Las químicas de Huelva mejoran sus indicadores medioambientales
De forma general, y antes de entrar a analizar pormenorizadamente el comportamiento de los distintos parámetros ambientales, en el año 2003 habría que destacar tres puntos de especial relieve:
- Mantenimiento de las inversiones en el área del medio ambiente. Estas inversiones han sido aplicadas con dos objetivos distintos pero relacionadas entre sí, como son la realización de los proyectos necesarios para conseguir la Autorización Ambiental Integrada, dentro de lo exigido por la Ley 16/2002 de Prevención y Control Integrado de la Contaminación (IPPC) y la ejecución de los proyectos anualmente establecidos por cada empresa dentro de sus Planes de Mejora Continua.
- La eficacia de las inversiones realizadas en el año 2003, así como las de los años anteriores, tiene su reflejo en la progresiva disminución de las distintas emisiones, como muestran los índices que se exponen a lo largo de esta memoria medioambiental.
- Presentación por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de los Informes 4º y 5º sobre el diagnóstico de la situación ambiental del entorno de la Ría de Huelva. Estos informes, presentados en enero y abril de 2003, arrojan conclusiones tranquilizadoras sobre la calidad ambiental de la zona estudiada.
Aire
En el año 2003 se ha producido una nueva reducción en las emisiones de dióxido de azufre (SO2). Este año ha sido del 12 por ciento respecto del año 2002, alcanzándose un 39 por ciento de reducción acumulada desde el año 1997. Sin duda, los progresivos cambios de combustibles hacia otros con bajas cantidades de azufre en su composición están permitiendo estas importantes reducciones.
En las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) del año 2003 se ha invertido la tendencia de los dos años anteriores y se ha producido una reducción del 6 por ciento con respecto al año 2002. Esta reducción se ha conseguido gracias a la aplicación de importantes mejoras tecnológicas, como la adopción de unos nuevos quemadores que incorporan la tecnología denominada “de bajo NOx”. La reducción acumulada desde el año 1997 asciende al 10 por ciento.
En los cuatro últimos años se ha producido una estabilización en las emisiones de sulfuro de hidrógeno (SH2), tras las importantes reducciones alcanzadas en los años 1998 y 1999. Las emisiones de sulfuro de hidrógeno en el año 2003 son un 89 por ciento inferiores a las registradas en 1997.
Por último, en el año 2003 la disminución en las emisiones de partículas ha alcanzado un 17 por ciento respecto de 2002. La reducción acumulada desde el año 1997 asciende a un 36 por ciento. El esfuerzo inversor en la eliminación de las emisiones difusas de partículas y en la identificación y corrección de los focos emisores, siguen siendo los motivos fundamentales de esta progresiva reducción.
Agua
El aporte de materia orgánica a la Ría de Huelva, expresada como Demanda Química de Oxígeno (DQO), es el parámetro que mayor resistencia está mostrando a su disminución desde 1997, fundamentalmente, porque el grueso de las medidas para su corrección, se adoptaron antes de ese año y, por tanto, no quedan reflejadas en esta memoria medioambiental. No obstante, en algunos procesos productivos se están aplicando nuevos avances tecnológicos cuyos resultados tendrán su reflejo gráfico en los próximos años.
El aporte de materia orgánica a la Ría de Huelva es el parámetro que mayor resistencia está mostrando a su disminución
2-Emisiones de NO2
3-Emisiones de SH2
4-Emisiones de partículas
Gráfico 1: Evolución porcentual de las emisiones de SO2, NO2, SH2 y partículas.
Base 1997=100% (**)
Residuos
Al igual que en años anteriores, es de destacar que el 100 por ciento de estos residuos clasificados como peligrosos son gestionados por “gestores autorizados”.
En residuos inertes se ha producido una disminución del 84 por ciento respecto del año 2002. Esta reducción ha sido debida a la finalización del proceso de achatarramiento de algunas unidades de producción fuera de uso.
Inversiones medioambientales
5º Informe del CSIC sobre la situación ambiental del entorno de la Ría de Huelva El CSIC ha continuado llevando a cabo este estudio centrando parte de sus trabajos en la radiactividad de las balsas de fosfoyesos, así como en la emanación de gas radón en las mismas y su incidencia en la ciudad. Sobre ello manifiesta literalmente: “A modo de resumen, se puede afirmar que las concentraciones de radón en el entorno de las balsas de fosfoyeso son típicas de zonas costeras. Por lo tanto, el incremento de los niveles de radón que pueden generar las balsas de fosfoyeso no es detectable y, por tanto, su impacto radiológico sobre la población onubense es despreciable. De estos resultados parciales, parece deducirse, como indica la literatura al respecto, que no existe una influencia directa de la emanación procedente de las balsas de fosfoyeso sobre zonas cercanas a éstas. Concretamente, a una distancia aproximada de 1 km de las balsas de fosfoyesos, la concentración de radón presenta valores que se confunden con el del fondo ambiental. Por tanto, no parece que existe ninguna influencia sobre los niveles de radón medios en la ciudad de Huelva, tanto en interiores de viviendas plurifamiliares como en exteriores”. La continua vigilancia llevada a cabo sobre esta instalación por las autoridades competentes, los organismos de control y la propia empresa, permiten conocer de forma exhaustiva el comportamiento del sistema de apilamiento y, en consecuencia, adoptar cuantas medidas sean necesarias para poder garantizar permanentemente que se trabaja con unos coeficientes de seguridad más estrictos que los legalmente requeridos. Esta labor, unida a la revegetación progresiva de la colina de fosfoyesos que se realiza para integrarla en el entorno, permiten afirmar que éste es el procedimiento más adecuado para gestionar los fosfoyesos desde el punto de vista medioambiental y de la seguridad. |