Investigadores describen los factores que influyen en la necrosis apical del mango
Un equipo internacional de investigadores ha estudiado el modelo de una cepa patógena Pseudomonas syringae pv. syringae responsable de la necrosis apical del mango -una de las enfermedades que más afecta a este cultivo en España- y han descrito una molécula señal de la que depende la agresividad del patógeno bacteriano.
El investigador del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora de Algarrobo (Málaga), Francisco M. Cazorla ha estudiado junto a profesionales de otros centros, como las universidades de Málaga, Zúrich (Suiza) o Leiden (Países Bajos), el modelo de la cepa patógena responsable de la necrosis apical del mango para identificar las bases genéticas y moleculares de su virulencia.
Los científicos han descrito una molécula señal, llamada leudiazen, de la que depende la virulencia de este microorganismo patógeno a la hora de causar una enfermedad, y que en este caso es dependiente de la producción de toxinas como la “mangotoxina”, según ha informado La Mayora, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Málaga.
El equipo investigador ha señalado que una estrategia que emplee compuestos que interfieran con esta molécula señal, y compatibles con su uso en agricultura ecológica, atenúan la patogenicidad de la cepa, y ha apuntado que este extremo se ha podido comprobar con el empleo de compuestos autorizados en agricultura ecológica por la Unión Europea.
La necrosis apical del mango es una enfermedad cuyos síntomas se producen de noviembre a febrero -época de frío- y se basan en la aparición de manchas necróticas en las hojas, ramas y yemas, que condicionan la producción de fruto.
Esta investigación, publicada en la revista Science Advances, abre nuevas posibilidades de manejo de cultivos sobre los que actúa este y otros patógenos bacterianos asociados.