Las lamas y celosías de Durmi, sinónimo de seguridad y confort térmico
Industrias Durmi, compañía de prestigio en productos de protección solar, destaca que en verano, las familias tienen dos grandes necesidades. La primera, durante el mes de julio, es disponer de un confort térmico adecuado, refrescando las estancias interiores de la casa. La segunda, durante el mes de agosto, se produce al partir de vacaciones, cuando se requiere una seguridad máxima. Sus lamas para ventanas cumplen a la perfección este binomio: estas son las razones de un producto en auge en el sector de la arquitectura y la construcción.
Las lamas para ventanas de Industrias Durmi generan un consenso total entre arquitectos/as y prescriptores/as como barrera adicional de seguridad. Es evidente que sus lamas bioclimáticas ofrecen un punto adicional de seguridad que resulta decisivo. Lógicamente, la estanqueidad de este producto también ofrece una resistencia total a cualquier inclemencia meteorológica. En este contexto, las lamas y celosías de Durmi disponen de decenas de casos de éxito alrededor del paisaje español que requerían un escudo a fuertes tormentas y ráfagas de viento. Es el caso de proyectos en Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco, regiones expuestas a precipitaciones intensas y constantes. Sus lamas para ventanas incluso están presentes en edificios de obra nueva en Francia, Suiza e Italia.
En definitiva, la instalación de lamas bioclimáticas es una óptima elección para proteger las ventanas y la fachada de un edificio. Son un excelente elemento de protección solar y disponen de una larga vida útil, de forma que encajan a la perfección en cualquier proyecto de construcción sostenible.
Potencial de reducir 10 grados respecto el exterior
A la práctica, las lamas bioclimáticas funcionan como un interruptor natural: permiten gestionar la entrada de luz solar según el momento del día, la estación del año y las preferencias de los usuarios. Cualquiera de sus modelos proporciona una amplia ventilación natural. Esta es la clave del aislamiento térmico que se puede lograr: con lamas bioclimáticas colocadas en el exterior, se puede atenuar una sofocante temperatura de 30 grados y reducirla a 20 grados en las estancias interiores, una diferencia de 10 grados.
Con independencia del material (aluminio o madera termotratada), las lamas para ventanas de Durmi tienen el potencial para aislar de forma efectiva el calor y mantener una temperatura interior agradable. Se trata de una solución inteligente y que a largo plazo supone un ahorro económico considerable, prescindiendo de sistemas como el aire acondicionado y el ventilador, cuyo efecto dura apenas unas cuantas horas. Las lamas y celosías de Industrias Durmi, por el contrario, contribuyen a crear o rehabilitar viviendas energéticamente eficientes.
La privacidad y el diseño, valores añadidos
Además de las prestaciones de protección solar y durabilidad, las lamas bioclimáticas de Industrias Durmi destacan también por su capacidad de crear diferentes ambientes en el interior de la vivienda. Permiten jugar con la luz natural y, al mismo tiempo, brindar una mayor sensación de privacidad si así lo desean los usuarios del edificio. El acabado estético, por otro lado, es la enésima ventaja que los diseñadores/as identifican en sus lamas para ventanas, que combinan con naturalidad con cualquier tipo de fachada moderna.
En este catálogo se pueden consultar todos los modelos de lamas bioclimáticas, todas ellas con una alta estanqueidad, pero con diferentes opciones estéticas.