Entrevista a José Manuel Menoyo, presidente honorario de Afemma
27 de julio de 2009
“Son tiempos para tratar de supervivir –afirma tajante José Manuel Menoyo, presidente honorario de Afemma (Asociación de Fabricantes Españoles de Maquinaria y Equipos para la Madera)-, hasta que se vea un poco de luz”.
¿Qué repercusiones de la crisis padece especialmente el fabricante español de maquinaria?
Lo está pasando particularmente mal quien centra su actividad en el mercado nacional. Quien ha trabajado por introducirse en otros países halla un oxígeno que ahora falta en España. Tenemos una tecnología suficiente y una relación calidad-precio favorables, con un servicio interesante en lo que respecta a plazo de entrega, seriedad e imagen de marca: somos reconocidos en el exterior, podemos competir sin complejos en todo el mundo.
¿Está agudizando la situación la proliferación de maquinaria usada en el mercado?
Sin duda. Pero el consumidor está equivocado; es muy atractivo el precio de una maquinaria que, seguramente está en unas condiciones aceptables (numerosas fábricas han cesado su actividad tras pocos años de funcionamiento). El intermediario, por regla general, vende a peso. Y para que esas máquinas sirvan y funcionen en su nuevo emplazamiento requieren de una revisión y una puesta a punto adecuadas. Normalmente, esos equipos ya no tienen garantía, porque ha caducado o porque el fabricante no quiere responder de unas máquinas que no ha vendido directamente.
¿Qué iniciativas desarrolla actualmente Afemma en esta coyuntura que nos describe?
Desarrollamos planes de promoción de la maquinaria española en todo el mundo, mediante misiones comerciales y participación en ferias. Además de repartir gratuitamente el catálogo general de fabricantes españoles de maquinaria, herramientas, equipos y productos para la madera, que es ampliamente utilizado como libro de consulta. Nuestro objetivo es dar a conocer su gran nivel tecnológico, de calidad y de servicio. No dependemos de nadie en cuanto a patentes y gozamos de una buena imagen. Aún somos desconocidos en muchos lugares, salvo algunas firmas punteras y referentes en el mercado internacional, así que debemos seguir trabajando para avanzar en este sentido. Somos una opción puntual, entre alemanes, italianos y orientales; la asignatura pendiente es darnos a conocer.
Además de las amenazas conocidas y presentes, ¿existen oportunidades para la maquinaria española?
Siempre hay oportunidades, pero hay que buscarlas. Incluso en una coyuntura como la actual, surgen nichos de mercado, pero es imposible descubrirlos sin actuar. En general, es prácticamente imposible competir en grandes producciones, porque los grandes grupos de oferta son inalcanzables. Nuestras opciones pasan por ofrecer al cliente soluciones a trabajos especiales, muy exigentes.
¿Qué puede aportar la feria Fimma a este escenario?
Muchas empresas van a participar en Fimma en función de sus resultados y conclusiones en Ligna. La dirección de la Feria está haciendo ingentes esfuerzos para que el expositor encuentre facilidades para estar en Valencia. Probablemente asistiremos a un evento de menor tamaño, en el que tratarán de no faltar todas las principales firmas del mercado.
Los fabricantes españoles de maquinaria contaremos con un pabellón propio, con una señalética que nos distinga, y con una fuerte presencia de compradores extranjeros, fruto de la captación de empresarios que Afemma y Confemadera estamos llevando a cabo en países de consumo potencial.
Una Fimma digna puede servir para estimular la actividad, pero es vital que mejoren las condiciones financieras para que los industriales puedan invertir en maquinaria.