La política debería incentivar con carácter de urgencia el reciclaje de plástico
Aunque los alemanes van a la cabeza a la hora de separar la basura, la mayoría de los envases de alimentos hechos de film plástico no van a parar al circuito de reciclaje, sino a la incineradora. Esto es así porque la mayoría de ellos constan de una mezcla de plásticos que no se pueden volver a separar. Para avanzar un paso más hacia la economía circular, el fabricante de envases Multivac, uno de los mayores productores del sector, ha desarrollado un film de plástico a partir de un monomaterial reciclable. Un material que incluso se puede volver a utilizar para alimentos. El problema es que las máquinas clasificadoras en las plantas de reciclaje todavía no pueden reconocer el material y clasificarlo correctamente. Por ello, Christian Traumann, director ejecutivo en Multivac, exige a la política incentivar a las plantas de reciclaje para que inviertan en modernización de maquinaria.
Un estudio de la asociación industrial alemana para envases de plástico Industrievereinigung Kunststoffverpackungen (IK) muestra que actualmente los envases de plástico gozan de gran aceptación entre los consumidores. Según este estudio, claramente más de la mitad (55,9%) de los alemanes utilizan envases de plástico para prolongar la durabilidad de los alimentos. “La pandemia del coronavirus no solo ha afectado al comportamiento de los consumidores, sino que también ha modificado la percepción de los envases”, señala Mara Hancker, directora ejecutiva de la IK. “La seguridad de los alimentos y medicamentos suministrados ha pasado a cobrar mucha más importancia en la conciencia de la población. Esta apreciación supone un desarrollo positivo, que se aleja de la demonización del plástico, pero evidentemente no nos exime de la responsabilidad de que los plásticos se reciclen en mucha mayor medida y no lleguen al medioambiente”. Los resultados de la encuesta lo confirman: un 62,3% de los encuestados desean que los envases de alimentos estén hechos de materiales reciclables.
La reutilización de los films de plástico apenas es posible por ahora
El reciclaje de films de plástico es un proceso complicado. Un ejemplo: los alimentos cortados en lonchas, como embutido o queso, suelen llegar al consumidor en envases termoformados. Esta clase de envase consta de dos tipos de film: un film inferior más grueso que la envasadora forma como una bandeja aplicando aire comprimido y un film superior más fino, que se sella con el film inferior. Un envase que protege el alimento de forma segura y que prolonga la durabilidad, pero que tras su uso generalmente termina en el contenedor amarillo y de ahí pasa a la incineradora. Apenas es posible el reciclaje. ¿Por qué? Porque los films están hechos de una mezcla de plásticos con diferentes funciones, como formar una barrera para que no penetre oxígeno ni humedad o sellar el envase. Y este material compuesto no se puede volver a separar. “Esta economía lineal no se puede aceptar a largo plazo”, declara Christian Traumann, director ejecutivo de Multivac. “Para reducir las emisiones de CO2 y para proteger el medioambiente hemos de hallar la manera de que los films de plástico destinados a envases den el salto a la economía circular“.
Plástico monomaterial reciclable para envases
Para avanzar un paso hacia la economía circular, Multivac ha desarrollado APET+, un plástico monomaterial para envases termoformados sostenibles, que no precisan una capa adicional de sellado. De un solo material y reciclable. Otra ventaja es que a partir de este material se pueden producir nuevos envases para alimentos. Y esto no es nada corriente. En el caso de, por ejemplo, el polipropileno (PP), uno de los plásticos más frecuentes en el sector alimentario, esta prohibida su reutilización. Multivac además está comprometida con la iniciativa R-Cycle, que busca soluciones técnicas para que las máquinas puedan reconocer la composición de los plásticos. Una idea sería, por ejemplo, una base de datos en la que los productores de plástico introdujeran la mezcla de plásticos utilizados. Con un código QR en el film, las plantas de reciclaje podrían acceder a los datos, identificar el material y clasificarlo adecuadamente.