Medicina para la energía
Lo primero es saber dónde
Hace algunos años la Organización Mundial de la Salud (OMS) prohibió la donación de medicamentos recuperados por no ser válidos para su uso. Desde entonces en casi todas las farmacias disponemos de un punto de recogida. En él podemos depositar los medicamentos que ya no vamos a utilizar o que han caducado.
Gracias a esta iniciativa todos los ciudadanos disponemos de un lugar cercano a nuestro hogar en el que depositarlos, permitiendo así que sean tratados correctamente para aprovechar todas las posibilidades que ofrecen.
La reutilización o la eliminación
Con esta práctica contribuimos a que el material de los envases se recicle hasta en un 30%. Puede parecer poco pero es el 100% de lo que se puede aprovechar ya que, los materiales que han estado en contacto con los medicamentos, no se pueden tratar, como es el caso del blíster.
Todos estos elementos, que no se puedan reutilizar para generar nuevos objetos, deben ser correctamente eliminados pero… ¿cómo? Ahora lo descubrirás.
Valorización energética
Es el nombre del proceso por el que conseguimos deshacernos de los envases que no se pueden reciclar. Consiste en tratarlos para conseguir energía calorífica a través de su combustión. Gracias a esto materiales como el plástico y cartón, que estén impregnados de sustancias propias de los medicamentos, tendrán una nueva oportunidad para ser útiles. Este novedoso proceso no se practica en muchos países europeos, por lo que podemos considerar a España como un país vanguardista, comprometido con el reciclaje y el aprovechamiento de recursos.
¿Sabías que…?
Con el reciclaje de dos toneladas de polietileno, material de algunos envases, podemos ahorrar una tonelada de petróleo.