoja al aire libre, ambos de gran importancia para nuestra economía”.
Otras localizaciones en España serán Huelva y Toledo. En Portugal la localidad elegida es Abrantes, donde la depuradora de Fonte Quente es operada por Aqualia.