Las empresas están obligadas a proveer a sus trabajadores el EPI necesario para mantenerlos seguros mientras realizan sus trabajos
Guía sobre la Preparación de los Lugares de Trabajo para el virus COVID-19 de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA)
La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (Occupational Safety and Health Administration - OSHA) del Departamento de estado de los Estados Unidos, que es el equivalen te a la Agencia EU- OSHA de la Unión Europea, ha publicado la guía ‘Guía sobre la Preparación de los Lugares de Trabajo para el virus COVID-19 - Guidance on Preparing Workplaces for COVID-19’. Esta guía es de naturaleza consultiva y de contenido informativo, y no es una norma o reglamentación como claramente se especifica, siendo su propósito primordial el servir de apoyo en la planificación contra el COVID-19, basándose en las prácticas tradicionales de higiene industrial y de prevención de infecciones.
La ‘Guía sobre la Preparación de los Lugares de Trabajo para el virus COVID-19’ aporta un enfoque interesante, que sin duda, servirá de ayuda en la identificación de los niveles de riesgo en los ambientes de los lugares de trabajo, y en la determinación de las medidas de control que se deben implantar, aunque como se señala, podría necesitarse alguna guía adicional a medida que se conozcan y cambien las condiciones en el brote de COVID-19, su transmisión, e impacto. Se señala también la necesidad de que las empresas implanten controles de ingeniería, administrativos y de prácticas de trabajo, así como de las condiciones de uso de los equipos de protección individual (EPI).
Clasificando la exposición de los trabajadores al SARS-CoV-2
Según la guía el riesgo de los trabajadores por la exposición ocupacional al SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, durante un brote podría variar de un riesgo muy alto a uno alto, medio o bajo (de precaución). El nivel de riesgo depende en parte del tipo de industria, la necesidad de contacto a menos de 6 pies (1,83 metros) de personas que se conoce o se sospecha que estén infectadas con el SARS-CoV-2, o el requerimiento de contacto repetido o prolongado con personas que se conoce o se sospecha que estén infectadas con el SARS-CoV-2. Para ayudar a las empresas a determinar las precauciones apropiadas, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional - OSHA ha dividido las tareas de trabajo en cuatro niveles de exposición a riesgo: muy alto, alto, medio y bajo. La pirámide de riesgo ocupacional muestra los cuatro niveles de exposición a riesgo en la forma de una pirámide para representar la distribución probable del riesgo. SE estima que la mayoría de los trabajadores norteamericanos probablemente estarán en los niveles de riesgo de exposición bajo (de precaución) o medio, y esta estimación sería totalmente extrapolable a la Unión Europea.
Los trabajos con riesgo muy alto de exposición son aquellos con alto potencial de exposición a fuentes conocidas o sospechosas de COVID-19 durante procedimientos médicos específicos, trabajos mortuorios o procedimientos de laboratorio. Los trabajos con riesgo medio de exposición incluyen aquellos que requieren un contacto frecuente y/o cercano (a menos de 6 pies - 1,83 metros de distancia) con personas que podrían estar infectadas con el SARS-CoV-2, pero que no son pacientes pero que se conoce o se sospecha que portan el COVID-19. Estarían en este grupo los trabajadores en áreas con una transmisión comunitaria en progreso, con personas que regresan de lugares internacionales donde exista una transmisión generalizada del COVID-19, o donde se está en contacto con el público en general como por ejemplo en escuelas, ambientes de trabajo de alta densidad poblacional y algunos ambientes de alto volumen comercial. Los trabajos con un riesgo de exposición bajo (de precaución) son aquellos que no requieren contacto con personas que se conoce o se sospecha que están infectados con el SARS-CoV-2, ni tienen contacto cercano frecuente (menos de 6 pies - 1,83 metros de distancia) con el público en general. Los trabajadores en esta categoría tienen un contacto ocupacional mínimo con el público y otros compañeros de trabajo.
Reducir el riesgo de exposición de los trabajadores al SARS-CoV-2: acciones de las empresas pueden desarrollar
La guía detalla los pasos que las empresas pueden tomar para reducir el riesgo de exposición de los trabajadores al SARS-CoV-2:
- Si no estuviese planificado y aprobado, se debe desarrollar un plan de preparación y respuesta contra enfermedades infecciosas que pueda ayudar a guiar las acciones de protección contra el COVID-19. Los planes deben considerar y atender el nivel de riesgo asociado con varios lugares de trabajo y tareas de trabajo que los empleados realizan en esos lugares debiendo mantenerse informado de lo más reciente en las guías de agencias de salud, y considerar cómo incorporar esas recomendaciones y recursos en los planes específicos del lugar de trabajo.
