La nueva era de la seguridad alimentaria aterriza de la mano de PerkinElmer

En su compromiso con la innovación para alcanzar un mundo más saludable, PerkinElmer organizó el pasado 5 de mayo un encuentro con la prensa especializada del sector para presentar en primicia unas soluciones diseñadas para realizar las pruebas de calidad y seguridad del vino, de productos lácteos y otros alimentos líquidos que son capaces de ofrecer resultados en menos de 45 segundos.

El restaurante Ramses de Madrid fue el lugar elegido por PerkinElmer para realizar este encuentro con la prensa y que pudieran conocer de la mano de diferentes expertos de la compañía la innovación científica y tecnológica detrás de los controles de calidad de la leche y el vino, entre otros productos alimenticios.

Attilio Focarete, director general de PerkinElmer en Italia, España y Portugal, habló de la principal actividad de la empresa, así como los segmentos de mercado a los que se dirigen ofreciendo siempre “soluciones integradas para apoyar a nuestros científicos, médicos e investigadores” con la idea de “mejorar la calidad del mundo” mediante soluciones innovadoras y sostenibles. En concreto, “las soluciones que presentamos hoy cuidan de la calidad de toda la cadena alimentaria”. Se trata de una plataforma de análisis de alimentos líquidos FT-IR que incluye instrumentos y un software que permiten analizar el vino, la leche y otros alimentos líquidos.

Tal y como explicó el enólogo Martín Casado, los sistemas LQA300 FT-IR para el vino y LactoScope 300 FT-IR para los productos lácteos incluyen un software basado en la nube y flujos de trabajo optimizados para ofrecer resultados en menos de 45 segundos.

“España es la octava potencia mundial del sector agroalimentario, lo que lo sitúa en uno de los principales pilares de nuestra economía. Con un número de exportaciones mayor que las importaciones, contamos con cerca de 30.000 industrias agroalimentarias en España, con lo que para nosotros es un segmento clave”, recalcó Jorge Puente, responsable de la División del Mercado Agroalimentario en España de PerkinElmer.

En este sentido, Puente recordó que cada vez hay más alertas alimentarias y afirmó que el año pasado se abrieron más de 600 expedientes, muchos de los cuales acabaron en alertas. Para ello, “contamos con soluciones que analizan la calidad y la seguridad de productos lácteos, del vino y demás alimentos líquidos desde el inicio hasta el final de toda la cadena de producción, es decir, desde la materia prima hasta el producto acabado, para establecer una correcta seguridad alimentaria”.

El sistema LQA300 para el análisis del vino, analiza las muestras líquidas y presenta los resultados en menos de 45 segundos al combinar rendimiento, velocidad, facilidad de uso tiempo de funcionamiento y conectividad en un solo instrumento compacto. En palabras del enólogo Martín Casado, “el equipo LQA300 permite obtener una mejor visión de los elementos de la materia gracias a una tecnología muy avanzada que se puede manejar de una manera muy sencilla”. Se trata de un equipo que permite el análisis de rutina durante todo el proceso de elaboración de la bebida.

Tal y como señaló Martín Casado, “siendo el tercer productor mundial de vino, con una producción media anual de entre 40 y 42 millones de hectolitros, no vendemos los vinos al precio que debemos y cada vez se está hablando más del pago por calidad”. Con ello, este equipo cobra especial relevancia en nuestro país al permitir a una bodega medir la calidad el vino de una manera muy rápida durante todo el proceso ya que para los productores de vino “es fundamental” poder realizar el análisis en cualquier momento: desde la vendimia, pasando por la vinificación, el envejecimiento y el embotellado, la LQA300 puede analizar el mosto, el mosto en fermentación y el vino terminado, permitiendo identificar marcadores de calidad clave como los niveles de alcohol, azúcar, acidez, pH y densidad.

