Entrevista a Marcos Rodríguez, director comercial de Formato Verde
Redacción Interempresas
12/03/2019Hay ejemplos históricos de inventos imbatibles, casi perfectos desde su origen, de objetos que supusieron un cambio disruptivo cuyos efectos aún disfrutamos. Pero esas mismas invenciones siempre pueden ser mejoradas si se repiensan, si se buscan nuevas mejoras. Un ejemplo reciente es el de los contendores dedicados al depósito de residuos urbanos, que hace décadas modificaron el paisaje urbano de ciudades y pueblos. Lo que parecía ser un diseño definitivo se ha mejorado con el paso de los años, tal y como demuestra Formato Verde con su Big.bin 2.9.
Desde el punto de vista del ciudadano, ¿cuáles son las mejoras que aporta para el ciudadano esta nueva generación de contenedores al mercado?
La primera gran ventaja es la reducción de altura, los contenedores son el elemento visible de la recogida, están en nuestras calles las 24 horas de los 365 días que tiene un año. En algunas ocasiones, están colocados delante de pasos de cebra, por lo que un contenedor más bajo reduce el riesgo de atropellos.
Existen otras ventajas derivadas de la reducción de altura, como la eliminación del efecto callejón, que es el que se produce cuando se camina entre dos muros. La reducción de altura es un concepto que lanzamos en 2014 con nuestro modelo Small.bin, que el mercado ha reconocido y seguido, así que el reto aquí era fabricar el contenedor de Carga Lateral de gran capacidad más bajo, partiendo del dato de que por ejemplo el 84,9% de las mujeres mide menos de 1,70 metros y el 69% no supera el 1,60 de altura. Por tanto, 10 o 15 centímetros son la diferencia entre conseguir dicho objetivo o no.
El ‘Big.bin 2.9’ mide solo 1,50 metros de altura, por lo que según el Instituto Nacional de Estadística, tan sólo dejaría sin visión al 7% de la población femenina. Y si buscamos el dato de altura media de población 'Mayor' (por encima de 65 años) el diferencial resultaría incluso más abultado.
Existen otras mejoras, que, tienen mucha importancia, como que la tapa no golpea la cara al pisar el pedal, la reducción al mínimo en el numero de piezas, que es muy difícil de conseguir, y que se traduce en una mejor vida del contenedor, con menos elementos deteriorándose o desencajándose, y mejoras que afectan a la limpieza del contenedor derivadas de la experiencia acumulada en los productos anteriores.
A nivel de recogida, ¿existen mejoras con respecto a vuestro modelo anterior?
Muchas, la principal aquí es que somos el primer fabricante que pone en el mercado una tapa de vaciado con una apertura que cubre el 100% de la superficie del contenedor, ofreciendo así una recogida más eficiente. Esta característica se traduce en un menor tiempo de recogida, menor afectación al tráfico, menor generación de ruido y, por tanto, menores molestias a los vecinos, menor consumo de combustible de los camiones de recogida, y sobre todo una menor contaminación.
Como ejemplo, y aunque lo que observamos es una mejora mayor, estimando la mejora que aporta nuestro nuevo modelo de contenedor en que el chofer no tenga que agitarlo una vez para que vacíe bien, y cifrando esta mejora en 5 segundos, que es un escenario muy conservador, estos 5 segundos aplicados sobre un parque de 10 mil contenedores que se recojan todos los días, se traducen en 14 horas diarias de mejora en tiempo de recogida. Esta cantidad, trasladada a una contrata de 10 años, da como resultado una cantidad extraordinaria de tiempo ahorrado, incrementando así la eficiencia y rentabilidad de la recogida de residuos.
¿Existe alguna otra ventaja a mayores de las que describes para el ayuntamiento?
La verdad es que las anteriores son ventajas de las que se benefician al usuario y a la empresa de la recogida, pero también revierten en el ayuntamiento. Además existe una ventaja adicional, que es la estética. Si bien es una cualidad subjetiva, nos esforzamos mucho en este punto, ya que desde el punto de vista del ayuntamiento con una sola elección mejora la estética de toda una ciudad. La ciudad cambia con una elección de contenedores bonitos.
¿Cómo le afectó al sector vuestra aparición?
A los mercados siempre les viene bien la sangre nueva, las nuevas ideas, y creo que algo de eso hemos aportado. Supongo que al principio a algún cliente le costó apoyarse en nosotros, pero creo que ahora ya generamos confianza para cualquier suministro.
El mercado tiende a coger las cosas buenas que aparecen, y ya estamos viendo otros contenedores que se basan en anteriores generaciones de nuestro producto, lo que independientemente de otras consideraciones, es un reconocimiento nuestro trabajo, y nos hace sentirnos orgullosos.
Lógicamente, lo que hacemos es trabajar para seguir marcando tendencia, como creemos que pasa con el Big.bin 2.9, ir una generación por delante del resto, y tratando de hacerlo cada vez mejor.
¿Cuándo se ha lanzado el Big.bin 2.9? ¿Cuánto tiempo se ha dedicado a su diseño y desarrollo?
Llevamos más de tres años trabajando en él y comenzamos los primeros suministros en septiembre de 2018, empezando con pocas unidades en diferentes clientes para cotejar el funcionamiento, ahora mismo ya hay más de mil unidades instaladas en calle recogiéndose cada día.
En 2019 hay grandes suministros decidiéndose y queríamos llegar con el trabajo hecho, sin incertidumbres técnicas, porque un problema de diseño cuando el producto está terminado no se puede resolver fácilmente, y cualquier cambio afecta en cadena al resto de piezas, generando problemas donde antes no los había; es importante trabajar con antelación y planificación.
¿Cómo lo está dando a conocer la empresa?
El Big.bin 2.9 es un producto concebido sobre todo para el concurso de Barcelona, por lo que su difusión la hemos retrasado hasta ahora. Como mínimo lo difundiremos en Municipalia este año, y en IFAT y Tecma el que viene, y por supuesto lo presentaremos a los clientes que puedan estar interesados.
¿Cuál es la estrategia de la empresa para los próximos años?
La verdad es que levamos años creciendo, y nuestra estrategia sigue siendo la aumentar cada año nuestra gama de producto propio; además estamos intentando estar cada vez mas presentes en el mercado internacional.
Llevamos 18 años reinvirtiendo en la empresa, con un buen equipo humano, y creemos que es ahora cuando tenemos más conocimiento y experiencia para hacer cosas interesantes. Tenemos una buena capacidad de desarrollar productos, fabricarlos y suministrarlos correctamente, y esto es algo que ya está en el ADN de nuestra empresa.
En lo industrial, hemos ido ampliando nuestra capacidad al tiempo que han aumentado las ventas y los productos, a día de hoy podemos fabricar más de 20.000 contenedores al año, y si es necesario lo podemos aumentar; sólo nos tienen que acompañar las ventas, la base está creada.