Biocompostajes Españoles ya fabrica fertilizantes en su nueva planta de reciclaje de lodos
13 de enero de 2010
Biocompostajes Españoles (Bicoe) celebró el pasado mes de octubre la inauguración de su nueva planta, situada en la localidad vallisoletana de Velascálvaro (a diez kilómetros de Medina del Campo). Actualmente cuenta con 15 trabajadores en su planta de reciclaje, aunque no se descarta que se llegue a la cifra de 25 ó 30 en un periodo de medio o largo plazo. Al acto asistieron la alcaldesa de Velascálvaro, María Amor Hernández, y la vicepresidenta primera y consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, María Jesús Ruiz.
Aún así, la instalación, que es un referente a nivel europeo, no ha estado exenta de polémica, tras las protestas de los vecinos de Rubí de Bracamonte, que se opusieron al proyecto. Por esta razón la planta se instaló finalmente en Velascálvaro, donde ocupa una superficie de 40.000 metros cuadrados con capacidad para procesar unas 300 toneladas diarias de lodos urbanos e industriales. Ello supone unas 80.000 toneladas anuales, una capacidad suficiente para reciclar los lodos que se producen en las depuradoras que se encuentren en el radio de acción de esta instalación, es decir, 120 kilómetros, que podrán utilizarse para regenerar los suelos de la zona sur de Valladolid y norte de Salamanca y Ávila.
La vicepresidenta de la Junta calificó la polémica afirmando que era “fruto de la desinformación” causada por “algunos”, porque ni el municipio de Velascálvaro se “verá afectado, ni tampoco los de alrededor”. La consejera recordó que la planta era “necesaria” para la comunidad y aseguró que una vez que comience a funcionar, se evidenciará que “lo que decían muchos no es cierto”. Al respecto, la alcaldesa de la localidad, María Amor Hernández, destacó la “sensibilización” del proyecto con el medio ambiente e indicó que se trata de una apuesta de futuro.
La nueva planta de los hermanos Martínez supone, por tanto, un paso adelante en el reciclaje y valorización de restos orgánicos que están destinados a la obtención de fertilizantes. La producción de este compost se estima en 32.000 toneladas al año, que podrán aplicarse para contribuir a la mejora de la calidad de los suelos agrícolas de la comunidad, aportando nutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio) que incrementarán su fertilidad y productividad. La empresa emplea un sistema de biocompostaje, una técnica estadounidense innovadora en España pero ya implantada en Europa, que permite un mayor control del proceso de compostado.
Ecología y economía, de la mano en Bicoe
Adolfo Ramos, socio y técnico de Bicoe, explicó a los invitados y periodistas que la planta utiliza la “fermentación aneiróbica en conducto cerrado, que transforma los residuos de depuradora en el material compost”, lo cual, según la vicepresidenta Ruiz, es un sistema novedoso y respetuoso con el medio ambiente que utiliza materiales reciclables y garantiza la calidad del producto obtenido. La iniciativa de Bicoe se enmarca en los objetivos del Programa de Gestión de Lodos de Estaciones Depuradoras Urbanas y Materia Orgánica de Centros de Tratamiento de Residuos Urbanos, aprobado por la Consejería de Medio Ambiente en julio de 2009, con la finalidad de impulsar las actuaciones que permitan evitar o reducir el depósito en vertedero de este tipo de residuos.
En estos momentos, según la junta, Castilla y León cuenta con cinco millones de hectáreas susceptibles de aprovechar y mejorar las características de dichos suelos a partir de restos de materia orgánica. Existe, por tanto, tal y como destacó la consejera, una capacidad de acogida estimada en más de 50 millones de toneladas, es decir, veinte veces superior al producto generado anualmente en centros de tratamiento y estaciones depuradoras. Así, el programa diseñado por la consejería plantea como objetivos la adopción de un estándar de calidad específico para el producto que facilite su aplicación y comercialización: el incremento de la aceptación y demanda de compost procedente de residuos, en los sectores agrícola y silvícola; y la incorporación del área de residuos biodegradables-compostables a las líneas financiables de los programas de I+D+i.
