Entrevista a Agustín Durán, director comercial de C.T. Servicio (Centrotécnica)
Para muchos, un periférico es un equipo auxiliar de apoyo, un complemento, un elemento secundario al que no siempre se le presta la debida atención. ¿Comparte esta opinión? ¿Cuán importante cree que es el periférico en el resultado final, en el desarrollo y fabricación del producto acabado y su calidad?
En muchos casos, el equipo periférico en la industria del plástico es tan importante como la máquina de transformación en sí misma. Hoy en día, para ser competitivo son imprescindibles productividad y calidad. Y si bien la máquina de transformación es básica para este cometido, ésta necesita una dosificación constante de material, con el grado de humedad adecuado o con la dosificación exacta de aditivos que sólo se logrará con alimentadores, secadores o deshumidificadores y dosificadores gravimétricos o volumétricos adecuados.
Es importante realizar un mantenimiento constante de la temperatura de los circuitos hidráulicos de la máquina y un control muy preciso de la temperatura de los moldes o utillajes, donde los refrigeradores y atemperadores desempeñan un papel crucial. El empleo de robots y manipuladores también resulta imprescindible para mantener la repetitividad de ciclos en inyección (a mayor estabilidad del proceso mayor calidad y menos rechazos), o cintas transportadoras para extraer piezas, transportarlas, separadores de coladas y, como no, los molinos y trituradores para aprovechar al máximo los costosos materiales. En muchos casos la avería o desajuste de uno de estos periféricos supone la parada irremediable de la máquina transformadora y, por tanto, de la producción. Su importancia es muy grande, y su calidad y fiabilidad, un punto a tener muy en cuenta.
En la actualidad, muchos transformadores compran a su proveedor líneas completas, que incluyen todos los equipos periféricos necesarios para la fabricación de sus productos. ¿Está de acuerdo con esta afirmación? ¿En qué medida le ha afectado esta tendencia a su empresa? ¿Qué argumentos puede esgrimir un especialista en periféricos para combatir esta situación?
Por lo general, en la industria de la inyección con máquina convencional, salvo que el fabricante de la inyectora tenga en su oferta también el periférico, los clientes compran por separado máquina y equipo, incluso a varios proveedores diferentes. En otro tipo de sectores donde la máquina transformadora no es tan estándar y en muchos casos se crea una isla de trabajo compleja (extrusión o soplado técnico, por ejemplo), se suele confiar al proveedor de la máquina la elección e incorporación al proceso de los equipos periféricos. En este caso la razón principal es la necesidad de garantizar, por parte del proveedor de la máquina, una fabricación con unas determinadas cifras de producción y calidad y, por otro lado, en estos sectores donde el coste de la maquinaria es mayor y el precio del periférico incide poco en el importe total de la inversión, el cliente final adquiere la unidad productiva completa. En nuestro caso, dado que somos proveedores de ambos tipos de maquinaria transformadora, tanto estándar como complejas unidades de producción, nos encontramos con ambos casos, incluso con el de ser proveedores de periféricos a clientes que adquieren la máquina de transformación a un tercero. Es difícil combatir la situación cuando un fabricante de una unidad compleja de trabajo debe garantizar una producción y calidad determinada, ya que elegirá y pondrá a punto los equipos periféricos según sus necesidades y los integrará en la misma máquina como si fuesen parte de ella, algo comúnmente aceptado por el cliente final de este tipo de máquinas.
