Tribuna de opinión
Cómo mejorar el reciclaje de residuos plásticos
Alicia García-Franco, directora general de la FER
09/09/2020Partiendo de la premisa de que el plástico se enfrenta en los últimos años a un enorme desprestigio político y social, encontramos la paradoja de que, sin embargo, sigue siendo uno de los materiales más apreciados para la producción industrial y hoy en día es prácticamente imposible encontrar un bien de consumo que no incluya algún tipo de plástico.
Alicia García-Franco, directora general de la FER.
Para hacer frente a este dilema, la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje creó una división específica de plásticos para, entre otros objetivos, buscar soluciones reales y viables para aumentar las tasas de reciclaje de este.
Además, la Confederación Europea de Industrial del Reciclaje (EuRIC), donde Ion Olaeta, presidente de FER, es vicepresidente de la División de plásticos (EPRB), ha presentado un informe titulado Plastic Recycling Factsheet con el que afronta el gran desafío de impulsar el reciclaje de plásticos para adecuarlo al nuevo modelo de economía circular que pretende alcanzar la Unión Europea.
Para mejorar sensiblemente las tasas de reciclaje es fundamental atender a sus usos.
El informe parte de datos globales que afirman que la producción mundial anual de plásticos ha aumentado de dos a 380 millones de toneladas desde 1950 y se espera que se duplique para 2035 y casi se cuadruplique para 2050. Además, el consumo mundial de plásticos ha aumentado más de 20 veces en los últimos 50 años, y se estima que se duplicará de nuevo para 2034, si no se toman medidas.
A continuación, el estudio se centra en Europa para señalar que, a pesar de ser una de las regiones más avanzadas en lo que respecta a la recogida y el reciclaje de plásticos, la tasa de reciclaje sigue siendo del 30%.
Las políticas sancionadoras o prohibicionistas que se pretenden impulsar desde la Unión Europea no parecen ser capaces por sí mismas de acabar globalmente con el problema planteado y, además, suelen acabar demonizando a un material que, sin ir más lejos, ha sido esencial para los equipamientos y las protecciones sanitarios durante la pandemia causada por la COVID-19.
Por tanto, la primera conclusión es la conveniencia de analizar los retos para incrementar el reciclaje de plásticos en toda Europa. De este modo, hay aspectos urgentes a los que conviene dar una solución para hacer frente a estos desafíos:
- Son necesarios objetivos de contenido de material reciclado en nuevos productos para lograr mercados finales para los plásticos reciclados.
- La falta de incentivos de mercado y fiscales para premiar los beneficios ambientales y sociales tan importantes derivados de la actividad de reciclaje, ya sea en términos de ahorro de energía y de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) o de creación de empleo en Europa.
- La insuficiente aplicación de normas estrictas de recogida selectiva para aumentar la calidad de los plásticos.
- La escasa armonización del marco legislativo para promover el cumplimiento de los objetivos de reciclaje y de contenido de material reciclado en nuevos productos, y para fomentar el ecodiseño de los productos.
- La necesidad de mejorar el diseño para poder reciclar todos los productos hechos de plástico o que lo incorporen.
- La falta de una interfaz entre la legislación sobre residuos y la legislación sobre productos químicos, en donde las sustancias preocupantes constituyen un problema sistémico a la hora de evaluar correctamente los flujos de plásticos para un reciclaje seguro, teniendo en cuenta los riesgos reales en función de los usos finales adecuados.
Por tanto, antes de tirar la toalla con este material, la apuesta es incorporarlo al modelo de Economía Circular que proyecta Europa con la puesta en marcha del Pacto Verde impulsado por la Comisión.
El reciclaje de plásticos es fundamental para cerrar el círculo de la Economía Circular.
Para ello, el punto de partida debe atender a las cifras reales que señalan, por ejemplo, que, de los 30 millones de toneladas de plástico recogidas en 2016 en Europa, 8,4 millones de toneladas (27,9%) fueron recicladas, mientras que 3,1 millones de toneladas (10,3%) se exportaron fuera de Europa, 11,3 millones de toneladas (37,3%) se destinaron a recuperación energética, y 7,4 millones de toneladas (24,5%) se eliminaron en vertedero.