El equipo LQA300 permite evaluar rápidamente la solidez y la calidad de la uva para separarlas y planificar la fermentación; verificar la calidad del producto acabado para evitar reprocesar los lotes; supervisar la vinificación para asegurar que los procesos de fermentación alcohólica y maloláctica se lleven a cabo; así como ver los resultados de los parámetros de calidad múltiple para mosto, mosto en fermentación o vino terminado en segundos.

Asimismo, Martín Casado indicó que a finales de este año se añadirán otras calibraciones al sistema para otros tipos de muestras de alimentos líquidos como la cerveza, las bebidas alcohólicas, los aceites comestibles o los refrescos.

Tal y como se pudo observar en la presentación de esta solución, el equipo LactoScope 300 detecta varios marcadores clave como son los niveles de grasa, proteína y lactosa en la leche, la nata y el suero. En la leche cruda y procesada, también puede detectar adulterantes como la urea, el sulfato de amonio, la maltodextrina, la sacarosa y el agua en una fase temprana del proceso, evitando, de esta manera, que la leche contaminada entre en la cadena de producción.

En definitiva, se trata de un potente analizador, perfecto para estaciones de refrigeración y plantas de procesamiento de productos lácteos que, además, permite controlar los niveles de calidad durante todo el proceso para garantizar la consistencia de los productos finales, eliminando los excesos o defectos de producción. Una solución clave para el sector lácteo de España, donde se producen más de 8 millones de toneladas de leche al año.

Los equipos LQA300 y LactoScope 300 cuentan con una conectividad basada en la nube que permite acceder a los resultados del análisis desde cualquier lugar y en cualquier momento y su uso es tan sencillo e intuitivo que no requiere de ningún tipo de formación, además de contar con un precio muy asequible: los procedimientos de trabajo predesarrollados paso a paso y las interfaces de pantalla táctil y software, permiten a los usuarios colocar la muestra, pulsar un solo botón y recibir los resultados en una pantalla táctil de 12 pulgadas en menos de 45 segundos, posibilitando así analizar 60 muestras por hora.

“Lo que se hace con estos equipos es democratizar la tecnología para que cualquiera pueda utilizarlos ya que el nivel de inversión es muy bajo. También contamos con soluciones que pueden ser utilizadas por los ganaderos. Además de analizar compuestos físico-químicos, también mide cualquier contaminante para evitar su introducción en la cadena alimenticia. Los dos talones de Aquiles de esta tecnología, que se aplica también a productos sólidos, son temperatura y humedad”, señaló Martín Casado y recordó que, como parte del fuerte compromiso de PerkinElmer con la sostenibilidad, el embalaje de los instrumentos es 100% reciclable.

Por su parte, Attilio Focarete, reivindicó que “los productos lácteos y el vino son elementos que suelen estar presentes en la mesa de los españoles, por lo que herramientas como el LQA300 y el LactoScope 300 son de gran utilidad para los productores”. En España se calcula que se consumen cada año unos 20 litros de vino por persona y, en el caso de la leche, el consumo alcanza los 70 litros per cápita al año. “Son cifras que evidencian la importancia de ambos productos en el país y disponer de soluciones de análisis y pruebas intuitivas, asequibles y potentes como las que brindan los sistemas FT-IR LQA300 y LactoScope 300, permite a los clientes obtener los datos necesarios para tomar decisiones más informadas y en tiempo real, así como para tomar medidas que mejoren la calidad de sus productos, reduzcan los residuos y satisfagan tanto las exigencias normativas como las de los consumidores”, sentenció.

Para finalizar el encuentro, los asistentes pudieron disfrutar de una cata de vinos y quesos de la mano de una sommelier mientras que los expertos de la compañía comentaban la innovación tecnológica que hay presente detrás de los controles de calidad de estos productos alimenticios.

La nueva plataforma FT-IR forma parte de la amplia cartera de análisis de alimentos de PerkinElmer, que abarca flujos de trabajo de análisis de productos lácteos, bebidas, cereales, mariscos, carne, productos agrícolas, aceites y especias y cannabis.