Uno de los detalles destacados por Adolfo Ramos fue la posibilidad de que Bicoe se expanda a otras localidades si esta primera planta da los frutos esperados. Tras cuatro años de ejecución de este primer proyecto, la intención de la compañía es desarrollar las instalaciones de Velascálvaro, y para ello ya cuentan con un primer cliente, Renault España. La sección española de este famoso fabricante de coches francés reciclará sus lodos en la planta de Bicoe, los cuales serán trasladados por entre diez y doce camiones que, por otra parte, impulsarán el negocio logístico de la región.
Pero… ¿qué es el biocompostaje?
A los que desconozcan el complejo sistema de biocompostaje, podemos decirles que es un proceso sostenido y validado por la administración pública (B.O.E. 166 de 12/7/2001. Plan Nacional de Lodos de Depuradoras), por su funcionamiento global de reciclaje de desperdicios y su lógica de desarrollo sostenible. Ello significa en otras palabras que los lodos ya no deben llevarse al vertedero, sino a plantas como la de Velascálvaro, donde los lodos procedentes de las depuradoras tanto urbanas como industriales (y dentro de estas últimas especialmente de las alimentarias) contienen un porcentaje importante de materia orgánica que puede ser reutilizada. Uno de los procesos que pueden permitir un aprovechamiento menos problemático de estos lodos, será mediante la realización de un compostaje de los mismos previo a su disposición final.
Explicado técnicamente, el compostaje de lodos de depuradora produce efectos similares a los compostajes realizados sobre otros materiales que contienen materia orgánica. Es decir, el compostaje es un proceso biológico aeróbico, que bajo condiciones de aireación, humedad y temperaturas controladas y combinando fases mesófilas (temperatura y humedad medias) y termófilas (temperatura superior a 45 °C), transforma los residuos orgánicos degradables en un producto estable e higienizado, aplicable como abono o sustrato. En otras palabras, convertir desechos en abono.
Es una técnica de estabilización y tratamiento de residuos orgánicos biodegradables. El calor generado durante el proceso (la llamada fase termófila) sirve para destruir las bacterias patógenas, huevos de parásitos y muchas semillas de malas hierbas que pueden encontrarse en el material de partida, dando lugar a un producto higienizado. Es una técnica biológica de reciclaje de materia orgánica que al final de su evolución da humus, factor de estabilidad y fertilidad del suelo.
Los procesos de biocompostaje, paso a paso
Como ordena la normativa, Bicoe se encarga de transportar los lodos desde las depuradoras hasta la planta en camiones-contenedores. A su llegada a la planta, los lodos son pesados, analizados y valorados para sus diferentes caracterizaciones. Tras esto, se descargan en la nave de melaje, donde una máquina mezcladora los envuelve con restos de biomasa, astillaje o desechos de poda verde (en el proceso de melaje se volatiliza el 10% de la mezcla).
La nave está equipada con unos filtros Scruber que filtran constantemente el aire y neutralizan el olor. Esta mezcla es transportada hasta los túneles de fermentación. En el núcleo de los túneles se introducen sondas termométricas, las cuales envían información a un sistema informático, quedando así controlados en todo momento mediante electroventilación los parámetros del proceso.
Los túneles de la planta de Bicoe pueden almacenar hasta 200 toneladas de material, son herméticos y, una vez llenos, se conectan al sistema de refrigeración para comenzar la fermentación aeróbica natural espontánea.
En el proceso de fermentación, la mezcla se reduce un 30-35%. Esto se produce a causa de que se volatilizan gran parte de los patógenos existentes y se biodegradan la mayoría de las sustancias químicas perjudiciales. Según la caracterización del análisis, cada lodo es procesado debidamente en temperatura y tiempo. Para acabar el proceso, una máquina cribadora separa el compost listo para su aplicación en campo de astillaje grueso, que vuelve al proceso de melaje, entrando de nuevo en el ciclo de compostaje.
Tras ello, Biocompostajes Españoles comercializa sus productos en forma de granulado, para una aplicación uniforme, en yumbos, para un trasporte más eficiente, o en sacos y paletizado, destinado a la aplicación en jardines. Todo ello en un proceso que pretende sustituir la incineración de lodos o su descarga en vertederos por un sistema más ecológico y eficiente, pudiendo ser aprovechado además para su uso en la agricultura.