Entrada en vigor en todo el mundo del límite del 0,5 % de azufre para los buques
A partir del 1 de enero de 2020, el contenido máximo de azufre de los combustibles para uso marítimo se reduce al 0,5 % (frente al 3,5 % anterior) a escala global, lo que reducirá la contaminación atmosférica y protegerá la salud y el medio ambiente. Las emisiones de óxido de azufre procedentes de los motores de combustión de los buques causan lluvia ácida y generan un polvo fino que puede provocar enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como una reducción de la esperanza de vida.
Adina Vălean, comisaria de Transportes, ha declarado: «El transporte marítimo es una actividad global, y la reducción de las emisiones requiere soluciones globales. La entrada en vigor del límite global de azufre representa un hito importante para todo el sector marítimo, ya que contribuirá a reducir más las emisiones de contaminantes atmosféricos nocivos, lo que beneficiará directamente a ciudades y comunidades de todo el planeta, incluidas las grandes ciudades situadas en las costas meridionales de Europa.»
Virginijus Sinkevičius, comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, añadió: «El Pacto Verde Europeo permitirá alcanzar la meta de cero emisiones y, por tanto, la neutralidad climática y un entorno libre de toxicidad. La Unión aspira a proteger el bienestar de nuestros ciudadanos, pero también a garantizar unos entornos, mares y océanos sanos y limpios en el marco de una economía azul sostenible, sin emisiones de carbono, y en la que todas las partes, incluido el transporte marítimo, trabajen juntas.»
La Unión, ejemplo internacional a seguir en su enfoque de limitación del azufre
Desde 2012, la UE ha actuado con contundencia para reducir el contenido de azufre de los combustibles para uso marítimo a través de la Directiva sobre el azufre. En 2016, la Organización Marítima Internacional mantuvo 2020 como fecha de entrada en vigor del límite global del 0,5 % de azufre.
Además, en algunos ecosistemas muy frágiles, como el mar Báltico y el mar del Norte, designados como «zonas de control de emisiones de azufre» (SECA), el contenido máximo de azufre ya se redujo al 0,10 % en 2015. Estos límites de azufre más estrictos han reducido la concentración de dióxido de azufre en torno a las zonas SECA a menos de la mitad, lo que conlleva beneficios para la salud de las personas en las regiones costeras y en los puertos, mientras que el impacto económico total en el sector fue mínimo.
Próximos pasos para la sostenibilidad en el transporte marítimo
Sobre la base del éxito de la aplicación de los límites en la zona de control de emisiones (ECA), se espera que la introducción del límite global de azufre arroje resultados similares. La UE también está trabajando activamente en el contexto del Convenio de Barcelona sobre la posible designación por parte de la OMI de zonas de control de emisiones en otras aguas de la UE, como, por ejemplo, el Mediterráneo.
La UE se ha esforzado por desempeñar un papel activo en la lucha contra las emisiones marítimas en general, tanto a nivel comunitario como global. En 2018, la OMI acordó reducir las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del transporte marítimo en al menos un 50 % para 2050. La UE y sus Estados miembros desempeñaron un papel fundamental en la negociación y la finalización del acuerdo para el sector, que en la actualidad representa entre el 2 y el 3 % de las emisiones mundiales de CO2. Ya han comenzado las negociaciones en la OMI para traducir este acuerdo en medidas concretas.
Para hacer frente a la contaminación por plásticos en los océanos, la UE adoptó nuevas normas sobres las instalaciones portuarias receptoras, asegurándose de que los desechos generados a bordo de los buques o recuperados del mar se recojan y traten en los puertos.
La UE también está trabajando con la OMI para responder a las preocupaciones sobre los vertidos de aguas procedentes de los sistemas de postratamiento utilizados por los buques. El objetivo es garantizar la plena sostenibilidad de estos sistemas, posiblemente mediante el establecimiento de requisitos legislativos más estrictos y uniformes.
Antecedentes
El transporte marítimo tiene un impacto directo en la calidad del aire en muchas ciudades costeras europeas. Los gases de escape procedentes de los buques son una importante fuente de contaminación atmosférica, en particular las emisiones de óxido de azufre como consecuencia de la combustión de fuelóleo. Los óxidos de azufre son perjudiciales para el sistema respiratorio humano y dificultan la respiración.
Los buques utilizan tradicionalmente fuelóleos para su propulsión, que pueden tener un contenido de azufre de hasta un 3,5 %. A efectos de comparación, el contenido de azufre de los combustibles utilizados en los camiones o turismos no debe superar el 0,001 %. La Directiva sobre el azufre de 2012, que se revisó en 2016, redujo las emisiones de SOx mediante el establecimiento de niveles máximos de contenido de azufre en los combustibles para uso marítimo e incorporó nuevas normas establecidas por la Organización Marítima Internacional en el Derecho de la Unión, tanto dentro de zonas regionales protegidas como fuera de estas.