El riego inteligente y la telelectura, tendencias en el sector agrario para 2021
Durante el 2021, uno de los principales avances en el sector agrícola será la mejora de la eficiencia hidráulica y operativa de las redes mediante la instalación de contadores de telelectura para abonados y la sensorización de la red. Asimismo, el riego inteligente, basado en las necesidades hídricas reales de los cultivos, la humedad del suelo y la previsión meteorológica, se generalizará gracias a los avances de la teledetección y la sensórica. En este ámbito, las soluciones tecnológicas y la reprogramación automática del riego optimizarán el consumo de agua mejorando la sostenibilidad medioambiental al reducir la huella hídrica y la huella de carbono.
Begoña Tarrazona, Irrigations Consultant en Idrica, detalla en este artículo su visión de las tendencias en el sector agrario para 2021.
Punto de partida del sector agrario
Uno de los mayores retos para las comunidades de regantes es la monitorización de todos los activos de la red y la automatización más allá de funciones básicas (llenado de balsas, programación del riego, etc.). El impulso de la sensorización, que todavía es muy limitada, supondrá avances en la operación y control de la infraestructura.
Durante el 2021, se prevén nuevas inversiones en telelectura y riego inteligente, pero, al mismo tiempo, habrá que volver a poner en funcionamiento las tecnologías ya implementadas y que no están siendo utilizadas por falta de experiencia del operador de las infraestructuras.
La sostenibilidad medioambiental y la mejora en la eficiencia hidráulica impulsarán la transformación del sector agrario, que sin duda se dirige hacia la gestión centralizada y automática.
Tendencias para el 2021
1 – Telelectura y control de fugas
La implantación de la telelectura sigue siendo un tema pendiente para la mayoría de las comunidades de regantes. Pese a que esta tecnología es una de las claves para impulsar la eficiencia en el riego, es frecuente que la inversión inicial que implica sea asumible solo a través de subvenciones públicas. Por eso, en pleno siglo XXI la tónica general es la toma visual de lecturas durante varias semanas por parte de cuadrillas, lo que aumenta los costes, retrasa la obtención del dato y deja margen al error humano.
En la búsqueda de una mayor eficiencia, tanto hidráulica como operacional, el futuro del riego pasa por la telelectura. Igual que sucede en el área de agua potable, este avance mejorará la gestión del ciclo de facturación: la lectura, la facturación y el cobro; y, mediante la lectura, en tiempo real, de los contadores de abonado y con la aplicación de algoritmia avanzada, podremos controlar fugas, fraudes o tener una previsión de la demanda.
Ante la ausencia de telelectura, el primer paso para controlar las fugas en red es realizar un estudio previo para decidir dónde instalar contadores sectoriales, de forma que se realicen balances hídricos por sectores, y dónde instalar trasductores de presión para la detección de caídas bruscas de presión. El análisis, en tiempo real, del caudal consumido y su comparación con datos históricos, así como el conocimiento de las presiones en la red en tiempo real, va a permitir acotar el sector donde se encuentra la fuga.
2 – Riego inteligente
Durante el próximo año, cada vez más comunidades de regantes van a apostar por regar en función de las necesidades reales de los cultivos y del estado de humedad del suelo. Esto es lo que llamamos riego inteligente. En base a la teledetección y a la sensórica implementada en los campos, para el cálculo del balance hídrico, las soluciones tecnológicas indicarán cuándo y cuánto regar para optimizar el consumo de recursos hídricos y, con ello, favorecer la sostenibilidad medioambiental.
La teledetección en sí misma supone un gran avance, ya que nos ofrece información sobre el estado de los cultivos sin necesidad de desplegar ningún activo. Las imágenes de satélites pueden llegar a construir el mapa de salud de la vegetación y del suelo, mediante la detección de ciertos parámetros como la humedad, el índice de biomasa fotosintéticamente activa o la nitrificación. Durante el 2021 se prevé que la teledetección sea capaz de ofrecer una información cada vez de mayor complejidad.
Un paso más allá en esta tendencia es el ajuste automático de la programación de riego a través de la aplicación de algoritmia, teniendo en cuenta las necesidades de agua del cultivo, el estado del suelo y la previsión meteorológica.
La mejora de la sostenibilidad medioambiental es una de las principales ventajas: al optimizar el consumo de agua, también se reduce el consumo energético empleado para su bombeo.
3 – Integración de datos
Tanto la telelectura como el riego inteligente implican una mayor cantidad de datos disponibles y listos para analizar, por lo que la integración de la información va a ser sin duda una de las principales tendencias.
Para una mejor toma de decisiones, resulta clave poder ver – en tiempo real – toda la información relevante del sistema en una única plataforma. Con este objetivo, en los próximos años, la monitorización de todos los activos y el control de los consumos se convertirán en algo habitual.
Para extraer valor a los datos es, además, necesario que las comunidades de regantes cuenten con especialistas en el manejo de este software específico.
Estas son algunas de las tendencias recogidas en el informe Global Water Trends 2021 de Idrica: un listado exhaustivo de las nuevas tecnologías que transformarán el sector del agua durante este año.