Ligero descenso de la producción de acero en España
La industria siderúrgica española vivió un 2018 marcado por las incertidumbres en la economía global, europea y nacional. “A pesar de ello —señala Andrés Barceló, director general de Unesid— nuestro sector se ha mantenido con mínimas variaciones. Los datos de comercio exterior confirman que la siderurgia es un sector muy abierto e integrado en las cadenas de valor internacionales, por lo que hay que insistir en que debe prestarse especial atención a decisiones locales que, como en el caso de la energía, pueden restar competitividad a nuestra industria”.
La industria siderúrgica española alcanzó en 2018 una producción de acero bruto de 14,3 millones de toneladas, una cifra un 0,8% inferior a los 14,4 millones del año anterior. En cambio, los aceros no aleados repitieron la misma cifra del ejercicio precedente, mientras que los aceros inoxidables redujeron en un 3,3% su producción quedando ligeramente por debajo del millón de toneladas.
En cuanto a las entregas al mercado de productos siderúrgicos en 2018, estas subieron un 0,6% hasta alcanzar los 14,4 millones de toneladas. Este crecimiento se debió a la mejor situación del continente europeo, ya que mejoraron tanto las entregas en España (7,2%, hasta 7,7 millones de toneladas), como las de la Unión Europea (8,2% y 4,6 millones de toneladas). Este panorama positivo se vio contrarrestado por las entregas a países fuera de la Unión, donde se perdieron 779.000 toneladas, el 27% del total registrado en 2017.
Atendiendo a las entregas por productos, los planos crecieron un 4,7% hasta 5,6 millones de toneladas y los largos bajaron un 1,5% hasta los 8,4 millones de toneladas.
El valor de las exportaciones de productos siderúrgicos y de primera transformación se estabilizó en 7.996 millones de euros, apenas un 0,6% más que un año antes, según datos de la Agencia Tributaria. Sin embargo, el valor de las importaciones subió un 13,4% hasta llegar a 8.206 millones de euros. Por tanto, el saldo de la balanza comercial ha pasado así a ser ligeramente negativo por primera vez en 10 años, con un déficit de 210 millones de euros.
En volumen en toneladas en exportación (8,5 millones de toneladas) el saldo es peor al elevarse el déficit hasta los 2,3 millones de toneladas, dado que las importaciones (10,8 millones de toneladas) crecieron un 8,6% y las exportaciones se deterioraron un 12,2%. A pesar de ello, el gran esfuerzo exportador del sector español del acero se aprecia al calcular el precio medio del comercio exterior siderúrgico: el de exportación mejoró un 14,7% hasta 938 euros por tonelada (fob) mientras que el de importación solo subió un 4,4% hasta quedar en 758 euros por tonelada (cif).
En 2018 se consumieron 14,3 millones de toneladas de productos siderúrgicos, subiendo un 12,6% con respecto al ejercicio precedente. En esta importante subida han influido las mejores condiciones de mercado, pero también la notable subida de las importaciones de terceros países, intentando adelantarse al agotamiento del contingente impuesto por la salvaguardia, y una revisión de los datos de comercio exterior de 2017. Con los datos definitivos publicados por la Agencia Tributaria este año, el consumo aparente de 2017 se recalcula en 900.000 toneladas menos.
En 2018 las instalaciones siderúrgicas españolas reciclaron 10,9 millones de toneladas de chatarra de acero, un 1,2% menos que en 2017 en línea con el descenso de similar magnitud de la producción. Este consumo de chatarra supuso el año pasado el 76% de la producción de acero en España.