Crece un 8% el reciclado de envases plásticos del hogar en España

El pasado mes de julio, Cicloplast organizó un año más una reunión -esta vez virtual dadas las circunstancias-, para presentar los resultados de su estudio anual del reciclado de envases de plásticos en los hogares españoles que muestra la evolución anual en España, por Comunidades Autónomas y en comparación con otros países europeos. La presentación, en la que también se abordó la actualidad del sector como el efecto del COVID-19 o el posible impuesto a los envases de plástico no reutilizables, corrió a cargo de Isabel Goyena, directora general de Cicloplast.

Tal y como apuntó Goyena durante el encuentro digital, España mantiene, un año más, la tendencia creciente en el reciclado de envases de plásticos domésticos. Los ciudadanos españoles reciclaron en 2019 un total de 616.736 toneladas, cifra que supone un 8% más que en el año anterior.

En esta línea, la directora general de Cicloplast afirmó que, desde 2015, “cada ciudadano depositó un 35,3% más de envases de plastic, bricks y latas en el Amarillo y, solo en el ultimo año, un 9,1% más. Sin embargo, este ultimo crecimiento no está vinculado directamente al aumento de consumo, ya que en el mismo periodo el consumo en los hogares sólo aumentó un 1,1% según datos del INE. El aumento se debe mayoritariamente a la mayor concienciación ciudadana sobre el reciclaje.

En 2019, cada ciudadano español recicló 13,2 kg de envases de plásticos procedentes del hogar, casi 1 kg más por habitante que el año anterior y diez más que en el año 2000.

Por Comunidades Autónomas, la mayoría han aumentado el reciclado de envases plásticos domésticos per cápita en los hogares respect al año anterior, estando seis de ellas por encima de la media española: Comunidad Valenciana (16,4 kg/hab), País Vasco (15,3 kg/hab), Canarias (14,8 kg/hab), Andalucía (14,5 kg/hab) Cataluña (14,4 kg/hab), y Castilla‐La Mancha (13,2 kg/hab).

“Si nos comparamos con otros países europeos –señaló Goyena-, España es el primer país europeo que más envases de plástico doméstico recicla, siendo además uno de los países que más ha crecido”. Estos datos se extraen del informe 2018 de EPRO (European Plastic Recycling and Recovery Organization), que sitúa en primer lugar a España (12,3 kg/hab) superando a países como Alemania (11 Kg/hab) Italia (10 kg/hab), UK (8,1 kg/hab) o Francia (4,4 kg/hab), entre otros.

En el ranking europeo, España sigue estando a la cabeza en el reciclado de plásticos del hogar, siendo además uno de los países que más ha crecido. Así lo indica el informe 2018 de EPRO (European Plastic Recycling and Recovery Organization), que sitúa en primer lugar a España (12,3 kg/hab) superando a países como Alemania (11 Kg/hab) Italia (10 kg/hab), UK (8,1 kg/hab) o Francia (4,4 kg/hab), entre otros.

La tendencia creciente de 2019, se ha visto también reflejada en los últimos meses -según el estudio realizado por Ecoembes sobre sostenibilidad, compromiso ambiental y reciclaje post-COVID-, que indica que la población está más concienciada desde que se decretara el estado de alarma y son más de 2,5 millones de españoles (el 6,7% de la población) los que declaran que han empezado a separar, para su posterior reciclaje, incorporando este nuevo hábito en su día a día.

El éxito del modelo español en Europa se basa en una serie de singularidades como que nuestro país recoge, selecciona y recicla todo tipo de envases de plástico domésticos, rígidos y flexible, flujos de homopolímero y plástico mixto. Asimismo, España tiene un contenedor amarillo -gestionado por Ecoembes- armonizado, y, además, se ha extendido la recogida selectiva fuera del hogar, alcanzándose los 44.000 puntos de recogida en oficinas, colegios, aeropuertos, etc. “Por todo ello, España posee una de las mejores infraestructuras de clasificación y de empresas recicladoras de plásticos, siendo un total de 136”, indicó Goyena.

Este es el objetivo principal del Proyecto Reciclos de Ecoembes: movilizar a los ciudadanos con tecnología e incentivos mediante un sistema de puntuación digital para aumentar la recogida selectiva de botellas de plástico de bebidas y latas. Así, se conseguiría una separación de botellas de bebidas de un 90% con la consiguiente reincorporación del material reciclado a nuevos envases. Este proyecto, tal y como comentó Goyena, ya se ha implantado a nivel piloto en municipios de Cataluña, Baleares y La Rioja y se irá incorporando en toda España en los próximos años.

