Envases como vasos de yogur o botellas de agua suponen aproximadamente el 40% del uso de plástico y más del 60% de los residuos plásticos generados en la UE
La UE necesita impulsar el reciclaje de residuos de envases plásticos para alcanzar sus objetivos
Solo los envases (como vasos de yogur o botellas de agua) suponen aproximadamente el 40% del uso de plástico y más del 60% de los residuos plásticos generados en la UE. Se trata asimismo del tipo de envase con la tasa de reciclado más baja de la UE (ligeramente superior al 40%). Para abordar este creciente problema de los residuos plásticos, la Comisión Europea adoptó la estrategia para el plástico en 2018, que consistía, entre otras cosas, en la actualización de la Directiva relativa a los envases y residuos de envases de 1994 y en la duplicación del actual objetivo de reciclado al 50% para 2025 y al 55% para 2030. Alcanzar estos objetivos constituiría un avance significativo en la consecución de las metas de la economía circular de la UE.
Solo los envases suponen aproximadamente el 40% del uso de plástico y más del 60% de los residuos plásticos generados en la UE.
“Para lograr estos nuevos objetivos de reciclado de los envases de plástico, la UE debe revertir la situación actual, en la que se incinera más de lo que se recicla. Esto representa un enorme desafío”, afirma Samo Jereb, miembro del Tribunal de Cuentas Europeo responsable del análisis. “Con la vuelta al uso cotidiano de productos desechables como consecuencia de la situación sanitaria, la pandemia de COVID-19 ha vuelto a situar los plásticos en el centro de nuestras economías pese a que constituyen una amenaza cada vez mayor para el medio ambiente”.
En los últimos años, la UE ha tratado de subsanar las insuficiencias de su marco para la gestión de los residuos de envases de plástico. La Comisión prevé revisar las normas relativas al diseño de los envases (requisitos esenciales), que actualmente no considera aplicables en la práctica. Según los auditores, de este modo se podría mejorar el diseño de los envases para su reciclabilidad e incentivar la reutilización. Asimismo, la nueva normativa de la UE prevé armonizar y reforzar los regímenes de responsabilidad ampliada del productor con el objetivo de fomentar la reciclabilidad (mediante sistemas de modulación de tasas o de depósito, devolución y retorno) y no solo la utilización de envases más livianos, como hacen la mayoría de ellos. Estos cambios son necesarios para lograr los nuevos objetivos de reciclado.
La actualización de la Directiva relativa a los envases y residuos de envases introdujo criterios más estrictos para el cálculo de las tasas de reciclado. Las actuales cifras distan mucho de ser exactas o comparables entre Estados miembros. Los nuevos métodos de cálculo han de ofrecer una idea más fiable de la proporción real de envases de plástico que se reciclan. Según las estimaciones, esto podría dar lugar a una disminución importante de la tasa de reciclado declarada, que pasaría de la cifra actual del 42% a apenas un 30%.
El reto de incrementar la capacidad de reciclado en la UE es aún mayor si se tiene en cuenta el nuevo Convenio de Basilea, de próxima aplicación, que establece condiciones más estrictas para el traslado de residuos plásticos al extranjero. Los Estados miembros dependen en gran medida de países terceros para gestionar sus residuos de envases de plástico y cumplir sus objetivos de reciclado. Casi una tercera parte de la tasa declarada de reciclado de estos envases se logra mediante el traslado a países terceros para el reciclado. No obstante, a partir de enero de 2021 se prohibirá la mayoría de traslados de residuos, lo cual, unido a la falta de capacidad para tratar los residuos dentro de la UE, representa, en opinión de los auditores, otra amenaza para el logro de los nuevos objetivos. También implica el riesgo, demasiado grande para el débil marco de la UE, de que aumenten los traslados ilegales y los delitos relacionados con los residuos.
La ambición de la UE por mejorar su reciclado de envases de plástico refleja la magnitud del reto medioambiental que representan estos materiales. Con su nuevo enfoque, la UE puede contar con una ventaja como pionera en este ámbito y reforzar su posición como líder mundial en el reciclado de envases de plástico. Sin embargo, dados los retos y las lagunas a los que se enfrentan, existe el riesgo de que los Estados miembros de la UE no cumplan los nuevos objetivos. Los auditores instan a la adopción de medidas significativas y concertadas para que la UE pueda casi duplicar la cantidad de residuos de envases de plástico que recicla de aquí a 2030.