DEFKit hubiera evitado un aterrizaje de emergencia provocado por un aditivo erróneo en el fuel
Aunque por fortuna no hubo que lamentar daños, el avión quedó totalmente inutilizado debido a la adición al carburante de un aditivo erróneo. El fallo, humano, vino derivado de una confusión completamente comprensible: los camiones diésel que transportan materiales hasta el aeropuerto necesitan de un aditivo que reduce la polución de sus emisiones, el Diesel Exhaust Fluid o DEF, que es incoloro, inodoro y se almacena en pequeños botes. Por su parte, los aviones también requieren de un aditivo para prevenir la formación de cristales de hielo a elevadas altitudes, llamado Prist o FSII, que también es inodoro, incoloro y suele comercializarse en botes de pequeño tamaño. El encargado de mantenimiento del aeropuerto de Punta Gorda pensó que ambos recipientes contenían el mismo aditivo y los mezcló, provocando el fatal error.
No es la primera vez que un fallo humano con los aditivos provoca accidentes aéreos, motivo por el cual numerosas organizaciones de pilotos estadounidenses llevan tiempo reclamando medidas de seguridad al respecto, como el cambio de protocolos en el almacenamiento de aditivos, a la Agencia de Protección Medioambental de los Estados Unidos que eximan a los camiones diésel que trabajen en aeropuertos del uso del DEF o que el carburante de los aviones traiga el aditivo FSII ya incorporado de fábrica.
Hasta que esas medidas sean efectivas, tanto en Estados Unidos como en Europa, donde la adición del DEF y del FSII son también obligatorias y realizadas de forma manual, se hacen imprescindible incorporar a los protocolos de trabajo de los aeropuertos y bases aéreas estándares de seguridad que minimicen los errores humanos.
La compañía estadounidense Gammom, comercializada en exclusiva en España por Naler, ha lanzado al mercado un test para aditivos DEF, el DEFKit, que permite comprobar no sólo el tipo de aditivo sino también la posible contaminación cruzada de aditivos de una manera rápida y muy económica gracias a un sistema de tiras reactivas.
Con esta sencilla prueba se pueden detectar fluidos de escape de diésel y aditivos antihielo (DIEGME FSII o PRIST), evitando posibles errores que pueden provocar tremendos daños materiales, económicos y, lo que es peor, poniendo en peligro vidas.