Promoviendo la salud y la creatividad en el trabajo del futuro

La transparencia también es clave, porque algunas personas temen no encontrarse con nadie en la oficina. Como la gente atrae a la gente, hay que hacer visible quién está y cuándo. “Saber que ciertos colegas estarán allí significa que yo también iré”, dice Rief. “Tan visible como quién está allí, debe ser lo que allí ocurre. Lo que se necesita básicamente es una especie de gestor de centro que ‘cuide’ el espacio de oficina. Las oficinas se están convirtiendo en operadores inmobiliarios de los que alguien tiene que ocuparse conscientemente. Se necesita algo de 'ruido de fondo' para que la gente se reúna”.

Pero, por supuesto, también es importante mantener en forma a los compañeros que trabajan predominantemente en sus oficinas en casa. Mientras que en el pasado el aire, la iluminación y el ruido eran un problema en la oficina, los problemas de hoy se asocian a las sillas de cocina, los niños y las calorías. “Observamos un aumento del dolor de espalda, sobre todo lumbar y de cuello. La amplitud de movimiento suele ser menor en casa y trazar la línea entre las exigencias del trabajo y la vida doméstica no siempre es fácil. Observamos que muchas videoconferencias y el trabajo puramente en pantalla —lo que significa que los ojos trabajan siempre a corta distancia— contribuyen, entre otras cosas, a un nuevo fenómeno: Fatiga del Zoom. Y la densidad de la información se suma al estrés percibido”, afirma Barth.

“El mobiliario de oficina en el hogar suele dejar mucho que desear, a pesar de que las condiciones de trabajo deberían ser las mismas en ambos lugares, según la Ordenanza sobre Lugares de Trabajo”, observa David Wiechmann, Presidente de DNB e.V. “La mayoría de las empresas están bien equipadas, pero esto no significa necesariamente que las oficinas de sus empleados en casa también lo estén. Las mesas de la cocina son un buen ejemplo. Sólo unos pocos se permiten el lujo de trabajar en estudios separados”. Durante los meses de otoño e invierno, la iluminación resulta ser un problema importante. “Hasta ahora, muy pocos han invertido en iluminación de alta calidad”, dice un preocupado Rief. “Cuando los empleados trabajan desde casa 2-3 días a la semana, los empresarios tienen que tomárselo en serio y apoyarles. Al fin y al cabo, se trata de compañeros de trabajo que, en el mejor de los casos, volverán a mi oficina y a los que quiero fidelizar”.

El asesoramiento y la orientación en las oficinas a domicilio pueden realizarse a través de canales digitales y herramientas de videoconferencia. También es posible ofrecer orientación y sesiones informativas. Incluso existen análisis móviles basados en sensores de los patrones de movimiento en el lugar de trabajo (desde casa) como respuesta a los crecientes casos de dolor de espalda; duran varias semanas y dan lugar a recomendaciones de comportamiento y tutorías.

“Pero lo más importante es reforzar la propia responsabilidad y competencia de los empleados, tanto en lo que respecta a la ergonomía como al estrés mental. El coaching debe ampliarse para incluir la autogestión. Pero un puesto de trabajo ergonómico es y será lo más importante”, subraya Wiechmann.

Otra innovación también encierra un gran potencial. “Advierto que no debemos creer que ya hemos entendido del todo el mundo híbrido del trabajo. Nos da mucha libertad, pero sólo llevamos dos años trabajando así. Lo que la gente echa de menos es la posibilidad de 'mirar por encima del hombro de los compañeros', ese intercambio informal. Todavía no podemos simularlo bien digitalmente. En el instituto queremos crear una infraestructura de reuniones inmersiva con el objetivo de trabajar también con, y junto a, los demás virtualmente. En un mundo inmersivo podría acercarme a mis colegas durante una reunión. Esto crea una sensación de proximidad. O a través del Metaverso podría estar sentado junto a un lago en Noruega en lugar de en una oficina gris. Puedo resolver esto espacial o digitalmente, lo mejor sería ambas cosas”, exige Rief.