¿Cómo cuidar y proteger la piel frente al uso constante de EPI?
El doctor Antonio Fustes, dermatólogo y médico estético en Clínicas Dorsia, da algunos consejos para conseguirlo de manera sencilla.
Los guantes y el sencillo gesto de lavarse las manos
Para prevenir que las manos se agrieten y alteren, Fustes elige “el lavado de manos siempre que puede con jabones o detergentes sintéticos suaves, sin perfumes, ni colorantes. Posteriormente, aplico crema hidratante que contenga silicona e incluso vaselina”.
Los guantes permiten disminuir el lavado de manos, favorecen que haya menor pérdida hídrica y las protegen. El experto recomienda “llevar dos pares a aquellos que tienen que utilizarlos de manera constante. Esto permite cambiar solo el guante de la superficie y mantener el primero, dejando el lavado para el fin de las actividades o cada cierto tiempo”.
Las mascarillas y pantallas protectoras
Cuando sea posible, es conveniente retirarlas haciendo un descanso y aplicar alguna crema de protección, regenerativa o incluso vaselina en las zonas de apoyo. Para que las ligas sean menos lesivas, el doctor comenta que “se pueden colocar unos clips abiertos o láminas de materiales plásticos, goma EVA o silicona para sujetar las gomas en una posición que les impida apoyarse en las orejas”. Eso sí, Fustes advierte de que “los aislantes para el dorso de la nariz deben ser muy delgados o restarán efectividad a la mascarilla”. Cuando ya no vayamos a utilizarla más, importante aplicar una crema restauradora con silicona o vaselina en las áreas más afectadas.
Con respecto a las efectivas pantallas protectoras, hay que considerar que deben sellar lo mejor posible en la zona de contacto con la cabeza. Dependiendo del material del que esté hecho el soporte será más o menos cómoda su puesta. Si este material es demasiado delgado o poco esponjoso puede lesionar la piel. En este caso, “reforzarlo con goma EVA para evitar que la piel se quede marcada e incluso aparezcan laceraciones” es clave para el doctor.
Buzos, mandiles o batas plásticas, patucos y gorros
Una vez que se regrese a casa, es necesario ducharse y lavarse a conciencia, un gesto que supone una agresión a la piel pues se elimina el manto lipídico que la protege de la sequedad. Debido a este motivo no se debe olvidar el uso de crema hidratante enriquecida con urea, aceites o mantecas después del baño, las favoritas del doctor, y aplicar una crema reparadora específica, como las de pañal para bebés, en las zonas que se han irritado por el uso de EPI.