La minimización del impacto ambiental de los envases, un reto para la industria
12 de junio de 2014
Como parte de su firme compromiso con el medio ambiente, la industria de alimentación y bebidas vuelca sus esfuerzos en mejorar la gestión de los residuos que produce para reducir lo posible el impacto ambiental de los mismos.
Actualmente, la mayoría de los residuos generados por este sector son residuos de envase (papel y cartón, plásticos, madera, etc.); que juegan un papel esencial en la seguridad, calidad, seguridad y vida útil de los alimentos, y constituyen el soporte principal para comunicar a los consumidores la información relevante sobre cuestiones tales como las condiciones de uso o almacenamiento, la información nutricional o la lista de ingredientes.
Las industrias de alimentación y bebidas de España llevan muchos años desarrollando e implementando estrategias para minimizar el impacto medioambiental de los envases puestos en el mercado. Esta optimización del envasado se compatibiliza con los requisitos derivados de la necesidad irrenunciable de mantener la calidad y seguridad alimentaria de los productos a lo largo de toda su vida útil.
Ese papel protagonista del envase es lo que ha hecho que minimizar el impacto ambiental de los envases sea uno de los cinco retos de la industria en materia medioambiental a 2020.
El ciclo de vida del envase
En España, en 2013 se han reciclado el 71,9% de los envases domésticos. Estas cifras nos sitúan entre los primeros países de Europa superando los objetivos de reciclado que marca la Unión Europea en más de 17 puntos.
Según la OCDE, antes de 2020 podríamos llegar a generar un 45% más de residuos que en 1995. Para invertir esta tendencia, la prevención y el reciclado de residuos ha pasado a ser una de las cuatro prioridades fundamentales de la política ambiental común.
Por su parte, como parte de la estrategia de mejora continua de las industrias españolas de alimentación y bebidas, las empresas del sector deben seguir optimizando sus estrategias para minimizar el impacto medioambiental de los envases de sus productos; que pasarían por promover la innovación en envases más sostenibles, trabajar con el resto de la cadena de producto para evitar los residuos de envases, promover la mejora de los procedimientos de elaboración y presentación de informes en los Estados Miembros y la calidad de los datos, y trabajar en el diseño del envase y en su ciclo de vida.
Este ha sido el tema principal de la tercera sesión del congreso Alimentamos un futuro sostenible: Retos Medioambientales de la Industria Alimentaria a 2020, que se ha desarrollado hoy en Ifema.
En la presentación institucional, María José Delgado, subdirectora general de Residuos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), ha señalado que tenemos que “pasar de una economía lineal basada en producir, consumir y tirar a una economía circular que contemple la reutilización, el reciclaje y la reincorporación de los residuos al ciclo productivo”.
Franco Grilli, presidente del Grupo de Expertos en Envases de FoodDrinkEurope, organización que representa a la industria de alimentación y bebidas en el conjunto de la Unión Europea, ha explicado la revisión que está llevando a cabo la Comisión Europea en las directivas de residuos y envases y ha expuesto las recomendaciones que FoodDrinkEurope propone para mejorar su funcionamiento y aplicación: salvaguardar las bases legales y los objetivos de la directiva; flexibilidad, igualdad de condiciones, competencia leal y transparencia a la hora de informar; continuar con la jerarquía de residuos pero permitir excepciones; implementar los objetivos actuales en los Estados miembros; y, a la hora de aplicar los objetivos de reducción de vertido, brindar apoyo.
Juan Quintana, secretario técnico de la Plataforma Envase y Sociedad, destaca que “La responsabilidad ambiental ha de estar presente a lo largo de todo el ciclo de vida del envase y, para ello, la apuesta de la industria por la I+D+i por el residuo cero y la reciclabilidad de los materiales es fundamental. La tecnología aplicada a lo largo de todo el ciclo de vida del envase alarga la vida del producto, garantiza su conservación y seguridad, reduce el uso de materias primas y mejora la gestión de los residuos”.
En la mesa redonda titulada 'El envase y los nuevos horizontes medioambientales', la Subdirectora General Adjunta de Residuos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Margarita Ruiz, señalaba que “es necesario seguir haciendo hincapié en prevención y en reciclado así como avanzar en la recogida separada de los residuos para mejorar tanto en su cantidad como en su calidad”.
Myriam Sánchez, Directora General de Valdemingómez en Madrid, ponía en valor el papel del ciudadano en la tasa de reciclaje y exponía que hay muchos que aún no saben en qué contenedor tienen que depositar los envases. “Siempre que haya residuos mal clasificados en las casas de la ciudadanos tenemos una tarea por hacer”, ha dicho.
En el debate 'Envase y sociedad', el secretario general de la Federación Nacional de Amas de Casa Unae, José Ramón Lozano, ha aportado el punto de vista de los usuarios ya que, en su opinión, ampliar los datos en el etiquetado sobre los componentes de los envases podría ayudar al consumidor a ampliar su información.
Precisamente del valor de ese etiquetado ha hablado Begoña de Benito, directora de Relaciones Institucionales y Empresas Adheridas de Ecoembes, que ha resaltado que “el envase y la comunicación ambiental pueden convertirse en una ventaja competitiva para las empresas” porque los consumidores quieren conocer las mejoras ambientales de los fabricantes.
El problema de la medición y la comunicación del impacto medioambiental
Susana Magro, directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, era la encargada de inaugurar la mesa Sostenibilidad ambiental: Cómo medir y cómo comunicar en la segunda sesión del congreso, celebrada en la tarde de ayer.
Sobre medición de impacto medioambiental, el director de la Cátedra Unesco de Ciclo de Vida y Cambio Climático, Pere Fullana, apuntaba que es “importante el enfoque en el Análisis de Ciclo de Vida de los productos, porque si no se utiliza la metodología adecuada, viviremos engañando, invirtiendo y comunicando aquello que no es cierto, y estaremos sujetos a la contestación y la controversia”. Fullana señalaba, además, que de los actuales sistemas de medición sólo puede quedar uno, para que puedan ser comparados entre sí.
Carlos Peláez, investigador del Centro Tecnológico del Agua CETaqua, ha aportado que convertir “la reducción de la huella hídrica en parte de la estrategia de negocio de sostenibilidad podría redundar en beneficios ambientales, económicos y financieros”.
De la mano de Jaime Zufía, Coordinador del Área de Sostenibilidad del centro tecnológico AZTI-Tecnalia, conocíamos el proyecto de investigación 'Sense – Harmonized Environmenal Sustainability in the European Food & Drink Chain' que ha permitido desarrollar un software simplificado para ayudar a las pymes evaluar el impacto ambiental de sus productos.
Todos estos aspectos inciden en el objetivo último del Marco Estratégico para la Industria de Alimentación y Bebidas: mejorar la calidad de vida actual y futura de los ciudadanos a través de la alimentación construyendo un sector industrial seguro, saludable y sostenible económica, social y medioambientalmente.
Envifood Meeting Point cuenta con Ainia Centro Tecnológico como patrocinador oro, y Aqualogy, Cofely, Ecoembes, Gas Natural, Siemens, Unilever, Nestlé y Calidad Pascual como patrocinadores plata.
Sobre Fiab
La Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (Fiab) se creó en 1977 para representar, a través de un único organismo y una sola voz, a la industria española de alimentación y bebidas, primer sector industrial de nuestro país que, actualmente, engloba a 47 asociaciones.