Más del 30% de los aparatos electrónicos que se reciclan en España podrían reutilizarse
Desde esta compañía, la primera especializada en la reutilización de productos tecnológicos en España, estiman que cada año se podría evitar la producción de cerca de 250.000 toneladas de RAEE en nuestro territorio, de dispositivos que podrían seguir utilizándose hasta terminar su vida útil en vez de reciclarlos, con lo que se ahorraría una media de más de 5kg de chatarra electrónica por cada español. “Con un tratamiento adecuado, se podría llegar a reutilizar entre el 70% y el 90% de los residuos electrónicos que generamos”, asegura Thibaud de Larauze, CEO de Back Market.
De acuerdo con la regla de ‘las 4 erres de la ecología’, reutilizar los aparatos electrónicos es mejor solución que reciclarlos, ya que supone un menor consumo de recursos y energía, permite reducir el volumen de basura electrónica y no hace falta reciclar tanto. “Reutilizar un ordenador es hasta 20 veces más eficiente desde el punto de vista energético que reciclarlo” señala de Larauze. Además, muchos de los RAEE que se recogen para su reciclaje acaban en vertederos ilegales, o son exportados y tratados irregularmente para extraer y vender los materiales valiosos que contienen, lo que los convierte en un grave problema para la salud de las personas y el medioambiente. Desde Back Market apuntan a que más de la mitad de la chatarra electrónica que se destina al reciclaje en España no se estaría gestionando adecuadamente.
Todo explicaría en parte que España sea ya uno de los países europeos que más fomenta la reutilización de productos tecnológicos. De hecho, la nueva ley sobre el tratamiento de estos dispositivos en nuestro país prioriza el reacondicionamiento de estos aparatos frente a los procesos de reciclaje. A nivel europeo, según datos de la Comisión Europea en el marco de su proyecto para el control la basura electrónica que entra y sale de la Unión Europea, se calcula que en la actualidad se producen más de 10 millones de toneladas de RAEE al año en todo el continente, lo que se traduce en 21 kg por persona —equivalente a tirar nueve o diez ordenadores portátiles por cada europeo—.