El calor sostenible
Totalmente renovable y de origen orgánico, la bioenergía ha llegado para quedarse. Miguel González de la Torre, gerente de HCIB Ingeniería y Biomasa, distribuidora oficial en España del fabricante de calderas de biomasa KWB, enumera para Interempresas las ventajas de este tipo de instalaciones y explica cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el sector en la actualidad.
La bioenergía es aquella que se obtiene a través de la biomasa. En el caso de la compañía HCIB Ingeniería y Biomasa, distribuidora oficial de KWB en España, la bioenergía se consigue principalmente de biomasa forestal, así como de residuos de la industria maderera y del sector del olivar, y es utilizada para la generación de agua caliente de calefacción, agua caliente sanitaria, calentamiento de piscinas y cualquier aplicación que necesite aporte de calor. El principal reto, explica a Interempresas su gerente, Miguel González de la Torre, es conseguir un desarrollo sostenible, que suponga un valor añadido para las zonas rurales, con generación de empleo en diversos sectores (recogida de materia prima, limpieza de bosques, tratamiento de biomasa…) y que represente una reducción muy importante de las emisiones a la atmósfera de gases contaminantes, permitiendo la progresiva sustitución de combustibles fósiles como el gasóleo, el propano o el carbón.
Los principales tipos de biomasa son los pellets, las astillas de madera y el hueso de aceituna, cuya logística de distribución se realiza mediante sacos, sacas y a granel con camión volquete, de suelo deslizante o neumático. Existen otros tipos de biomasa agroindustrial como la cáscara de piña (de pino) o la cáscara de almendra, pero, según González de la Torre, aún carecen de certificado de calidad que garantice un funcionamiento adecuado en las calderas.
Según datos del Observatorio Nacional de Calderas de Biomasa (ONCB), en el 41% de los municipios españoles ya existe algún equipo de biomasa funcionando. “Sin duda, es una cifra que hace pensar en unas buenas perspectivas de cara al futuro. Esperamos que esta cifra aumente progresivamente y que las entidades locales apuesten por este tipo de energía, planteando incluso proyectos de aprovechamiento del recurso propio”, apunta el gerente de HCIB Ingeniería y Biomasa.
Instalación de una caldera de biomasa KWB Easyfire en una vivienda particular de Madrid.
El estudio también señala que en el País Vasco y Cataluña más de la mitad de los municipios cuenta con alguna instalación de biomasa. En este sentido, González de la Torre explica que hay determinadas comunidades autónomas que apuestan más por este tipo de energía que otras, a través de ayudas, promoción y aprovechamiento de recursos. “Esto repercute directamente en el número de instalaciones, sin embargo, en nuestro caso, Castilla León y Andalucía son las comunidades donde hay instaladas más calderas de biomasa KWB”, añade.
Los principales tipos de biomasa son los pellets, las astillas de madera y el hueso de aceituna y, aunque existen otros residuos de origen agroindustrial, de momento carecen del certificado de calidad que garantice un funcionamiento adecuado en las calderas
Presente y futuro
En países como Austria, Alemania, Suiza o Finlandia, que nos llevan “muchos años de ventaja” en la apuesta por esta energía, las calderas de biomasa son una elección “muy normal” en un usuario tipo. Por su parte, Francia ha dado un salto importante y ha incrementado notablemente la demanda de este tipo de equipos en los últimos años.
En nuestro país, la evolución de las instalaciones de biomasa ha experimentado un crecimiento “suave pero mantenido” en época de crisis, lo cual no deja de ser un dato muy positivo, dado que, cuando la situación económica mejore, el crecimiento será “mucho más acusado”, apunta el gerente de HCIB Ingeniería y Biomasa, quien recalca que en los primeros años, solamente se instalaban calderas de biomasa si existía una subvención, mientras que ahora la subvención es una ayuda, pero no el motivo principal de la inversión.
Así, se muestra optimista en cuanto al futuro de las calderas de biomasa para el uso doméstico en España. “Es un sector que mantiene un crecimiento sostenido en una época complicada desde el punto de vista económico, sin depender de las ayudas, como sucede con otras energías renovables, con lo cual preveo un futuro esperanzador”.
