La Alianza Nacional contra el Hambre y la Malnutrición presenta en Oviedo una Guía para reducir el desperdicio de alimentos
La Alianza Nacional contra el Hambre y la Malnutrición (ACHME) ha presentado esta mañana, en la sede de Caja Rural de Asturias, la Guía de Recomendaciones sobre Cómo reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos, elaborada sobre la base de las conclusiones del II Encuentro Nacional de la ACHME, que se celebró el pasado mes de abril en Oviedo. Este acto es una de las 186 acciones asturianas en la Semana Europea de la Prevención de Residuos 2015.
Han intervenido Juan Luis Núñez, presidente de la Alianza contra el Hambre y la Malnutrición de España y presidente del Banco de Alimentos de Asturias; Antonio Blanco, director de la Fundación Alimerka; Gimena Llamedo, la directora de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo del Gobierno del Principado; Alejandro Díaz, director de Marketing de Caja Rural de Asturias, y Santiago Fernández, gerente de COGERSA, la entidad que coordina y promueve en nuestra Comunidad Autónoma la celebración de la mencionada campaña de alcance europeo.
Más de 40 expertos académicos, empresariales, de diferentes administraciones nacional, autonómica y local, de organizaciones sociales e instituciones nacionales, se dieron cita el pasado mes de abril en Oviedo, en el II Encuentro de la ACHME) con el fin de elaborar un Plan de recomendaciones para acabar con el desperdicio de alimentos.
En esta guía se presenta de forma didáctica y dinámica los distintos temas y propuestas tratadas en las cuatro mesas de trabajo del encuentro en Oviedo, así como el resumen y conclusiones de las mismas. Para facilitar la adaptación de los contenidos a los intereses de los diferentes públicos, el tema es analizado desde cuatro ópticas: la política y de las administraciones públicas; la óptica social del tercer sector; la empresarial; y la académica e investigadora.
En la presentación de la Guía, Juan Núñez, presidente de la Alianza, señaló en su intervención que “la Guía pretende ser un instrumento útil para buscar soluciones al problema del hambre y la malnutrición, recogiendo las conclusiones de los participantes en el II Encuentro de la Alianza celebrado en abril”.
Durante la presentación de la Guía, Antonio Blanco, director de la Fundación Alimerka, ha señalado que “entre las 73 ideas para conseguir los objetivos marcados de reducción de desperdicios alimentarios, destaca la coordinación entre las administraciones públicas y la sensibilización social proponiendo cambios de actitud; a las empresas se les pide que tengan este asunto en su agenda de preocupaciones”.
Conclusiones sobre el Desperdicio de Alimentos (PDA)
Una primera conclusión del tema analizado es que es necesario aprovechar el momento, el impulso, la confluencia de diferentes actores y de múltiples voluntades. Es una tarea que no debe ser postergada y una oportunidad que no debe ser desaprovechada. Conviene poner atención a los conceptos de PDA que se manejan en organismos internacionales y en la Unión Europea. La reducción de las PDA debe ser una responsabilidad común de todos los actores de la cadena alimentaria. Se requiere actuar con una visión de conjunto, con una visión de cadena, de forma coordinada, en la misma dirección, con una clara vocación de colaboración multisectorial.
Dentro de esta responsabilidad compartida, que incluya la urgencia y la profundidad de la problemática de las PDA y que mueva a la acción. Una narrativa que rescate la cultura de aprovechar, arreglar, recuperar… propia de generaciones precedentes o de determinadas culturas.
Se necesita buscar un mensaje común, compartido por el mayor número posible de actores de la cadena alimentaria, que tenga gancho, que sea al mismo tiempo sencillo y contundente, para calar en la sociedad. Este mensaje debe ser adecuadamente comunicado; en este proceso será muy importante generar complicidad con los medios de comunicación.
La reducción de las PDA no debe ser la principal respuesta en la lucha contra el hambre. Si bien es cierto que a nivel global el gran volumen de PDA generado por los sistemas agroalimentarios guarda relaciones causales con algunos de los factores que agravan el problema del hambre, los casos de vulnerabilidad alimentaria que se presentan en la sociedad española deben ser abordados en el marco del estado de bienestar desde el enfoque del derecho humano a la alimentación. La canalización de excedentes de alimentos hacia colectivos en necesidad es solamente una contribución temporal, aunque necesaria, mientras el Estado arbitra soluciones justas y estables.
La ACHM-E se constituye como la Red de Apoyo en España a la Alianza contra el Hambre y la Malnutrición (ACHM) promovida por la Agencia Internacional sobre Alimentación y la Agricultura- FAO-, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola –FIDA-, el Programa Mundial de Alimentos –PMA-, y la Organización Biodiversity International, además de una serie de organizaciones internacionales líderes y organizaciones de la sociedad civil comprometidas para terminar con el Hambre y la Malnutrición a nivel mundial.