Cada año se tiran una media de 5 bombillas por persona
No funciona la batería, la lavadora se ha estropeado a los cinco años y la bombilla se ha fundido. Son situaciones comunes en los hogares españoles y en todo el mundo. La obsolescencia programada (la fabricación de productos cuya vida útil esté fijada) está instaurada en la sociedad. Sin embargo, son pocos los que se paran a pensar en el impacto medioambiental que tiene todo esto. Desde iWop, compañía especializada en iluminación eficiente que ha desarrollado la primera bombilla reparable del mundo, analiza cuáles son las consecuencias.
Tal y como se destaca desde iWop, los aparatos eléctricos y electrónicos suponen el 80% de la cantidad de residuos. De hecho, estudios publicados afirman que cada persona consume unas 5 bombillas al año. Esto tiene como consecuencia una gran cantidad de residuos. Por ejemplo, las bombillas fluorescentes contienen mercurio, un tóxico muy importante que provoca una amplia gama de efectos sistémicos en humanos (riñones, hígado, estómago, intestinos, pulmones y una especial sensibilidad del sistema nervioso).
Además de las bombillas, otro de los principales residuos tienen su origen en los electrodomésticos. Según un informe realizado por la Universidad de Berlín y el Öko-Institut, el porcentaje de electrodomésticos que se deben reemplazar en sus cinco primeros años de su vida por problemas técnicos se ha duplicado entre 2004 y 2012. En este punto, iWop alerta de la gran cantidad de basura medioambiental que estos aparatos generan. Los elementos electrónicos contienen materiales muy contaminantes como es el caso del plástico, polipropileno, baterías de plomo, etc. Además de todo esto se aumenta la emisión de CO2 en la atmósfera.
Por otro lado, otra de las graves consecuencias de utilizar aparatos cuya vida útil esté programada es la limitación de los recursos naturales y materias primas con las que se producen. A todo esto hay que añadir que en España solo se recicla el 27% de la basura que se genera, cuando lo establecido es del 50%.
Desde iWop se ha desarrollado la única bombilla reparable del mundo. Además, ofrece una garantía de 10 años de todos sus productos de iluminación con una durabilidad funcional de más de 85.000 horas. Permite un ahorro de más de un 96% con respecto a las bombillas incandescentes. La producción se realiza a nivel local, en Cataluña.