AIMPLAS desarrollará una tecnología de valorización de los residuos de la industria avícola para obtener nuevos envases biodegradables
Anualmente, la industria europea avícola desecha más de tres millones de toneladas de plumas procedentes de mataderos. Se trata de una importante fuente de queratina que en la actualidad acaba en vertederos o se incinera, y de la cual se podrían obtener diversos productos de alto valor añadido como son fertilizantes, bioplásticos, biocomposites, aditivos para envases biodegradables o recubrimientos para la industria textil.
AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, participa en el proyecto europeo KARMA 2020 cuyo objetivo es desarrollar procesos innovadores para extraer la queratina de estos residuos avícolas. Para ello, bajo la coordinación de CIDETEC, y con la participación de un total de 16 socios de diez nacionalidades distintas, se inician ahora los trabajos de investigación para diseñar este innovador proceso de valorización. Concretamente, tras la obtención del residuo, se procederá a su descontaminación para eliminar cualquier sustancia patógena que pudiera suponer un riesgo para la salud de las personas que lo manipularán en las distintas fases. Posteriormente, se obtendrán las plumas depuradas a nano o micro escala, para después lograr la procesabilidad de la queratina mediante diversos procesos.
Envases biodegradables, composites y fertilizantes
Una vez obtenida la queratina de las plumas, existen numerosas posibilidades de aplicación. Por ejemplo, estas partículas pueden ser incorporadas a biopolímeros obtenidos de fuentes renovables para la fabricación de envases completamente reciclables y biodegradables con los que envasar alimentos como los elaborados por la propia industria avícola. En otras palabras, se podría envasar un ave con sus propias plumas.
La fabricación de biocomposites es otro de los campos de aplicación de la queratina procedente de las plumas de las aves, ya que puede ser incorporada en forma de fibras y como copolímero en la matriz del composite.
Otra de las aplicaciones de la queratina obtenida de las plumas sería su incorporación en la fabricación de fertilizantes. La queratina está formada por aminoácidos cuya estructura presenta un alto contenido en nitrógeno, que es el componente principal de los fertilizantes utilizados en agricultura.
Textiles transpirables e ignífugos
El desarrollo de textiles técnicos también podría verse beneficiado de la incorporación de un componente como la queratina. Concretamente como recubrimiento, en forma de partículas que aportarían un efecto retardante de la llama así como propiedades de transpirabilidad, ya que la queratina es capaz de transportar el vapor de agua a través del recubrimiento.