Reciclaje de paneles fotovoltaicos: circular, sostenible y competitivo
Una de las causas que han provocado esta falta de atención es la escasa generación de este tipo de residuos, dada la larga vida útil de estos aparatos: entre 20 y 25 años de media. Tal es así que, en 2014, el volumen de paneles fotovoltaicos en desuso fue 1.000 veces menor que el de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) generado ese mismo año, en el que se alcanzó el récord de 41,8 millones de toneladas.
Si a ello añadimos que, en nuestro país, el ritmo de instalación de paneles ha descendido considerablemente desde 2009, a causa de políticas energéticas que no han fomentado el autoconsumo, la gestión de los residuos de este tipo de aparatos podría parecer una cuestión menor. Sin embargo, es una percepción alejada del desafío medioambiental que se prevé en los próximos años.
Según el último informe de la International Renewable Energy Agency (IRENA), a finales de 2016, el flujo mundial de residuos de paneles solares se situará entre 43.500 y 250.000 toneladas, es decir entre el 0,1% y el 0,6% de los cuatro millones de toneladas instaladas hasta ese momento.
A largo plazo, el informe prevé que se generarán entre 1,7 y 8 millones de toneladas en 2030 y entre 60 y 78 millones de toneladas en 2050. Esto implica que, a mediados de este siglo, los residuos de paneles podrían superar en un 10% el total de residuos electrónicos generados por otros aparatos.
Si las cifras de generación de residuos de paneles no son nada desdeñables, lo mismo sucede con las previsiones sobre el valor de las materias primas recuperables mediante su reciclaje, más aún para una sociedad que, como la europea, está inmersa en la transición hacia un modelo de economía circular.
Según IRENA, este valor podría ascender a 450 millones de dólares en 2030. En volumen, equivaldría a la cantidad de materias primas necesarias para producir actualmente alrededor de 60 millones de nuevos paneles o 18 GW de capacidad de generación de energía. En 2050, este valor ascendería a 15.000 millones de dólares, equivalente a las materias primas necesarias para fabricar 2.000 millones de paneles o producir 630 GW.
Normativas europea y española
Cabe destacar que la Unión Europea es la única región del mundo que cuenta con un marco legal para el tratamiento de residuos de paneles fotovoltaicos, tras incorporar estos aparatos a la Directiva de 2012 sobre gestión medioambiental de RAEE.
En lo que a España se refiere, el reciclaje de paneles fotovoltaicos es obligatorio desde febrero del año pasado, tras la entrada en vigor del Real Decreto 110/2015, por el que se transpuso la Directiva europea a nuestro ordenamiento jurídico.
Al igual que sucede desde 2005 con el resto de aparatos electrónicos, desde 2015 el productor e importador de módulos fotovoltaicos es el responsable de financiar la organización de la recogida y el reciclaje de los paneles que comercialicen al llegar estos al final de su vida útil, en base al principio de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP).
El productor se encargará, además, del reciclaje de aquellos paneles que sean remplazados por otros nuevos, según la conocida en el sector como norma del 1×1; mientras que, en el caso de los llamados residuos históricos –productos introducidos en el mercado antes del 13 de agosto de 2005–, es el usuario final quien debe correr con los gastos de la recogida y el tratamiento.
Los productores también están obligados a informar trimestralmente al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de sus ventas, así como del volumen de paneles reciclados y de los materiales y cantidades recuperadas. Igualmente, deben informar a los compradores de la importancia de la recogida selectiva de estos residuos, así como a las empresas de tratamiento sobre su manejo durante la recogida, almacenaje, desmontaje y posterior tratamiento y los materiales peligrosos que contengan.
Dadas las previsiones de generación de residuos de paneles, la UE establece para estos los mismos objetivos que para el resto de categorías de RAEE. Así, a partir de 2016, será obligatorio reciclar el 45% del peso medio de los paneles puestos en el mercado los tres años anteriores, objetivo que se irá incrementando hasta llegar, en 2019, al 65% del peso medio de los aparatos introducidos en el mercado en los tres años precedentes, o el 85 % de los residuos electrónicos generados.
José Pérez, Consejero delegado de Recyclia*
Recyclia es la plataforma que gestiona a cuatro SIG: Ecopilas, Ecofimática, Ecoasimelec
y Tragamóvil, fundaciones dedicadas a la recogida selectiva y el reciclaje de pilas
usadas y RAEE.
Artículo publicado en: FuturENVIRO Nº34 Octubre 2016