LIBERA presenta el primer protocolo de muestreo e identificación de microplásticos en ríos
La asociación Hombre y Territorio (HyT), dentro del marco de su convenio con el Proyecto LIBERA, creado por SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, ha diseñado el primer protocolo para la toma de muestras e identificación de microplásticos en ríos y otros sistemas acuáticos continentales de España. Este proyecto pretende conocer la presencia y origen de microplásticos en ríos y otros sistemas acuáticos de interior. De esta forma, a través de este protocolo que permite la toma de datos, será posible plantear distintas soluciones basadas en la ciencia.
“Como biólogos especializados en el medio acuático, el Convenio con LIBERA nos ha dado la oportunidad de poner en marcha una herramienta aplicada a la gestión, la participación, la investigación y con un elevado potencial de sensibilización y cambio de actitudes frente al medio natural”, apunta David León, coordinador del proyecto microplásticos en ríos de HyT.
Para su elaboración se han llevado a cabo, a lo largo de un año, pruebas de campo y de laboratorio, y se han desarrollado convenios con entidades técnicas y de investigación como con la Universidad de Sevilla y se ha consultado variada documentación bibliográfica. Además, se ha contactado con expertos y científicos de la Fredonia State University of New York, el Marine and Environmental Sciences Centre (MARE), el Florida Microplastic Awareness Project, la Coalition Clean Baltic, la Adventure Scientists Global Microplastics Initiative, la Asociación Vertidos Cero o durante el OSPAR Riverine litter workshop, celebrado en París en la primavera pasada, y donde se presentó el proyecto. Igualmente, se han realizado varias reuniones previas con el MITECO, que ha calificado el protocolo como el germen de la ciencia ciudadana de los microplásticos.
Para poner a punto la metodología de campo, se visitaron más de 30 ríos, principalmente en Andalucía y se ha tenido en cuenta que estuvieran en los siete ecosistemas terrestres más representativos de nuestro país: acuático interior; hábitat agrícola y parameras; bosque atlántico; bosque mediterráneo; bosque de ribera; hábitat costero; y de montaña y rocoso. Entre los ríos que se han visitado para llevar a cabo este proyecto algunos se encuentran incluidos en espacios protegidos como las Marismas del Odiel, Doñana o El Estrecho de Gibraltar.
Por su parte, para la metodología de laboratorio se ha contado con la colaboración del Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Sevilla y con el Servicio de microanálisis del Centro de Investigación, Tecnología e Investigación (CITIUS). Así, se ha logrado poner a punto los tratamientos de filtrado y preanálisis, identificación con lupa y análisis del polímero (naturaleza del plástico) por detección con infrarrojo, una de las técnicas más avanzadas actualmente.
Se ha conseguido definir una metodología de muestras basada en la experiencia y la mejora continua y, sobre todo, aplicable en diversos escenarios ya que cumple con los principios de seguridad, asepsia, control y replicabilidad. Esta metodología podrá, por tanto, ser empleada tanto a nivel nacional como internacional por otros estudios similares que requieran de muestreo de microplásticos en ríos y aguas continentales, y por distintos perfiles, desde profesorado de secundaria para poner en marcha un taller, hasta un equipo de investigación, pasando por asociaciones o equipo técnico de espacios naturales o de Confederaciones Hidrográficas para el seguimiento de la calidad de agua.
“Se trata de un proyecto totalmente innovador ya que es la primera vez que se pone a disposición de investigadores, técnicos de espacios naturales, confederaciones hidrográficas, docentes, entidades de voluntariado y público general una herramienta aplicable, adaptable y escalable a las diferentes necesidades y objetivos de cada iniciativa”, señala Sara Güemes, coordinador del Proyecto LIBERA en Ecoembes.
El protocolo ya se ha dado a conocer en el ámbito educativo, concretamente en un taller en Diverciencia de Algeciras, con cerca de 200 alumnos de secundaria; en la Universidad de Sevilla, para 20 alumnos de la asignatura de Limnología; y en el Seminario de basuras marinas del MITECO de 2019, con 60 asistentes de toda España.
Este protocolo tiene una gran importancia ya que, a pesar de que el 80% de toda la basura que llega al mar proviene de tierra, los ecosistemas terrestres y fluviales se encuentran menos estudiados que los océanos, donde se estima que cerca de 10 millones de toneladas de basura llegan cada año.
“Se estima que en nuestros mares y océanos hay entre 5 y 50 billones de microplásticos, los cuales entran principalmente por los cauces fluviales. Conocer el estado de salud de nuestros ríos es fundamental para abordar el problema desde el origen”, apunta Miguel Muñoz, coordinador del proyecto LIBERA de Ecoembes.
¿Cómo se lleva a cabo el muestreo?
Los fragmentos plásticos que llegan a los ríos por sus diferentes vías pueden comportarse de manera bien distinta dependiendo de su tamaño, estado y, sobre todo, composición. La base del muestreo de microplásticos realizado por HyT se ha basado en aquellos fragmentos que se encuentran en la columna del agua en flotabilidad positiva o neutra, en los primeros centímetros de la masa de agua.
Para seleccionar el punto de muestreo, se tienen en cuenta varias consideraciones, ya que un río, arroyo o tramo de estos puede ser vadeable o no. En caso de ser vadeable, se toma el agua directamente. Por otro lado, en el caso de tramos no vadeables o con corriente fuerte, se toma el agua indirectamente desde una estructura perimetral (puente, dique) o flotante (embarcación).
Como materiales se recomiendan diferentes equipos de toma de agua y filtración, que permitan volcar volúmenes de agua y concentrarlos en una pequeña muestra para el envío al laboratorio. Ya en laboratorio se realiza un segundo filtrado con bomba de vacío a cada una de las muestras obtenidas en el campo, con el fin de concentrar aún más la muestra y eliminar el agua.
Para realizar la identificación inicial de microplásticos se utiliza preferentemente una lupa binocular, además de microscopio óptico. Toda la información obtenida se traslada a una hoja de registro que se incluye también en el manual como ejemplo. Además, con el fin de ayudar a identificar estos microplásticos y no confundirlos con otros elementos (algas, pequeñas rocas, etc.), se incluye una guía de descarte y ayuda a la identificación.
Tras esta fase, el protocolo abre la posibilidad de identificar la naturaleza de los polímeros, para lo que se emplea la espectroscopia de transmisión de infrarrojo con transformada de Fourier (FTiR), la técnica más rápida y fiable utilizada actualmente en la identificación de polímeros en todo el mundo. Con esta técnica se obtiene, de una manera rápida y fiable el espectro característico de cada elemento.
Por último, está el volcado de datos. Para ello, hay que diseñar una tabla en la que ir volcando la información: de este diseño dependerá que después se pueda extraer la información necesaria para realizar diferentes análisis.