- Prepararse para implementar medidas básicas de prevención de infecciones. Para la mayoría de las empresas, la protección de los trabajadores dependerá de enfatizar las medidas básicas de prevención de infecciones. Según sea pertinente, todos los empleadores deben implantar en sus lugares de trabajo unas buenas prácticas de higiene y control de infecciones como: lavado de manos, buenos hábitos respiratorios, políticas y prácticas para la flexibilizar para el lugar de trabajo, o regular las prácticas de limpieza de mantenimiento, incluyendo la limpieza y desinfección rutinaria de las superficies, equipo y otros elementos del ambiente de trabajo
- Desarrollar políticas y procedimientos para la pronta identificación y aislamiento de las personas enfermas, de ser pertinente. La rápida identificación y aislamiento de los individuos potencialmente infecciosos es un paso crucial en la protección de los trabajadores, clientes, visitantes y otras personas en un lugar de trabajo. Cuando sea pertinente, las empresas deben desarrollar políticas y procedimientos para aislar inmediatamente a las personas que muestran señales y/o síntomas del COVID-19 y adiestrar a los trabajadores para implementarlos. Trasladar a las personas potencialmente infecciosas a una ubicación apartada de los trabajadores, clientes y otros visitantes. Aunque la mayoría de los lugares de trabajo no tienen cuartos de aislamiento específicos, unas áreas designadas con puertas con cierre pueden usarse como cuartos de aislamiento hasta que las personas potencialmente enfermas puedan ser retiradas del lugar de trabajo. También se deben efectuar de manera regular las prácticas de limpieza de mantenimiento, incluyendo la limpieza y desinfección rutinaria de las superficies, equipo y otros elementos del ambiente de trabajo. Al optar por el uso de químicos de limpieza, los empleadores deben consultar la información en las etiquetas de desinfectantes aprobados y con garantía de que son efectivos contra los patógenos virales emergentes.
- Desarrollar, implementar y comunicar las flexibilidades y protecciones del lugar de trabajo. Implementar controles en el lugar de trabajo. La mejor manera de controlar un riesgo laboral es eliminarlo sistemáticamente del lugar de trabajo, en lugar de confiar en que los trabajadores reduzcan su exposición, es el esquema de trabajo que utilizan los profesionales de prevención de riesgos laborales conocido como la ‘jerarquía de controles’. Durante un brote de COVID-19, cuando no sea posible eliminar el riesgo, las medidas de protección más efectivas, según la guía son en orden decreciente de efectividad: controles de ingeniería, controles administrativos y prácticas de trabajo seguras y utilización de los EPI.
Controles de ingeniería y administrativos
Los controles administrativos requieren acción por parte del trabajador o de la empresa. Típicamente, los controles administrativos son cambios en la política o procedimientos de trabajo para reducir o minimizar la exposición a un riesgo. Algunos controles administrativos para el SARS-CoV-2 que se incluyen son:
- Minimizar el contacto entre los trabajadores, clientes y personas atendidas sustituyendo las reuniones tradicionales por las comunicaciones virtuales e implementar el trabajo a distancia, de ser viable.
- Establecer días alternos o turnos de trabajo adicionales que reduzcan el número total de trabajadores en una instalación en un tiempo dado, permitiendo que los empleados puedan mantener una distancia entre sí a la vez que puedan conservar una semana completa de trabajo.
- Suspender todo viaje no esencial a lugares con brotes de COVID-19 en progreso
- Desarrollar planes de comunicación de emergencia, incluyendo un foro para contestar las interrogantes de los trabajadores y comunicaciones a través de Internet, de ser viable.
- Proveer a los trabajadores educación y adiestramiento actualizados sobre los factores de riesgo del COVID-19 y comportamientos de protección (por ejemplo, buenos hábitos al toser y el cuidado del EPI).
- Adiestrar a los trabajadores que necesitan usar vestimenta y equipo de protección sobre cómo colocárselo, utilizarlo y quitárselo de manera correcta, incluyendo el contexto de sus deberes actuales y potenciales. El material de adiestramiento debe ser fácil de entender y estar disponible en el idioma apropiado y nivel de alfabetismo de todos los trabajadores.
Equipos de protección personal EPI
En la guía se apunta que mientras que los controles de ingeniería y administrativos se consideran más efectivos para minimizar la exposición a SARS-CoV-2, el EPI también puede ser necesario para prevenir ciertas exposiciones. Aunque el uso correcto del EPI puede ayudar a prevenir algunas exposiciones, no debe tomar el lugar de otras estrategias de prevención. Como ejemplos de EPI se incluyen: guantes, gafas, escudos faciales, mascaras faciales y protección respiratoria, cuando sea pertinente.
Durante el brote de una enfermedad infecciosa, como el COVID-19, las recomendaciones de EPI específicas a las ocupaciones o tareas de trabajo pueden cambiar, dependiendo de la ubicación geográfica, las evaluaciones de riesgo actualizadas para los trabajadores y la información sobre la efectividad del EPI en la prevención de la propagación del COVID-19. Todos los tipos de EPP deben:
- Seleccionarse a base del riesgo para el trabajador.
- Ajustarse apropiadamente y reajustarse periódicamente, según sea aplicable (por ej. los respiradores).
- Usarse de manera consistente y apropiada cuando sea requerido.
- Inspeccionarse y recibir mantenimiento regularmente, y ser reemplazado, de ser necesario.
- Quitarse, limpiarse y almacenarse o desecharse de manera apropiada, según sea aplicable, para evitar la contaminación del usuario, de otros, o el ambiente.
Señala que las empresas están obligadas a proveer a sus trabajadores el EPI necesario para mantenerlos seguros mientras realizan sus trabajos. Los tipos de EPI requeridos durante un brote de COVID-19 se basará en el riesgo de ser infectado con SARS-CoV-2 mientras se trabaja y se realizan tareas de trabajo que pudieran resultar en una exposición.
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