Por segunda vez en España, la cifra de toneladas de plástico reciclado de todas las aplicaciones (no solo envases) supera a las que se depositan en vertedero. En 2018, el número registrado de toneladas recicladas de plástico ha sido de más de un millón (1.076.962 toneladas), lo que supone un índice de reciclado de este material del 42%, tal como refleja el informe anual estadístico que realiza Cicloplast en colaboración con Anarpla (Asociación Nacional de Recicladores de Plástico). “En Europa, la media de reciclado de todos los plásticos es del 33% con lo que España, con este 42%, es el segundo país de Europa con mayor índice de reciclado”, expreó Isabel Goyena.

España mantiene su liderazgo en el ranking europeo de reciclado plástico, siendo además uno de los países con mayor crecimiento.

Teniendo en cuenta todos los envases plásticos (domésticos, comerciales e industriales), en 2018 España ya ha alcanzado una tasa de reciclado del 50,7% superando el objetivo marcado por la Unión Europea del 50% en 2025. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Europa cambiará el año que viene la metodología de cálculo del reciclado de plástico por lo que se espera que los índices de reciclado de todos los Estados miembros disminuyan.

En opinión de Isabel Goyena, “Estamos en disposición bastante Buena para cumplir los objetivos. Los resultados de reciclado de plásticos en España son notables, y el ciudadano y las empresas deben estar informados de estos resultados positivos, para seguir colaborando. La industria sigue trabajando en innovación, en reciclabilidad y nuevos procesos de reciclado y la administración debe promover la demanda de productos con plástico reciclado, mediante medidas económicas como desgravaciones fiscales al uso de este material, además de un incremento de tasas al depósito en vertedero. Es fundamental –añade-, seguir trabajando en educación y evitar que los residuos terminen en lugares inapropiados. Un ejemplo lo tenemos con las mascarillas, que en ocasiones terminan en el suelo. Estos residuos siempre deben ir al contenedor de resto”.

Desde EsPlásticos, plataforma que aúna los diferentes agentes que forman parte del sector y de la cadena de valor de los plásticos, y de la que Cicloplast es socio fundador, se apoya el objetivo general de la propuesta del anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados de reducir los residuos abandonados en el medioambiente y fomentar la economía circular. Sin embargo, consideran que algunas de las medidas propuestas para el sector no son las más adecuadas.

El impuesto a los envases de plástico no reutilizables regulado en el anteproyecto es desproporcionado y discriminatorio, con un valor impositivo de 0,45 €/kg que supone aproximadamente el 50% del coste actual de la materia prima. Los envases plásticos ya asumen un punto verde que financia la gestión de sus residuos que ha alcanzado los 0,85 €/kg para muchos plásticos, con subidas de hasta un 70% en solo 2 años motivadas porque estamos reciclando mucho más.

Ningún otro material ha sido gravado con este impuesto y por lo tanto no se fomentará la reutilización, sino el uso de envases de un solo uso de otros materiales más pesados, sin haber hecho la correspondiente evaluación de impacto ambiental.

Durante la pandemia provocada por la COVID‐19, el sector de los plásticos ha dado una respuesta eficaz al abastecimiento de sectores esenciales (médico‐hospitalario, alimentación, abastecimiento de agua…) y ha quedado demostrado que es fundamental que España tenga un sector industrial potente que pueda hacer frente a todas las necesidades sin depender tanto de la producción exterior. Según explicaron desde Cicloplast, el impuesto pone en peligro esta industria local y nos hace menos competitivos frente a otros países.

Tras tres años de investigación, recientemente ha culminado con éxito el proyecto Life EPS‐SURE: las cajas de poliestireno expandido (EPS), conocidas como corcho blanco, que se utilizan como envase para almacenar, transportar y presentar productos frescos como el pescado, pueden transformarse en nuevos envases de PS aptos para contacto con alimentos, como el envase de yogur, gracias a un innovador proceso de reciclado.

Con este proyecto queda demostrada la reciclabilidad de cajas de pescado de EPS y la transformación en envases de poliestireno (rPS) para contacto alimentario. Asimismo, cumple el ‘challenge test’ con altos grados de exigencia de la industria alimentaria, abrirá paso a nuevos mercados circualres para el poliestireno y sienta las bases para alcanzar la autorización y certificación de grado alimentario por la EFSA. En definitive, este proyecto ha demostrado que los envases obtenidos del poliestireno reciclado procedente de la caja de pescado serían inocuos y seguros para su uso en aplicaciones de contacto alimentario.

Los resultados del proyecto son muy destacables y, contribuyen a la posible apertura futura de nuevos mercados de materiales reciclados con calidad contacto alimentario, el proyecto Life EPS‐SURE contribuirá a la Economía Circular, evitando en un futuro que estos residuos acaben en el vertedero o impactando al medio ambiente por el abandono irresponsable de los residuos (littering).