Un estudio analiza cómo reducir la contaminación ambiental por parte de los residuos vinícolas
26 de octubre de 2010
En general, la industria vitivinícola produce residuos orgánicos perjudiciales para el medio ambiente. En virtud de ello, la legislación exige tratar estos desechos antes de liberarlos sobre el suelo o el agua. Así pues, los científicos trabajan en la búsqueda de nuevos sistemas que descontaminen de manera eficaz y a bajo coste. De ahí, los esfuerzos de Michele Arienzo, investigador de la Universidad Federico II de Nápoles (Italia), junto con el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (Irnasa). El experto aborda la contaminación del medio ambiente en un estudio efectuado en Australia sobre manejo y tratamiento de las aguas residuales de la industria del vino. Según el investigador, estas aguas poseen un contenido de materia orgánica muy alto y un pH muy ácido, por lo que pueden afectar gravemente a la calidad del suelo. Y es que en la actualidad, estas aguas no se pueden verter tal y como están, por lo que se deben tratar a fin de aminorar su impacto medioambiental. Tras su tratamiento, han de presentar unos parámentros bajos de contenido de materia orgánica, pH y materia sólida.
La investigación se centró en los obstáculos, en cómo mejorar el tratamiento de las aguas y el coste que representan, así como su destino ambienta. Se pretendía hallar las soluciones idóneas para facilitar el trabajo de los productores. En consecuencia, se observaron las técnicas ideales en la producción vinícola que reducían el impacto ambiental y los compuestos químicos empleados, se analizaron diversas alternativas y la posibilidad de reutilizar dichas aguas para regar las explotaciones. Se llegó pues a la conclusión que dichas aguas residuales no son una basura a arrojar, sino que se pueden emplear para fertilizar el suelo.