Envases circulares: Normas y retos
Todo pronóstico indica que, siguiendo las pautas actuales de consumo y producción, la cantidad de residuos de envases plásticos aumentará a un ritmo apresurado. Desde EuRIC, estamos trabajando para que la futura directiva europea relativa a los envases y residuos de envases se refuerce con miras a aumentar las tasas de reciclaje, mejorar el diseño de los envases para facilitar su reciclado, así como incrementar el contenido de material reciclado en los nuevos envases.
María Vera Duran, Project Officer at EuRIC AISBL
Revisión de las normas: del diseño del envase a su reciclaje
Asumimos que la generación de residuos aumenta a medida que lo hace la población y el consumo. En el caso de los residuos de envases, la generación de éstos crece de forma mucho más acelerada, a un ritmo mayor que el crecimiento demográfico o el PIB. En 2019, se alcanzó un nivel récord: cada ciudadano de la Unión Europea generó de media 177,4 kg de residuos de envases, de los cuales 34,4 kg corresponden a envases de plástico.
Debido a este incremento, a pesar de que el volumen de residuos de envases plásticos que se reciclan aumenta cada año, la tasa de reciclaje se mantiene baja: sólo el 41% de estos envases son reciclados en la UE. Además, existen importantes disparidades entre los Estados miembros: mientras que en Lituania se recicla el 70% de los envases de plásticos, en Países Bajos el 57% y en España el 52%, en otros países como Francia esta cifra cae al 27% o al 11% en Malta (Eurostat, 2019).
Esto sugiere que los sistemas de recogida y los modelos de separación deben optimizarse en toda la UE, siendo también necesario un incremento de la capacidad de las operaciones de reciclaje para afrontar el creciente volumen de residuos de envases de plástico generados.
Para hacer frente a estos retos, la Comisión Europea está completando la revisión de la Directiva 94/62/CE relativa a los envases y residuos de envases, proceso que comenzó hace dos años y que se prevé que finalice entre julio y octubre de 2022.
Por ello, nos encontramos ante una etapa crucial para adoptar medidas ambiciosas, establecer y definir nuevos objetivos de reciclado y criterios básicos que todos los envases puestos en el mercado en los Estados Miembros deben cumplir según la mencionada Directiva.
Desde EuRIC – la Confederación Europea de Industrias del Reciclaje, con sede en Bruselas – tenemos la certeza de que sólo a través del aumento del reciclaje de los envases plásticos y la incorporación de plástico reciclado en nuevos productos se logrará cerrar el ciclo de la economía circular.
“Este producto contiene plástico reciclado”
Asegurar que todos los nuevos envases incorporen un contenido mínimo obligatorio de plástico reciclado es de suma importancia. Esto ya es una realidad en las botellas para bebidas (botellas PET) a través de la Directiva (EU) 2019/904, las cuales deberán contener al menos un 30% de plástico reciclado a partir de 2030. Es, por tanto, momento de establecer objetivos obligatorios de contenido reciclado para el resto de los envases.
Actualmente, sólo un 12% de plástico reciclado es incorporado en el proceso de fabricación de nuevos envases. Estableciendo requisitos obligatorios de contenido reciclado en la nueva directiva, no sólo se asegurará la demanda de material reciclado, sino que fomentará la competitividad de las empresas recicladoras, estimulando la inversión de capital para aumentar la capacidad de sus instalaciones.
Desde EuRIC, apostamos por la inclusión en la directiva de un 40% de contenido mínimo obligatorio de plástico reciclado en todos los envases de plástico para 2030. Además, la armonización de una metodología para cuantificar y verificar el contenido de material reciclado en cada envase es primordial para evitar el llamado “green-washing”: marcas que anuncian contenido reciclado cuando en realidad todo el envase está basado en materiales vírgenes.
Para evitar una sustitución desafortunada en la selección de materiales y proteger la reciclabilidad, esta obligación legal de incluir contenido reciclado en los envases debe hacerse extensible a otros tipos de materiales (aluminio, acero, vidrio, papel y cartón, etc.), siendo imperativo que los Estados Miembros presenten información sobre el contenido reciclado en todos los envases comercializados dentro de sus respectivos territorios.