Las soluciones HCIB
HCIB, Ingeniería y Biomasa trabaja para todo tipo de mercados (desde el doméstico al industrial) con equipos de biomasa que puedan utilizarse para agua caliente, calefacción, calentamiento de piscinas y cualquier otro tipo de aplicación en la que se necesite calor, desde viviendas unifamiliares hasta equipos para District Heatings.
Según apunta González de la Torre, las calderas que suministra HCIB son equipos de “máxima robustez, con más de 20 años de experiencia, 100% automatizados, con rendimientos “muy elevados” y ahorros del 50-60% sobre factura en combustibles fósiles. “Somos una distribuidora referente en el país con más da 11 años de vida en el mercado de la biomasa. Fuimos la primera empresa en vender equipos de fabricación austriaca, contamos con una larga experiencia en biomasa, hemos realizado diferentes tipos de instalaciones y nuestros servicios técnicos, integrados por personal altamente cualificado, están repartidos por toda España”.
En nuestro país, la evolución de las instalaciones de biomasa ha experimentado un crecimiento “suave pero mantenido” y, según González de la Torre, cuando la situación económica mejore, el crecimiento será “mucho más acusado”
Proyecto Biomasud
Biomasud es un proyecto europeo para el estudio de diferentes tipos de biomasa del Sur de Europa como astillas, pellets, hueso y cáscaras (de almendra, piña, piñón y avellana). De las pruebas de combustión realizadas en calderas de biomasa de parrilla comercial se sacan conclusiones acerca de las emisiones atmosféricas y de los efectos de dicha combustión en distintas partes de los equipos de biomasa. Además, se han creado unos límites de calidad para cada combustible y la norma que establece los parámetros químico-energéticos que indican la calidad de cada combustible para uso en calderas comerciales.
Al calor del hueso de aceituna
KWB, empresa austríaca comercializada por HCIB, Ingeniería y Biomasa, garantiza el uso del hueso de aceituna en su modelo de caldera Multifire. La gran ventaja de este equipo, apunta su gerente, es poder utilizar una biomasa disponible en gran cantidad en España y cuyo precio es muy económico. “Esto da al cliente un grado de flexibilidad, que puede usar uno u otro combustible según el precio y la disponibilidad en la zona, algo impensable con combustibles fósiles”.
Esta garantía ha supuesto una gran inversión tanto económica como de personal por parte de HCIB y KWB en el estudio de este combustible para determinar cuál es la calidad más adecuada de este tipo de biomasa para las calderas de KWB. “Esto supone estudiar los óptimos contenidos en humedad, cenizas, componentes químicos como el azufre o el cloro, nivel de corrosión en los equipos con los años comparativamente con el pellet...”, explica.
Según apunta González de la Torre, la garantía de KWB en cuanto a emisiones y parámetros químico-energéticos para el uso del hueso de aceituna en su caldera de biomasa Multifire coinciden con los de Biomasud, de tal manera, que un hueso con el sello Biomasud cumple los requisitos para tener garantía en la caldera Multifire.
Un mercado en expansión
Ya no sorprende oír hablar de la sustitución de gasóleo por biomasa como medio para reducir costes económicos y contaminación, pero ¿es complejo el proceso de sustitución de las calderas? Según sostienen desde HCIB, no. “En el caso de una vivienda unifamiliar simplemente hay que cambiar una caldera por la otra, intercalar en algunos casos un depósito de inercia para la calefacción y buscar un sitio para el almacenamiento del pellet —para una vivienda tipo se requieren unos 8-10 metros cúbicos. “Cualquier instalador cualificado es capaz de instalar este tipo de calderas; el procedimiento es muy sencillo y se realiza en pocos días”, afirma González de la Torre.
Hasta la fecha, HCIB ha vendido equipos para numerosas piscinas climatizadas (La Lastrilla, Alcalá la Real, Puente Genil, Sant Hilari Sacalm, Campillos, Martos, Las Pedroñeras…), para diversos District Heating (Valle del Lozoya en Madrid, Coca, Orense…), para ayuntamientos, hoteles, casas rurales, comunidades de vecinos, residencias, viviendas unifamiliares, colegios y hospitales, así como para proyectos singulares como el equipo de 600 kW instalado en el Seminario Diocesano de Jaén. “Hay equipos de KWB instalados en todas las provincias de España, incluidas las Islas Baleares y Las Canarias, además de instalaciones en Portugal y Andorra”, concluye el gerente de HCIB Ingeniería y Biomasa.