Nuevos métodos de reciclado permitirán valorizar todos los componentes del césped artificial y fabricar con ellos nuevos productos
Las instalaciones de césped artificial tienen numerosas ventajas como la cantidad de horas que permiten practicar deporte sobre ellas o el ahorro de agua en su mantenimiento. Sin embargo, una vez alcanzado el final de su vida útil que oscila entre los cinco y diez años, resultan muy difíciles de reciclar por su composición con materiales plásticos de distinta naturaleza que funden a distintas temperaturas y que tienen viscosidades distintas. Ni siquiera todos ellos son termoplásticos, ya que el soporte secundario está fabricado con poliuretano o látex (un termoestable). Por este motivo, a excepción del caucho que se reutiliza como relleno en este tipo de instalaciones, los cada vez más abundantes residuos de césped artificial se están depositando en vertedero.
![Imagen](https://img.interempresas.net/fotos/2672005.jpeg)
El proyecto Reciturf, liderado por Aimplas, Instituto Tecnológico del Plástico, y en el que también participan Acteco y Realturf, tiene como objetivo impulsar la economía circular en este sector mediante la innovación en el tratamiento de sus residuos para aumentar la tasa de reciclado y obtener materiales de mayor calidad de forma que su valorización sea también sostenible económicamente. El proyecto cuenta con financiación de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) y permitirá desarrollar nuevos procesos de reciclado incluyendo la degradación biológica y/o enzimática, reciclado químico del soporte (poliuretano) mediante glicólisis que permita separar los distintos materiales para su posterior reciclado mecánico. De forma que se valoriza el polipropileno, el PET y el poliuretano que componen este producto.
El resultado del proyecto será un demostrador elaborado con los materiales obtenidos y la evaluación económica del mismo. Además, el proyecto involucra a toda la cadena de valor del sector para hacer posible su implementación industrial.