La ventana en la construcción industrializada
En los últimos años, la construcción industrializada ha adquirido una nueva dimensión en el sector, convirtiéndose en un sistema de construcción sostenible y eficiente. El hecho de trabajar en entornos controlados, como los que propicia la construcción industrializada, permite reducir los tiempos de ejecución, costes y desperdicios. A su vez se obtienen proyectos altamente eficientes, sostenibles y que sitúan el confort del usuario en un primer plano.
La sostenibilidad y la eficiencia energética resuenan con fuerza en el sector de la construcción desde hace ya algunos años, siendo objetivos cada vez más necesarios en la ejecución de cualquier proyecto de arquitectura. Este cambio viene promovido por una necesidad tanto del usuario final, que quiere viviendas confortables, saludables y con las que reducir sus consumos energéticos; como del planeta, siendo necesario frenar las emisiones de CO2 y el impacto medioambiental.
La gran ventaja del modelo de producción que plantea la construcción industrializada es trabajar en un entorno de fábrica, en el que no interfieren las condiciones climáticas externas y donde las diferentes soluciones constructivas están interconectadas. Además, existe una altísima definición de todos los elementos que componen el proyecto, a nivel de diseño, prestaciones, costes, suministros, instalación… lo que permite evitar posibles errores posteriores, reduciendo tiempos, costes y desperdicios.
Edificio en Móstoles con solución de ventana industrializada KÖMMERLING76 AD Xtrem, que incopora cajón de persiana RolaPlus, guías, vierteaguas y vidrio.
En este nuevo escenario la ventana adquiere todavía más importancia, ya que estamos ante uno de los elementos que más influye en la eficiencia energética de un proyecto. Cabe destacar que las ventanas de PVC con sistemas Kömmerling ya incorporan un alto grado de industrialización en su fabricación. Desde la extrusión de los perfiles de PVC, pasando por la propia fabricación de la ventana en la que son imprescindibles las soldadoras y donde incorporamos también los centros de mecanizado, que reducen los tiempos de fabricación de la propia ventana. Con todo esto, podemos decir que el sector de la ventana de PVC lleva años preparado para este cambio de modelo constructivo que plantea la industrialización.
En Kömmerling hemos ido un paso más allá, trabajado en una solución de ventana industrializada. Un ejemplo de ello es el caso de Ávita, la compañía de construcción industrializada de Grupo Avintia que conecta el proceso de diseño y fabricación hasta el ensamblaje del edificio, en un entorno de trabajo colaborativo, con la digitalización de todo el proceso y elementos utilizados. El resultado es una ventana completa que incorpora el sistema KÖMMERLING76 AD Xtrem con cajón de persiana RolaPlus, guías, vierteaguas y vidrio. Además, también se ha dado solución a otro de los aspectos clave, la instalación, que busca mantener las prestaciones de la envolvente y asegurar el correcto tratamiento en los tres planos de instalación: estanqueidad exterior, aislamiento acústico y térmico en el plano intermedio y la hermeticidad y barrera de vapor en el plano interior. Además, para el sellado perimetral de la ventana se ha optado por un único material que actúe en los tres planos y que permitiese la instalación de la ventana en fábrica, dentro del proceso de composición del panel.
Así, la precisa definición de elementos previa a la obra y posterior automatización de procesos, por tanto, tiene en cuenta todas las necesidades del proyecto para que la colocación se realice de forma rápida, asegurando a la vez el cumplimiento de los objetivos de habitabilidad, sostenibilidad y coste.
Sistema de ventana industrializada KÖMMERLING76 AD Xtrem.
Teniendo todo esto en cuenta, podemos concluir que la ventana de PVC busca la eficiencia durante todo su ciclo de vida, desde su fabricación, pasando por su vida útil y, en el caso de las que se fabrican con sistemas Kömmerling, en su posterior desmontaje y reciclaje. Es una carpintería preparada para este nuevo modelo de construcción que nos plantea la industrialización, compartiendo objetivos como lo son la eficiencia energética, la sostenibilidad y el confort del usuario.