La economía circular, mucho más que una estrategia de residuos
Es el momento de apostar por un nuevo modelo industrial de consumo y producción sostenible con un uso más eficiente de los recursos. Para ello es necesario dejar atrás la filosofía del “usar y tirar“, y trabajar por un modelo de economía circular de “usar y reciclar”, en el que los residuos se transforman en recursos, buscando la eficiencia a lo largo de todo el ciclo: ecodiseño de los productos, materiales fácilmente reciclables, desarrollo de sistemas de recogida, reciclaje final… y todo ello con el uso de materias primas renovables y recursos locales.
La industria del papel aplica ya hoy ese modelo. Es una bio-industria basada en un recurso natural y renovable -la madera- que se cultiva en plantaciones. Fabrica productos naturales, que se reciclan masivamente. Y sus procesos de fabricación son altamente eficientes en el uso de agua y energía y en la gestión de los residuos.
La economía circular no es una estrategia únicamente para los residuos, sino que está vinculada a muchas otras políticas y normativas. Se trata de un nuevo paradigma que hace necesario revisar y alinear las políticas sobre materias primas y sostenibilidad.
Tanto en España como en Europa, necesitamos una nueva política de materias primas que permita una transición hacia una economía circular, incorporando a los diferentes actores que participan en el círculo virtuoso del reciclaje, desde el ciudadano hasta el reciclaje final que se produce, por ejemplo, en una fábrica de papel.
Para poner en marcha esta nueva política, será necesario adoptar una serie de medidas legislativas, operativas y de apoyo social.
Los principales aspectos que se deben incluir en ese nuevo marco legal para una política de residuos, se refieren a los objetivos de reciclaje y su medición, a la prohibición de llevar a vertedero residuos reciclables y a un marco legal adecuado para los residuos del reciclaje.
Para empezar, resulta prioritario marcar objetivos de reciclaje de residuos ambiciosos y homogéneos para todos los materiales. Y, para poder comparar la evolución, los flujos deben ser medidos de forma homogénea en toda Europa.
Los residuos reciclables no son basura, son un recurso valioso, y por lo tanto no deben acabar en los vertederos. La solución pasa por prohibir la entrada de residuos reciclables en los vertederos.
David Barrio, director de Reciclado y Logística de ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón)
Artículo publicado en: FuturENVIRO Marzo 2015