No hay alternativa a la digitalización
Para la mediana empresa, la digitalización no es simplemente para hacer bonito, sino una necesidad, independientemente del tamaño de la empresa. La digitalización es decisiva para la competitividad y el futuro de una empresa y su supervivencia a largo plazo en el mercado. Esta fue la conclusión diáfanamente clara a la que llegó una mesa redonda celebrada a mediados de noviembre, dentro del 16º Día Internacional de la Prensa Especializada de Roto.
Según informa el organizador, la mesa de Düsseldorf, compuesta por representantes de diferentes ámbitos, también coincidió en otro aspecto fundamental: la digitalización debe llegar a todo y a todos. El objetivo es la conexión sistemática con clientes y proveedores, entre otros.
A lo largo de los 90 minutos que duró el debate, se buscaron respuestas a la cuestión básica ‘Mediana empresa y digitalización: ¿retraso permanente?’, además de una serie de planteamientos relacionados. Anja Müller, corresponsal para empresas familiares del periódico económico Handelsblatt, aportó una mirada más allá del sector constructor e inmobiliario, representado por Sylvia Pruss (propietaria de Pruss Hausverwaltung e.K. de Strausberg y Berlín, y Vicepresidenta de la Asociación Alemana de Gestores Inmobiliarios VDIV), Marlen Schlosser (gerente de Schlosser Holzbau GmbH de Jagstzell en Baden-Württemberg), Christian Klinger (copropietario y portavoz de la empresa Internorm International GmbH, conectado desde Traun, Austria) y el Dr. Eckhard Keill (presidente de Roto Frank Holding AG). Frank Linnig, propietario de la agencia homónima, moderó la animada charla sobre digitalización.
Integrar en lugar de decretar
Sylvia Pruss argumentó que no considera que el sector inmobiliario tenga un retraso que recuperar. La pandemia ha actuado sin duda como acelerador, tanto en las diferentes empresas como en la asociación de gestores inmobiliarios. Actualmente, trabajan para superar el gran reto que supone la digitalización. La mesa coincidió sin paliativos en que no existe alternativa, así como en la convicción de que nos encontramos ante un proceso largo y permanente.
En opinión de Anja Müller, este proceso debe iniciarse en muchos casos por un cambio de cultura y mentalidad en la empresa. La digitalización no se puede decretar, sino que solo podrá realizarse efectivamente si se integra a las personas y se las acompaña en este difícil camino de cambio, algo que también subrayó Eckhard Keill: “La cadena de digitalización no puede romperse en ningún punto.” Por este motivo, Roto asumió rápidamente el compromiso de integrar tanto a los trabajadores como a los clientes. A su vez, Marlen Schlosser recordó la responsabilidad de los trabajadores de abrirse al mundo laboral moderno.
En este sentido, Christian Klinger hizo un balance provisional positivo. Según su experiencia desde la pandemia, el miedo y la negación han perdido relevancia. Preguntados por el moderador sobre si la disposición a la digitalización es un tema generacional, los tertulianos difirieron en su opinión. Si bien los jóvenes se muestran tendencialmente algo más abiertos, también hay personas mayores que abordan los nuevos retos de forma constructiva.
Sensibilización importante
La mesa entró en detalle en el complejo tema de la ciberseguridad. Los daños causados por los ataques criminales aumentan exponencialmente, y según un estudio de la asociación digital Bitkom, ascendieron solo en Alemania a más de 220.000 millones de euros en 2020.
En cuanto a si la la mediana empresa subestima los riesgos de ataques de hackers, robos de datos y similares, Anja Müller tildó de “equívoco” la creencia de que solo afecta a los grandes. Sobre todo, las empresas pequeñas deberían preguntarse cuánto cuesta estar una semana sin acceso informático. La sensibilización por el problema del cibercrimen, cada día más delicado, es de enorme importancia. Además, la corresponsal de Handelsblatt critica que Alemania carece de una institución centralizada a la que acudir para obtener ayuda rápida en caso de sufrir un ataque.
En este contexto, Eckhard Keill reivindicó una agencia de prevención de ámbito nacional. El director de Roto admitió que la red internacional del proveedor del sector constructor ya ha sido objeto de actividades criminales. Dado que nunca se puede subestimar esta amenaza, el grupo invierte grandes sumas en la seguridad digital. Sylvia Pruss y Christian Klinger también informaron de experiencias negativas en este sentido. Según el copropietario de Internorm, “hay que hablar del tema abiertamente”.
Adoptar estrategias comunes
En el debate surgió la cuestión sobre qué debe hacerse o dejarse de hacer desde la política en materia de digitalización. Sylvia Pruss y Eckhard Keill abogaron por adaptar la legislación a la situación y los tiempos actuales. Ejemplos de ello son la realización virtual (finalmente permitida) de asambleas generales y una ciberdefensa eficaz. No obstante, el presidente de Roto se muestra generalmente escéptico: desde la política no existe una capacidad real de impulsar la digitalización. Por ejemplo, las escuelas todavía no ofrecen la tan necesaria cualificación digital. Marlen Schlosser expresó el deseo de sentar unas bases más sólidas, empezando por la conexión a internet en zonas rurales, que sigue siendo deficiente.
Para terminar, todos los participantes de la mesa redonda destacaron una vez más la importancia de una digitalización consecuente. La clara conclusión compartida por todos fue que las empresas que aprovechan sistemáticamente las oportunidades y posibilidades asociadas tendrán y seguirán teniendo éxito en el futuro. En cambio, las que no lo hagan, desaparecerán tarde o temprano del mercado. La joven gerente de Schlosser Holzbau lo resumió de forma proactiva: “El tema es tan apasionante que no queda otra que dedicarse a él.”