Crece el consumo de cobre reciclado en Europa
13 de mayo de 2010
Inmersa en el año 2008, la fabricación de productos semielaborados experimentó una caída considerable. A la vez, el mercado de las materias primas se vio sumergido en la recesión global. La coyuntura económica no promovió el reciclaje en los principales países consumidores de cobre. Sin embargo, en el continente europeo el 43% de la demanda de cobre se cubrió con metal reciclado, un porcentaje superior al 41,3% del año anterior. Dos años después, con la mayoría de los sectores al alza, la demanda de cobre continúa siendo elevada y su reciclaje será clave para satisfacerla. Al contrario que otros metales, el cobre se puede reciclar una vez tras otra, conservando sus propiedades o rendimiento, que resulta igual al del cobre primario.
Europa usó 2,5 millones de toneladas de cobre reciclado en el año 2008
Europa (Rusia incluida) fue el único de los consumidores claves de cobre que registró un crecimiento importante en la proporción de cobre reciclado que empleó, a lo largo del año 2008. La cantidad de cobre que se reutilizó fue de 2,5 millones de toneladas. Basándose en los datos extraídos de los países miembro de la Unión Europea, el ratio pasó de un 38% en el año 2007 a un 40% durante el ejercicio posterior. La producción de cobre refinado secundario pasó de 800 a 857 Kt, mientras que la fusión directa de chatarra se redujo de 1.242 a 1.150 Kt. El volumen de chatarra reciclada descendió de 2.042 a 2.007 Kt, en el año 2008. Aun así, este retroceso se compensó debido al descenso en la producción de semielaborados. El resultado, fue un aumento en la proporción de cobre reciclado. En los últimos cinco años, el consumo mundial de cobre reciclado se incrementó un 20%, con un ligero descenso (-2,6%), en el año 2008 respecto al anterior. La reducción de un 5,2% se debió a la menor cantidad de reciclaje directo de ‘chatarra nueva’ (refundición de residuos que proceden del proceso de fabricación).
En los países desarrollados, a los efectos de la recesión global se debe añadir la caída del precio del cobre refinado que ha limitado la necesidad de llevar a cabo la refundición directa en fábrica. Hace dos años, este tipo de reciclado estuvo afectado por el descenso en la fabricación de productos semielaborados en la mayoría de países productores (Estados Unidos, Japón, Alemania, Italia, Taiwán, Corea del Sur y Francia). Por otra parte, la producción de cobre secundario (cobre reciclado a partir de productos que han concluido su vida útil) ha registrado una subida del 3% respecto al año 2007. Si la comparamos con la cifra obtenida durante el año 2002, la cifra aumentó un 49%.
El empleo de cobre reciclado 'gana terreno' y ya supera los 20 millones de toneladas en el mundo
Durante el año 2008, y pese a los efectos de la recesión en la mayoría de países consumidores de cobre, se utilizaron 23,5 millones de toneladas de cobre, una cifra similar a la del año anterior (-2%). Del cobre se aprecian una serie de propiedades que lo diferencian de otros metales de uso común. Por ejemplo, la mejor conductividad eléctrica y térmica, así como su durabilidad y propiedades antimicrobianas. El cobre es un material clave para la innovación en sectores como las energías renovables, la mejora de la eficiencia energética, la construcción sostenible y los sistemas de transporte. Con el fin de hacer frente a la mayor demanda mundial de este metal (140% más desde el año 1976) es vital que el cobre reciclado esté disponible a precios competitivos. En síntesis, cada vez más, la industria depende del reciclaje, que no solo le permite absorber las variaciones en los precios de las materias primas, sino también aprovechar una de las mejores cualidades del cobre: su capacidad de reciclado. Para hacerse una idea, tan solo la producción de cátodos con cobre reciclado ahorra alrededor de 700.000 toneladas de emisiones de CO2 cada año.