La ineficiencia en la gestión de los residuos actuales, despilfarro ambiental y económico
Cada día en España consumimos 51 millones de envases de bebidas, de los que 28 millones acaban enterrados, incinerados y abandonados. La ineficiencia en la gestión de los residuos actuales no supone tan sólo un despilfarro ambiental, sino también económico, en especial para sectores como el de la recuperación. Los recicladores no quieren seguir asistiendo a este sinsentido y por eso apuestan por la eficiencia del Sistema de Retorno de envases de bebidas.
28 millones de envases cada día que tardamos una media de cinco minutos en consumir y que, una vez vertidos o abandonos, permanecerán más de 200 años en nuestro entorno hasta descomponerse. Un contrasentido de dimensiones gigantescas tanto a nivel económico como ambiental para cada uno de nosotros como sociedad, pero especialmente para el colectivo de los recicladores. Es precisamente este gremio el que podría transformar todos esos residuos en nuevos envases, ahorrando energía y materias primas y liberando a nuestro entorno de esa pesadísima y dañina carga y, sin embargo, atienden apesadumbrados al sinsentido de ver cómo todos esos residuos se entierran, queman o abandonan.
Es por ello que, desde el Gremi de Recuperació de Catalunya, hace años que se han propuesto investigar nuevos modelos de gestión de residuos que permitan recuperar esos 28 millones de envases diarios que se abandonan o entierran para poder introducirlos de nuevo en el ciclo económico. Y con este objetivo de mejorar esta absurda realidad, han decidido apostar por promover el Sistema de Devolución, Depósito y Retorno (SDDR).
Los recicladores valoran que este Sistema de Retorno para los envases de bebidas es la mejor solución para revertir el derroche actual y lo cierto es que las cifras avalan esta postura.
En el estudio ‘Flujos de residuos de envases’, el Gremi de Recuperació de Catalunya se puso manos a la obra para calcular el impacto positivo que tendría un Sistema de Retorno de envases para los recicladores, y las conclusiones fueron más que esperanzadoras.
Artículo publicado en: FuturENVIRO Diciembre 2014