Cómo fomentar la economía circular a través de la participación ciudadana: experiencia piloto en el barrio de La Victoria (Valladolid)
A raíz del movimiento del 15M ha habido un cambio en la manera de hacer política. Comienza a no ser válido el planteamiento de que las decisiones provienen de manera unilateral de los órganos de gobierno, sino que se debe tener en cuenta lo que los ciudadanos consideran que debe hacerse y cómo. De este modo, numerosas decisiones que se toman desde los gobiernos surgen a partir de propuestas de la sociedad civil que demanda formar parte activa de las políticas que influyen en su modo de vida.
Es en este momento donde entran con fuerza las políticas de participación ciudadana y gobierno abierto, como en el caso de los presupuestos participativos. Naciones Unidas se ha hecho eco de esta tendencia y, de hecho, fomenta las plataformas de participación ciudadana como herramienta para la elaboración de estrategias para la mejora de la prestación de servicios públicos y formulación de políticas.
Dichas plataformas contribuyen a que haya un mayor consenso en cuanto a las políticas a adoptar. Gracias a ellas, las decisiones van a provenir de los ciudadanos y, por lo tanto, serán difícilmente rebatibles, ya sea por otros ciudadanos o por partidos políticos. De esta manera, va a ser mucho más fácil que la ciudadanía participe, sienta el proyecto como propio y sumen fuerzas.
Bajo esta premisa, a finales de 2017, el Ayuntamiento de Valladolid, en colaboración con Ecoembes, la organización medioambiental sin ánimo de lucro que coordina el reciclaje de envases en España, se plantearon la puesta en marcha de un proyecto piloto encaminado a fomentar la economía circular a través de un proceso de participación ciudadana.
Isabel Tennenbaum Casado, Especialista en Gestión de Residuos, ECOEMBES
Publicado en: FuturENVIRO Nº 70 Mayo-Junio 2020