El reciclado de los equipos de climatización
Los aparatos de aire acondicionado, al final de su ciclo de vida útil, se convierten en residuos de aparatos eléctricos y electrónicos que requieren procesos de gestión específicos para evitar su impacto negativo sobre el medio ambiente debido a la presencia de sustancias potencialmente contaminantes, como aceites y gases clorofluorocarburos (CFC) y hidroclorofluorocarburos (HCFC). Así, la gestión de su reciclado supone un reto para nuestra sociedad.
Según explica Jordi Julián, director de Proyectos y Clientes de la Fundación Ecotic, los gases refrigerantes CFC y HCFC considerados como gases de efecto invernadero puesto que contribuyen al desgaste de la capa de ozono. Para establecer una equivalencia, podemos considerar que 1 kilogramo de gas CFC R-12 equivale a una emisión de 10.720 kg de CO₂ equivalente, mientras que 1 kilogramo de CFC R-11 equivale a unos 4.680 kilogramos de CO₂ equivalente, lo que nos permite hacernos una idea del importante impacto ambiental de estos gases, si no son gestionados adecuadamente.
Debemos tener presente que evitar la emisión de gases equivale a reducir la emisión de CO₂ a la atmósfera, por lo que en la adecuada gestión de este tipo de residuos el papel del instalador de los equipos desempeña un papel crucial. “Fundación Ecotic pone al servicio de los instaladores su Sistema Integrado de Gestión como la mejor plataforma para la recogida y gestión de los residuos de aparatos de aire acondicionado”, explica Julián.
El proceso de reciclaje de los aparatos de aire acondicionado
1. Se extraen el gas y el aceite del aparato de aire acondicionado.
2. Se separan el gas del aceite para poder aplicarles el tratamiento adecuado a cada uno.
3. Se desmonta el aparato para separar los diferentes componentes que serán debidamente reciclados: hierro, aluminio, plástico y cobre.
La propiedad del residuo
Uno de los temas de debate que se han venido desarrollando a lo largo de los años de despliegue del Real Decreto 208/2005 ha sido la polémica en torno a la propiedad y el acceso al residuo. Sobre esta cuestión no existe un acuerdo generalizado, y nos encontramos con opiniones diversas. Por una parte hay quienes consideran que los SIG deben tener acceso a los RAEE, ya que los productores tienen la obligación de financiar la gestión de estos residuos.
Pero lo cierto es que una gran cantidad de RAEE se está escapando al flujo que controlan los SIG, y es gestionado en algunos casos por empresas no autorizadas. “Desde Ecotic defendemos que estos residuos estén gestionados siempre por gestores autorizados y, tanto si son financiados por los SIG como si no lo son, que se contabilicen para la consecución de los objetivos”, apunta el director de Proyectos y Clientes de la fundación.
En este sentido, Ecotic impulsa diversas acciones orientadas a la distribución y al instalador, por el papel clave que desempaña como canalizadora del residuo. La fundación considera que hay un aspecto muy importante, que es la tranquilidad y la seguridad legal de que los residuos se gestionan de forma adecuada, evitando eventuales problemas derivados de una gestión irregular.
“Desde Ecotic estamos convencidos de que la distribución también son nuestros clientes, además de los productores, por lo que disponen de un servicio de recogida e información. De esta manera conocen las cantidades que se están gestionando, así como la trazabilidad de los RAEE. Por ello, estamos potenciado acuerdos con la distribución para ofrecer formación, cuya finalidad es instruir a los profesionales para que conozcan a la perfección la normativa sobre la gestión de residuos”, asegura Julián.
La segunda vida
El principal aspecto a considerar a la hora de gestionar el reciclaje de un equipo de climatización es evitar la liberación de los gases refrigerantes, como CFC o HCFC contenidos en los aparatos de aire acondicionado, considerados como gases de efecto invernadero (el CFC contribuye además al agotamiento de la capa de ozono). Por ello, es “fundamental”, apunta el director de Proyectos y Clientes de la Fundación Ecotic, que el proceso de desinstalación de estos aparatos se realice de manera adecuada para evitar las emisiones de estos gases a la atmosfera, y una vez desinstalados se pueda gestionar adecuadamente estos gases sin ningún riesgo para el medio ambiente.
Además de la recuperación de sustancias potencialmente perniciosas para el medio ambiente y la salud de las personas, el reciclaje de los aparatos de aire acondicionado permite obtener fracciones como hierro, aluminio o cobre, que pueden reutilizarse como materias primas en nuevos procesos industriales, evitando de este modo el uso de recursos naturales finitos. Las fracciones obtenidas del tratamiento de los aparatos de aire acondicionado son las que pueden observarse en la siguiente tabla.
Aún lejos de nuestros vecinos europeos
Según un estudio de Fundación Ecotic y la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (Afec), en 2011 el parque de aparatos de aire acondicionado instalado en España se situaba sobre los 13 millones de equipos. La vida útil de los equipos domésticos es de 15-17 años. No obstante, tras el periodo de crecimiento continuo de las ventas registrado entre los años 2002 y 2007, la tendencia se ha invertido hacia un periodo de descensos de igual duración como consecuencia de la crisis económica. Por ello, Julián estima que se ralentiza la sustitución de los equipos y podría ser que se prolongara su vida media, por lo que es de esperar que la generación de estos residuos se incremente en los próximos años.
En cuanto a la situación de nuestro país con respecto al resto de países en Europa, no es posible de precisar, ya que no se dispone de información segregada para los residuos de aparatos de aire acondicionado. “Lo que sí podemos indicar es que a nivel general de gestión de RAEE estamos muy lejos de nuestros vecinos europeos, donde hay países que ya han alcanzado los 12 kilogramos/habitante/año”, añade el representante de Ecotic.
Sobre la Fundación Ecotic
La Fundación Ecotic es una organización privada de naturaleza fundacional, sin ánimo de lucro, cuya constitución ha sido promovida por las principales empresas del sector de electrónica de consumo para la gestión de los RAEE. La misión de nuestro SIG es que los residuos que generen sus adheridos, tras el uso de estos aparatos, no sólo sean convenientemente reciclados, sino que además lo sean de la forma más eficaz y económicamente razonable, para conseguir que el sistema sea sostenible ambiental y económicamente, y de manera que se garantice su perdurabilidad en el tiempo.