La filtración mediante arena en riego
En riego, el agua procede de diferentes captaciones o tomas. Los más habituales son los procedentes de agua de ríos, canales, arquetas de riego, balsas, sondeos e incluso de sistemas de regeneración de aguas. Cada efluente tiene unas características propias que, incluso en algunos casos, fluctúan según las condiciones climatológicas y la época del año en la que nos encontremos en cada momento.
Cada instalador especializado es perfectamente conocedor de las características del agua de la zona y de sus problemáticas. Aparte de sus preferencias y hábitos de trabajo, es quien más indicado está para determinar el sistema que mejor se adapta a la parcela donde realiza la instalación del sistema de riego.
En lo que todos están de acuerdo es que, cuando se trata de aguas superficiales de mala calidad o de fluctuaciones de calidad estacionales importantes, el sistema más adecuado es la filtración mediante arena.
La filtración de arena se encarga de que las partículas en suspensión en el agua (TSS) vayan quedando retenidas en el lecho filtrante (generalmente arena silícea o volcánica). Los lechos filtrantes atrapan las partículas suspendidas en el agua por el propio tamizado mecánico (partículas de mayor tamaño que los poros que forman el medio filtrante y que este retiene mecánicamente). Además, durante el paso de los sólidos a través del lecho, se generan procesos de sedimentación (una especie de decantación), acción de fuerzas centrifugas (el agua circulante sigue trayectorias curvilíneas apareciendo fuerzas de inercia que hace choquen partículas formando flóculos mayores), fenómenos de adsorción física (fuerzas de Van der Waals y electrocinéticas) e interacción electrostática (según las características del medio filtrante y las partículas de suspensión).
Todo lo mencionado anteriormente produce una gran cantidad de retención de sólidos en suspensión del agua descargando notablemente el agua bruta y obteniendo un agua con una calidad suficiente para el riego posterior.
En aplicaciones de filtración de arena para riego se suelen utilizar alturas de lecho entre 60 -75 cm que son las más idóneas para la retención de sólidos. Si que es cierto que una altura de lecho mayor producirá un agua con menor turbidez, pero para aplicaciones con goteros una mayor turbidez no será un problema para el taponamiento del emisor de riego. También es necesario la ubicación de un sistema de seguridad o retención posterior para retener las partículas que puedan pasar a través del lecho (por los canales preferenciales que se puedan formar) y como seguridad por si hay alguna rotura en los brazos o crepinas de los filtros de arena. Se utilizan de forma generalizada filtros de malla a 130 micras, ya sean manuales o autolimpiantes.
Por último, lo más importante es la velocidad de filtración que empleamos en la filtración de arena para riego. Este parámetro es fundamental ya que a menor velocidad de paso del agua por el sistema de filtración mejor calidad de esta. La velocidad de paso se calcula dividiendo el caudal que tengo (m3/h) entre la superficie de filtración que dispongo (m2). Cuanto peor sea la calidad de agua, menor velocidad de paso puedo emplear, lo que significa mayor superficie de filtración necesaria o que puedo filtrar menos caudal por la misma superficie. Este parámetro es fundamental para un correcto dimensionamiento del sistema. Esto hace que la superficie de filtración para un mismo caudal varíe de manera muy significativa en función de que el agua proceda de un pozo, una balsa, un río, etcétera. La calidad del agua es el parámetro más importante para el dimensionamiento de un sistema de filtrado (también se incluye aquí la malla y la arena).
Resumiendo, la filtración de arena es el sistema de filtración que mejor calidad de agua nos puede producir, es el sistema más adecuado y versátil para aguas complejas o de mucha carga, y para su correcto funcionamiento es importante dimensionar con exactitud la superficie de filtración necesaria. La experiencia del instalador y del fabricante de los equipos es importante, ya que son conocedores de la problemática del agua tanto de cada zona geográfica como del tipo de toma de la misma.
En Lama son fabricantes de filtros por lo que recomiendan el que más se ajuste a las necesidades de su cliente en función de los parámetros anteriores. Además, los más de 70 años de experiencia y las 150.000 instalaciones de diferentes sistemas de filtración repartidas por todo el mundo, les permiten conocer casi todas las aplicaciones del mercado, aunque día tras día siguen encontrándose nuevos retos propuestos por sus clientes.