Diseñados para ser reciclables
Otra de las claves para aumentar el volumen de plásticos reciclados es lograr que todos los envases comercializados en la UE sean 100% reciclables en 2030 de forma viable. Se espera que este requisito junto con una definición uniforme de “reciclabilidad” sean incluidos en la directiva.
Para este fin, es necesario evaluar la reciclabilidad real de los envases, seleccionar y eliminar gradualmente los embalajes que no lo sean. Dicha evaluación debe realizarse en la práctica antes de su comercialización y en base a las técnicas de clasificación y reciclado existentes a escala industrial (puesto que, en un laboratorio, prácticamente todo es reciclable). Asimismo, debe considerarse que haya suficiente cobertura geográfica para este fin, ya que un envase puede ser reciclable en un país europeo y en otro país vecino se carezca de las instalaciones necesarias para ello.
Cabe señalar que, si no hay un material que sea reciclable a la entrada de la planta recicladora, difícil será obtener un material reciclado de calidad a la salida. En definitiva, el diseño para el reciclaje y la evaluación de la reciclabilidad de los envases son herramientas claves para mejorar la eficiencia y la calidad del material reciclado.
Desde EuRIC, proponemos a la Comisión la adopción de una definición de “envase circular”. Esto debería incorporar no sólo la definición de reciclabilidad del envase sino también incluir el objetivo de contenido de material reciclado en el nuevo producto.
El proyecto CIMPA: impulsando el reciclaje de los envases flexibles multicapa
Bolsas de patatas fritas, envoltorios de snacks y caramelos, paquete de café, envases de productos congelados, de embutidos, envasados al vacío…, los plásticos multicapas forman parte de nuestro día a día, siendo uno de los materiales favoritos de la industria alimentaria. Gracias a la combinación de varios tipos de materiales (PET, PE, PA, aluminio, etc.) con diferentes propiedades, permiten prolongar la vida útil de los alimentos, garantizando la calidad y frescura de los mismos. Es por ello que, anualmente, se utilizan alrededor de 2 millones de toneladas de films multicapa como envases de alimentos.
Sin embargo, esta estructura multicapa en la que varios materiales se fusionan entre sí hace que su reciclaje sea muy complejo y por ese motivo, actualmente, este tipo de envoltorio acaba siendo incinerado o peor aún, desechado en vertederos.
De esta problemática nace el proyecto CIMPA, el cual propone soluciones innovadoras para desarrollar la primera cadena de valor para el reciclaje de plásticos multicapas, procedentes de la industria alimentaria y la agricultura, con la finalidad de retener entre el 12% y el 72% de su valor. Dichas soluciones van desde el ecodiseño de los plásticos hasta el desarrollo de nuevas tecnologías para la clasificación y separación de los diferentes films (aplicando marcado digital e infrarrojo NIR), la combinación de procesos de reciclaje mecánico y físico (disolución) y la aplicación de procesos de descontaminación y mejora de propiedades. Este último paso es clave ya que los envases plásticos pueden contener residuos de usos anteriores y contaminantes. Por tanto, se debe llevar a cabo un proceso de descontaminación para garantizar que el plástico reciclado es de calidad y seguro para su uso en materiales en contacto con alimentos. Esto permitirá la reintroducción de polímero reciclado en los procesos de fabricación y cumplir con las demandas de contenido reciclado en los nuevos productos.
Este proyecto, que cuenta con fondos europeos del programa H2020, reúne a 13 socios de 5 países, representando toda la cadena de valor: empresas de gestión de residuos (PAPREC), proveedores de tecnología de clasificación (Filigrade y Pellenc ST), institutos de investigación (IPC, AIMPLAS, VTT y TNO) y productores de film multicapa (Eversia, Leygatech, Barbier), un instituto de estudios de actitud del consumidor (Prospex), consultores (Benkei) y la confederación europea representando la industria del reciclaje (EuRIC).
EuRIC contribuye como socio representando a la industria del reciclaje y liderando las actividades de comunicación, difusión y explotación de resultados, además de los estudios pre-normativos. Estos últimos se centran en la revisión de la legislación europea y nacional, así como en identificar las necesidades de modificación en las normas y estándares relativos al diseño circular, la fabricación y el reciclaje de los films multicapas.
Toda la información del proyecto y sus resultados pueden consultarse aquí: cimpa-h2020.eu
Artículo publicado en el Nº 90 Mayo – Junio 2022