Fundada en 2004 por Angelo Gotti, la empresa de Chiuduno (Italia) actualmente vende más de 1 millón de cascos al año
20 años de KASK: seguridad y diseño en primer lugar desde siempre
Hay que remontarse a 2004 para ver el nacimiento de la marca de cascos italiana, creada por Angelo Gotti y convertida pronto en icono de diferentes deportes y de la seguridad en el trabajo. Desde el ciclismo a la nieve, pasando por la equitación, KASK constituye un punto de referencia mundial en la producción de cascos: la empresa ha conquistado desde Italia los mercados internacionales con distribución en más de 80 países y una producción que ha superado el millón de cascos, gracias al trabajo de los más de 170 empleados pertenecientes a tres filiales. ¿Cuál es la clave de su éxito? La protección personal, antes que nada, sin renunciar a la comodidad, el diseño y el rendimiento.
No solo ciclismo
Con el espectacular éxito cosechado en las dos ruedas, la empresa amplía sus colecciones de cascos deportivos a las disciplinas del esquí alpino (2009) y de la equitación (2015). En paralelo, KASK entra en el mercado de la seguridad en el trabajo (2008) con la misma combinación que ha caracterizado su actividad en el ámbito del deporte: máxima protección y diseño de alto nivel, para convertirse pronto en un referente. Tras una constante expansión, tanto en los mercados internacionales como en diferentes canales, se actualizó el logotipo de la empresa, aunque manteniendo el inconfundible verde lima, hoy conocido en todo el mundo.
Lo que no ha cambiado nunca en KASK es su misión de ofrecer productos de alta calidad fabricados en Italia dando prioridad a la seguridad y la protección de las personas, ya sean atletas profesionales u operarios de una obra: se trata de un principio fundacional de la empresa apoyado en la continua investigación y desarrollo, en la atención al detalle y en los escrupulosos controles antes de que el casco llegue a las estanterías de las tiendas en los más de 80 países en los que se distribuye KASK. Además, desde su sede de Chiuduno, en la provincia italiana de Bérgamo, la empresa se ha expandido tanto por los mercados internacionales que tiene filiales en Estados Unidos (2010) y Australia (2014), gracias a las cuales ha alcanzado la cifra de un millón de cascos vendidos en un año.
Producción de KASK Safety: proceso de moldeo por Superplasma.
Los valores de KASK
La atención al producto y a la calidad, identificables en todos los proyectos de KASK, son elementos que han determinado el recorrido de crecimiento de la empresa junto con el riguroso control de toda la producción en todas sus fases.
“Siempre he querido transmitir a mis colaboradores la pasión por el desarrollo de productos de calidad –declara Angelo Gotti, fundador y director ejecutivo de KASK—. “Creo que las personas que trabajan en el ámbito de KASK son la verdadera clave del éxito de la empresa: no solo las 170 mujeres y hombres que trabajan en nuestras filiales, sino también los socios, desde los proveedores a los clientes, que contribuyen todos los días al posicionamiento internacional de la marca hasta el punto de haberla convertido en referente en cada uno de los mercados”.
Cadena de montaje: instalación de barboquejos.
“A los veinte años se rebasa una meta importante, que nos lleva a hacer balance no solo numérico de todo lo que hemos conseguido, sino también a analizar desde el punto de vista cualitativo los resultados logrados“–añade Diego Zambon, director general de KASK—. “KASK tiene un gran potencial que puede aprovecharse en proyectos de mayor envergadura y creemos que lograremos sorprender con todo lo que conseguiremos”.
Cascos ensamblados, listos para su inspección y empaquetado.
El futuro
La empresa KASK mira al futuro como continuación de todo lo que ha realizado hasta ahora, es decir, para seguir desarrollando proyectos de nuevos productos cada vez más seguros y eficientes, sin perder de vista la sostenibilidad ambiental y social. Para Angelo Gotti y la dirección de la empresa, se mantiene firme el valor de la actividad de empresa como un bien valioso no solo para quien trabaja en ella de forma interna, sino también para la comunidad en la que se asienta KASK.