Diversas organizaciones agrarias denuncian que el nuevo Plan de Energías Renovables 2011-2020 relega a la biomasa
1 de mayo de 2010
Las entidades agrarias Asaja, Coag, Upa y Cooperativas Agro-alimentarias exigen que se tenga en cuenta el potencial económico que supone el aprovechamiento de la biomasas y las energías renovables en general, en un sector agrario que precisa de alternativas. Según apuntan estas organizaciones, la biomasa corre serio peligro de desaparecer del panorama energético renovable de los próximos 10 años, al no ser considerada uno de sus pilares en la Planificación Energética Nacional. Este hecho puede tener graves consecuencias para los agricultores y ganaderos españoles, que ven en esta fuente de energía una clara alternativa a la crítica situación que atraviesa el campo español. Máxime, si se tiene en cuenta que España es el tercer país europeo en potencial de biomasa. La Planificación Energética Nacional adjudica en el año 2020 un objetivo de potencia para la biomasa de 1.133 MW, objetivo a compartir entre residuos y otras energías renovables consideradas noveles, que equivale al 2’95% sobre el total de las tecnologías renovables. Por el contrario, en el Plan de Energías Renovables 2005-2010, aún vigente, la biomasa tenía una importancia equivalente al 47’78% sobre el total de renovables. Esta planificación presentada el pasado 29 de abril en el Congreso relega a la biomasa al cajón de sastre de las energías renovables.
La biomasa es la energía renovable que presenta más retos en cuanto a su gestión. Las materias primas biomásicas deben ser recogidas, tratadas y transportadas a las instalaciones, con la necesaria eficiencia logística. Este es el hecho que la convierte en la energía renovable que más beneficios socioeconómicos presenta para el medio rural. Se estima la creación de nueve puestos de trabajo entre directos e indirectos por MW de biomasa instalado. Además, es una energía que inyecta flujos de inversión en el medio rural a través de las maquinarias, transportistas y otros agentes del mismo implicados en el proceso. En suma, supone una energía muy rentable, ya que cada euro que se invierte implica grandes beneficios económicos en términos medioambientales y socioeconómicos.
En opinión de estas organizaciones, la propuesta representa un nuevo desprecio al papel que puede tener el medio rural en el desarrollo de las energías renovables en nuestro país, se suma a otros anteriores. El sector en su conjunto ha solicitado en numerosas ocasiones un plan específico para el desarrollo en explotaciones y cooperativas de las energías renovables, y más insistentemente en las últimas negociaciones tras la movilización conjunta. La definición de una figura prioritaria de explotación agraria productora de energías renovables, el desarrollo de la biomasa, biogás y de los cultivos energéticos, un plan de financiación para inversiones en renovables en generación distribuida que proporcione a los agricultores y ganaderos la energía que consumen en sus explotaciones, entre otras, son algunas de las propuestas.