Por todo ello, el reciclaje de plásticos es fundamental para cerrar el círculo de la Economía Circular al reintroducir plásticos reciclados de alta calidad incorporándolos a los nuevos productos.
Para mejorar sensiblemente las tasas de reciclaje es fundamental atender a sus usos. Por eso, conviene seguir una de las máximas de FER a la hora de evaluar la tasa de reciclaje de cada fracción de residuos: cada material tiene sus propias características que lo hacen más o menos complejo de reciclar. Así, no todos los plásticos se reciclan de la misma manera. Depende de sus características y de los aditivos que contengan (por ejemplo, fibras, productos químicos...).
Las claves que ofrecemos tanto desde FER como desde EuRIC para avanzar hacia ese modelo circular para el plástico residen, entre otros aspectos, el impulso del ecodiseño para limitar las mezclas complejas que impiden el reciclaje y la creación de un mercado estable y, por tanto, de una demanda continua de plásticos reciclados.
Por qué es importante reciclar el plástico
- Beneficios ambientales
- Reciclar una tonelada de plásticos puede evitar la emisión de 2,5 toneladas de CO2 en comparación a cuando se producen a partir de materiales vírgenes, y 2,7 toneladas de emisiones de CO2 si se incineran.
- El reciclaje de PET ahorra el 83% de la energía y el 70% de las emisiones de CO2 en comparación con el PET producido a partir de materiales vírgenes.
- Por cada tonelada de PVC reciclado, se ahorran dos toneladas de CO2. De hecho, en 2018, las 740.000 toneladas de residuos de PVC reciclados contribuyeron a ahorrar 1,5 millones de toneladas de CO2 de entrar en la atmósfera.
- La demanda energética del PVC reciclado normalmente es entre un 45% y un 90% menor que con su producción a partir de materiales vírgenes.
- Desde 2006, la cantidad de residuos plásticos destinados a su reciclaje se ha duplicado. En concreto, entre 2016 y 2018. Sin embargo, en 2018 más del 25% de los residuos plásticos post-consumo se siguieron enviando a vertedero.
- Importancia económica
- Mientras que la producción de plásticos a partir de fuentes primarias en Europa ha disminuido un 13% entre 2016 y 2018, el reciclado de plásticos ha aumentado un 4,8%. Por ejemplo, en 2018 se reciclaron en Europa unas 740.000 toneladas de PVC, un 15,6% más que en 2017, y se espera que aumente cerca de 800.000 toneladas en 2020.
- Las 740.000 toneladas de PVC recicladas en 2018 contribuyeron a la creación de más de 1.500 empleos directos en las plantas de reciclaje de Europa. Para 2030, se espera que la capacidad de clasificación y reciclado de la industria europea de reciclaje de plástico aumente significativamente, lo que dará lugar a la creación de 200.000 nuevos puestos de trabajo.
- En 2015, la Comisión propuso el objetivo de reciclar al menos el 55% de todos los envases de plástico en Europa. Esto significa que los mercados finales deben absorber más de 10 millones de toneladas de material reciclado. Si se compara con 2014, esto equivale a más del doble de la cantidad total de material reciclado.
- Comercio internacional
- Las exportaciones de residuos plásticos fuera de Europa han disminuido en un 39% de 2016 a 2018.
- De los 9,5 millones de toneladas que se recogieron en Europa en 2018 para su reciclaje, el 81% se reciclaron dentro de Europa, mientras que el 19% se exportaron y reciclaron fuera de Europa.
- A principios de 2019, Europa exportó alrededor de 150.000 toneladas de residuos plásticos por mes. Esta cifra fue aproximadamente el doble en 2015 y 2016 –hasta 300.000 toneladas mensuales– siendo las exportaciones a China y Hong Kong principalmente.
- El comercio con China pasó de casi cero en el año 2000 a algo más de un millón de toneladas de residuos plásticos en 2017, pero volvió a niveles muy bajos en 2018 debido a la prohibición que el país impuso a la importación de residuos plásticos. En otros países ocurrió lo contrario, registrándose los aumentos más significativos en Turquía e Indonesia, con un 1.295% y un 485% respectivamente.